Por Bryan Mayer
Kyrylo Budánov tiene 37 años y ya es mayor general en las fuerzas armadas ucranianas y uno de los militares clave en la defensa de Ucrania. En su despacho, recibió a El Litoral junto a los principales medios latinoamericanos convocados por Transatlantic Dialogue Center y brindó su visión sobre algunos de los temas que mayor debate generan en torno a los efectos directos y secundarios de la invasión militar rusa en Ucrania. Un resumen de las preguntas y respuestas que dan cuenta en ese sentido.
-¿Cuál es el análisis que hace de la gran cantidad de rusos que están ingresando a ese continente?
-Ahora hay mucha gente que va a otros países como los emiratos, y por supuesto los países de frontera con Rusia. Pero también a Brasil y Argentina, porque son cercanos. No se olviden que Brasil entra en el BRICS, es una de las últimas organizaciones amistosas de la comunidad rusa. Por eso no hay problema. Es una migración normal desde Rusia.
-¿Puede Rusia utilizar su armamento nuclear?
-Formalmente, teóricamente, obvio que la respuesta es que puede, porque tiene armamento nuclear. Pero si de hecho la va a usar o no la va a usar, esto no lo sabemos.
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-¿Hay elementos que avalen las versiones de que soldados regulares cubanos combaten a favor de Rusia o que formaron a sus mercenarios?
-Nosotros no fijamos en ningún caso si estuvo alguien de Cuba en la formación de Wagner o de alguna otra formación del lado de Rusia. No tenemos esta información. Nadie en el mundo tiene más información que nosotros sobre Wagner. Quizá pudieron venir dos soldados aislados, de forma particular a combatir, pero no en nombre de su gobierno.
-¿Cree que el grupo Wagner puede invadir Polonia desde su nueva posición en Bielorrusia?
-No hay peligro para Ucrania ni para otros países. Ellos están ahí, digamos, desarrollando su actividad para activar la labor en África. Para quien es un problema, es para los países de África. Utilizarán este factor (de encontrarse en Bielorrusia) para generar tensión, pero la cuestión es sobre la mayoría de las operaciones informativas, no sobre las realidades. Es estratégico.
Budánov durante la entrevista con El Litoral. Crédito: El Litoral
-¿Qué dejó el enfrentamiento entre Wagner y el Kremlin?
-Hicieron un análisis profundo entre mensajes, teléfonos, conversaciones de la gente, la gente común, la sociedad y también los líderes de algunas organizaciones. Los resultados no son muy buenos para Rusia. Todo el país más o menos se puso en dos partes: 50-50. No se debió a quién apoyaba o no este pacto, sino a quién se pusieron a la izquierda y a quién a la derecha. Es un aspecto muy importante. Y quién se ha puesto en el lugar de la obligación. La mayoría de las regiones rusas están separadas 50-50. 21 regiones, que son el 75%, apoyaron a Putin. 17 regiones apoyaron a Prigozhin. La diferencia no es muy grande. Ahora dos factos interesantes: Moscú apoyó al régimen de Putin y San Petersburgo a Prigozhin. Estas son dos capitales, históricamente es así, viendo que Putin es de San Petersburgo. Y lo más importante es que las 21 regiones fueron, digamos, regiones eslavas, es decir, lo que en principio fue la Federación Rusa. Si ustedes ven las noticias, van a ver que el primer lugar donde fue Putin después de esta revolución es Daguestán, porque casi 100% estaban contra él. Fue, como dicen, a tranquilizar a la población.
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-¿Cuáles son las principales enseñanzas en este año y medio de invasión en su ámbito: la inteligencia, contrainteligencia y ciberdefensa?
-Nada nuevo, digamos. Desde el 2014 tenemos una guerra híbrida. Entonces, todas las maneras que estamos haciendo también son iguales. No aprendimos nada nuevo, todo lo sabemos hacer desde aquel momento. Sí perfeccionamos nuestro trabajo todo el tiempo. Estamos viviendo en ciberguerra todo el tiempo desde hace casi diez años. Pero cuando decimos nosotros, es igual para Ucrania y la Federación Rusa.
-¿Rusia alcanzó su punto culminante de la ofensiva? ¿Se invirtió la relación de poder?
-Desde febrero pasa eso. Debe entenderse que no queda casi nada del ejército profesional de Rusia. ¿Por qué se produjo la movilización (de civiles)? ¿Por qué disminuye la intensidad y la fuerza? También hay hostigamiento de tropas. Tenemos números que muestran estadísticas. Por ejemplo, en el invierno de 2023, una brigada rusa ya contaba con un tercer recambio. Ahora va el quinto. Hay cambios de pilotos, soldados, artillería. De todo. Esto quiere decir que sacan a una persona a la calle, le dan un arma y le dicen “ahora eres tanquista”. Aún así los resultados son los mismos.
-¿Ucrania puede asegurar la salida segura de granos en el Mar Negro sin un acuerdo con Rusia?
-Ucrania va a probar hacerlo, porque no podemos dejar morir de hambre a todo el mundo.
-¿Cómo ve que puede terminar esta guerra?
-Absolutamente como terminaron todas las guerras de agresión que terminaban. Es una pregunta muy buena, y ahora usted puede responderla: analiza por favor, ¿qué pasó con los líderes de los países que trataban de anexar o ocupar otro territorio? No separar, ocupar. Podemos pensar de esta gente y pensar cómo puede terminar la guerra. Ninguna de estas personas terminó por su propia muerte. Ninguno de ellos tuvo lo que quería ocupar. Y cualquier país que provocó una situación como esta, luego sufrió y vivió las consecuencias. Si miras a Gaddafi, Hitler, Saddam Hussein, Milosevic, ninguno de ellos llegó a tener lo que quiso. Y todos ellos, de alguna manera, se murieron de repente y entraron a la historia de una manera no muy normal, discutible. Acá también no va a pasar nada nuevo.