Uniformados en la mira
Destruyeron el teléfono incautado a un policía acusado de graves delitos
Sucedió en dependencias de la División Judicial de la Unidad Regional IEl aparato tenía un golpe que lo inutilizó por completo. La tarjeta SIM fue partida a la mitad. También habría sido cambiado un CD con una grabación y una foja del expediente.
Matías José Cosentini, suboficial de la policía provincial, está bajo la lupa de investigadores federales en una causa que "rasca" supuestos vínculos de jefes antinarcóticos con un conocido traficante de la zona. Tiempo atrás, antes de que este escándalo estalle, su teléfono celular había sido secuestrado en el marco de otra causa. A principios de mes, el aparato iba a ser "abierto" en busca de pruebas, pero sorpresivamente los peritos se encontraron con que la cadena de custodia había sido violada y el dispositivo destruido por completo.
El domicilio de Cosentini fue allanado el 4 de julio de este año por pedido del fiscal Ezequiel Hernández, de la Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El policía había denunciado el extravío de su arma de fuego reglamentaria y el funcionario del MPA buscaba elementos para determinar si la pistola había sido perdida, vendida o alquilada.
En aquella oportunidad, entre otras cosas, fue incautado y puesto a resguardo el teléfono del sospechoso, que se desempeñaba en la Brigada Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal en el departamento Las Colonias, pero entonces fue pasado a disponibilidad.
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El aparato iba a ser peritado el pasado 7 de agosto, pero cuando los expertos fueron a buscarlo quedaron atónitos. Personal de Análisis Digital Forense del Organismo de Investigaciones del MPA dieron cuenta de que el celular estaba visiblemente dañado. Tenía un fuerte golpe que no le permitía encender ni ser cargado. En consecuencia, no se le pudo extraer información alguna. La tarjeta SIM había sido cortada a la mitad.
Para ese entonces, ya Cosentini, junto con su jefe Lucas Gabriel Nos y el jefe antinarcóticos del departamento de San Jerónimo habían sido arrestados en una causa llevada adelante por el fiscal federal Gustavo Onel. Los tres están acusados de brindar protección a un narco de la zona que "bajaba" droga en Santa Fe y la distribuía por el norte provincial.
Al seguir hurgando, personal de la fiscalía se percató de que la foja 11 de las actuaciones, en donde se hacía referencia al allanamiento y el secuestro del teléfono, había sido adulterada. El papel era distinto y la firma también pertenecía a otra persona, un suboficial cuyas iniciales son P.P. que quedó en el ojo de la tormenta y finalmente fue aprehendido. Asimismo, el CD que debía contener el registro fílmico del día del operativo estaba vacío.
"La investigación continúa y estamos tratando de determinar si este policía rompió el teléfono y cambió la foja y el CD o sólo encubrió a algún compañero, adulterando el documento que luego fue enviado a la fiscalía", revelaron fuentes confiables.
Ante la increíble situación, la Justicia ordenó la requisa de las dependencias de la División Judicial de la Unidad Regional I. Esa medida se efectuó el 15 de agosto y entonces se halló la copia de las actuaciones que habían sido remitidas a la fiscalía. Así se constató que efectivamente la foja 11 había sido reemplazada en la versión enviada al MPA, puesto que la copia en poder de la mencionada dependencia era otra.
También en ese momento se secuestraron los teléfonos de los cuatro funcionarios policiales que intervinieron en el procedimiento que culminó con el elemento de prueba inutilizado. Las mayores sospechas recayeron en P.P., por lo que se ordenó su detención y el allanamiento de su casa. Cabe aclarar que había dado un domicilio falso, enfrente del real.