Sospechosa
Detuvieron a la empleada doméstica del jubilado asesinado en un country de Pilar
Inicialmente, se pensó que fue muerte natural por lo problemas cardíacos del hombre, pero la autopsia reveló que fue homicidio.
Las autoridades de San Isidro identificaron a una sospechosa en relación con el crimen de Roberto Wolfenson, ocurrido en su residencia del barrio privado La Delfina de Pilar. Se trata de la empleada doméstica de la casa, quien fue detenida durante un allanamiento, donde se descubrió un parlante bluetooth rojo que fue reconocido por la viuda de la víctima como propiedad de la familia. Se presume que el móvil del crimen fue el robo.
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La mujer había comenzado a trabajar para Wolfenson poco más de un mes antes del homicidio, cubriendo la ausencia de la empleada titular. Curiosamente, su reemplazo terminaba el mismo día en que se cree que ocurrió el crimen.
Aunque el hallazgo del parlante de la víctima en la residencia de la sospechosa es incriminatorio, no es el único indicio que maneja el fiscal Germán Camafreitas. El expediente incluye evidencia de cámaras de seguridad, rastreo de celulares y comunicaciones que complican la situación de la empleada.
Wolfenson residía con su esposa, Graciela Orlandi, en la casa del lote 397 del barrio La Delfina de Pilar. Durante la semana del 20 de febrero, Orlandi se encontraba de viaje en la costa con su hija, dejando a su esposo solo en la residencia, donde recibía la visita exclusiva de la empleada doméstica suplente, Rosalía Paniagua.
El jueves 22 de febrero marcaba el último día de la empleada en la casa de Wolfenson, ya que la empleada titular regresaba el lunes siguiente. Coincidentemente, se cree que este jueves fue el día del asesinato.
La mujer fue la última persona en declarar haber visto con vida a Wolfenson. Según su testimonio, abandonó el country alrededor de las 14:00 horas del jueves y se dirigió a la estación de trenes de Derqui, donde fue captada por una cámara de seguridad.
Además, el rastreo de celulares realizado por el equipo de investigación también incrimina a la empleada doméstica. Aunque los detalles específicos se mantienen en reserva, fuentes cercanas a la investigación confirman que el recorrido de su celular el día del crimen la señala como sospechosa.
En las próximas horas, será interrogada y se le presentarán todas las pruebas recolectadas hasta el momento.