Después de Pellegrini, se lanzó Milardovich y Roma pide pista
Ahora sí que los plazos apremian. Ayer finalizó el período para el reconocimiento de alianzas en toda la provincia; el próximo viernes vencerá el plazo para la inscripción de precandidatos a concejal ante autoridades partidarias, y el lunes 12 -dos meses antes de las elecciones primarias- expirará el tiempo para la presentación de listas aprobadas ante el Tribunal Electoral Provincial.
Tras la confirmación de la candidatura a la reelección del presidente del Concejo Municipal, Juan Ignacio Pellegrini, el siguiente episodio significativo lo protagonizó el ex jefe de Gabinete, Diego Milardovich, quien anunció su postulación para una concejalía desde la estructura de Generación para el Encuentro Nacional (GEN), el partido de su correligionaria Margarita Stolbizer. En línea con los intendentes de Rosario, Pablo Javkin; de Santa Fe, Emilio Jatón; y de Sunchales, Gonzalo Toselli, el oriundo de San Eduardo hizo su primer raid mediático enarbolando el discurso tradicional del Frente Progresista, Cívico y Social. Así, busca explotar políticamente al máximo que el oficialismo municipal no se presentará con ese escudo en la próxima elección, sino con la debutante alianza Primero Venado, que además de la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista, incorpora al PRO, el gran beneficiado con el “acuerdo programático”, en tanto que el gesto de Chiarella lo deja en línea directa con el presidenciable Horacio Rodríguez Larreta.
La lista única del oficialismo ya se sabe que la encabezará el radical Juan Ignacio Pellegrini, escoltado por la dirigente macrista María Verónica Ruiz, en tanto que el número tres de la oferta legislativa será para el socialismo. Desde el vamos, en San Martín y Marconi no sólo piensan en ganar la elección en cantidad de sufragios, sino también en obtener las tres bancas que le permitirían un control parlamentario holgado en la última mitad del gobierno de Chiarella.
Por su parte, Milardovich buscará captar una porción del voto de un Partido Socialista siempre reacio a cualquier pacto que incluyera al macrismo. También Roberto Meier -aunque no será candidato-, desde el Frente Social y Popular, y Ciudad Futura, con Bruno Taddía, intentarán pescar en ese río revuelto. En el radicalismo, en cambio, no son tantos los renuentes a la convivencia doméstica con la centro-derecha del PRO, que se sostiene desde hace varios años a nivel nacional.
Con suma astucia, en cada intervención, el oriundo de San Eduardo machaca que el senador provincial Lisandro Enrico (del cual es suplente) y el diputado provincial -y precandidato a senador nacional- Maximiliano Pullaro, son dos fervorosos arquitectos del acercamiento del Frente Progresista a Juntos por el Cambio, a la vez que exterioriza su admiración a Raúl Alfonsín y a los emblemas socialistas Hermes Binner y Miguel Lifschitz. Son gestos elocuentes hacia los enclaves progresistas de los boinablanca y, sobre todo, al conjunto del partido de la rosa, sabiendo que hay voces críticas entre su militancia, y hasta en la dirigencia, aunque la cúpula, más pragmática, interpreta que no están dadas las condiciones para escindirse o rivalizar en una primaria. Aunque si quieren evitar fugas, los jefes socialistas debieran convencer a los suyos de las bondades, o de lo inevitable, del giro copernicano. Incluso tendrán que hacerlo en términos electorales -en defensa propia-, ya que se descuenta el ingreso de Pellegrini y Ruiz, pero la banca que más costará es la tercera, precisamente la asignada al PS.
Mientras tanto, el intendente venadense Leonel Chiarella estrenó un discurso de sintonía fina apenas irrumpió Primero Venado, cuidándose de caer en referencias ideológicas innecesarias. Todo lo contrario, en busca de justificar el ensanchamiento de la coalición oficialista, hace eje en la intención de “consolidar un proyecto ciudadano, donde ponemos como prioridad a Venado Tuerto”. Además sentenció: “Esto no tiene que ver con alianzas entre partidos políticos, sino que está basado en un acuerdo programático de políticas públicas (…) Poner primero a Venado es lo más importante”.
Al filo del cierre
En la última semana ganó más fuerza la posible precandidatura a concejal del director regional de Educación, Sebastián Roma, en representación del sector que responde al ex intendente José Freyre y es el mayoritario en el justicialismo. Sin embargo, un referente de ese mismo espacio dijo a Sur24, con cierta resignación: “Nosotros siempre definimos sobre la hora. Habrá que esperar, tal vez, hasta la medianoche del viernes que viene”. De hecho, el propio Roma declinó confirmar su postulación. Tampoco la desmintió. Sí está claro que sigue la pulseada interna y por ahora es todo extraoficial.
La agrupación que sigue liderando Freyre, donde se alinean los ediles Pablo Rada, Emilce Cufre y Patricio Marenghini, y el propio Roma, tiene por delante un desafío mayúsculo. No le alcanza con retener la banca que cede para conservar la trinchera opositora, pues en esta instancia de medio término empieza a vislumbrarse con qué cartas cuenta cada jugador para aspirar con pretensiones al Sillón de Aufranc.
Desde hace meses, propios y extraños coinciden en que la decisión más acertada del PJ sería la postulación de Roma, sabiendo de antemano que esta responsabilidad que asumiría en las legislativas podría agigantarse en 2023, cuando sea el momento de medir fuerzas con el radical Leonel Chiarella por la Intendencia. Claro que para eso debiera cosechar una buena cantidad de votos -al menos arañar la segunda banca- y, desde ya, que Freyre prefiera jugar en ligas mayores antes que volver a transitar las barriadas venadenses.
En consecuencia, sería inteligente fortalecer la exposición mediática de Sebastián Roma a partir de esta campaña electoral, aunque no se trata de un desconocido para la ciudadanía, ya que en los últimos tiempos adquirió protagonismo en la Dirección Regional de Educación y asumió un perfil más alto -con una presencia constante en las redes sociales-, desde que su apellido se incluyó en una reducida lista de postulantes al número uno de la nómina.