Detención del fiscal Blanco tras varios allanamientos en Venado Tuerto y Rufino
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El fiscal adjunto de Venado Tuerto, Mauro Blanco, fue detenido en las últimas horas en el marco de una investigación donde se lo liga a un sujeto involucrado en el narcotráfico. El funcionario del Ministerio Público de la Acusación había sido suspendido en sus funciones. Y el arresto se dio en el marco de 16 allanamientos que se realizaron de manera simultánea en las provincias de Santa Fe (seis en Venado Tuerto y seis en Rufino) y Córdoba (los cuatro en Villa Dolores).
La investigación dio inicio en 2020, cuando se acusó a Blanco de cohecho agravado, producto de una denuncia radicada por la Fiscalía del Juzgado Federal de nuestra ciudad. Aun no se conocen mayores detalles sobre el día y hora de la audiencia imputativa.
También en Rufino
Desde tempranas horas de la mañana de este viernes, al igual que en Venado Tuerto, personal policial de la Agencia de Investigación Criminal y del Grupo de Acción Táctica llevó a cabo cinco allanamientos en la ciudad de Rufino, en el marco de la investigación que realiza la Fiscalía de Reconquista al fiscal adjunto de Venado Tuerto, Mauro Blanco.
La medida judicial, en la que no participaron fuerzas policiales rufinenses, tuvo lugar en primer término en los domicilios de Jujuy al 600, Balcarce al 700, Santa Fe al 1000, y luego los efectivos hicieron lo propio en dos casas contiguas del barrio Güemes.
En octubre último, tras una sesión conjunta de las cámaras de Senadores y Diputados, el fiscal Blanco había sido suspendido por seis meses sin goce de sueldo, en una resolución unánime que contó con el voto favorable de los 64 legisladores presentes. Además, como castigo accesorio se determinó que el funcionario acusado tendrá “expresamente prohibido ingresar a cualquier ámbito del MPA” durante los 180 días que estará suspendido en sus funciones.
Avances en la causa
Aunque no se conocerá información oficial hasta las próximas horas, la detención de Blanco estaría ligada al avance en la causa originada en una serie de escuchas que hizo la Justicia Federal a los teléfonos de un distribuidor de drogas de Venado Tuerto, captando en ellas al menos cinco conversaciones con el citado fiscal en un corto período. En esos diálogos aluden desde la provisión de estupefacientes para consumo personal, hasta allanamientos que parecen hechos “a medida” de los intereses del dealer, situación de detenidos e información reservada.
También hay distintos registros de la presencia del fiscal cuestionado en la casa del distribuidor, a la que al menos en una ocasión llegó en un vehículo oficial del MPA. “Blanco tenía la obligación de formular denuncia contra el vendedor por la comercialización de estupefacientes y en lugar de ello las adquiría personalmente”, dice la acusación. En febrero último, Blanco rompió el silencio ante la prensa: “Cuando un fiscal se esfuerza al máximo por investigar un hecho tan aberrante, lamentablemente suele pagar las consecuencias”, sostuvo.
Asimismo, la auditora general María Cecilia Vranicich abrió en su momento un proceso disciplinario interno del MPA con motivo de una investigación por presunto enriquecimiento ilícito contra el fiscal Mauro Blanco, e incorporó más adelante a la causa una denuncia penal en relación con los delitos de encubrimiento, incumplimiento de los deberes de funcionario público y violación de secreto.
La acusación
En los primeros pasos de la investigación, el senador provincial Raúl Gramajo, quien a la vez es el presidente de la Comisión Bicameral de Acuerdos, observó que se había “acreditado que la relación de suministro de estupefacientes se completa en una relación en la que el vendedor aparece como socio del fiscal adjunto Blanco en el suministro de información y en la investigación relacionada con delitos y con personas del hampa de Venado Tuerto”. Por su parte “Blanco brindaba información por fuera de la ley, que el distribuidor suministraba a terceros interesados”, señaló Gramajo.
También hay otras situaciones que son parte de la acusación, como es el caso de una escucha telefónica en la que una mujer imputada por cuatro estafas dice que Blanco le pidió un arreglo y que ella fue pagando. La revisión de los legajos de dicha investigación confirmó que el fiscal inicialmente pidió 12 años de prisión para la acusada y al final el caso cerró en un juicio abreviado con una pena de tres años de ejecución condicional.
En otra escucha telefónica entre una mujer y un prominente “narco” con causas abiertas en el sur santafesino, la primera cuenta que le dio plata a Blanco para que “no les arme una causa”. Y en el marco de otra investigación federal relacionada con la banda del citado delincuente, la Fiscalía Federal de Venado Tuerto informó que previo a concretar allanamientos, el fiscal Blanco se adelantó al ordenar “con motivo desconocido” el secuestro de un vehículo de color blanco de patente casi ilegible que la banda utilizaba para cometer ilícitos ordenados desde la cárcel.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space][vc_column_text]
“Cuando un fiscal se esfuerza al máximo por investigar un hecho tan aberrante, lamentablemente suele pagar las consecuencias”, sostuvo Mauro Blanco cuando rompió el silencio ante la prensa local.
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