Diez familias sin techo: el saldo del aluvión de viento y agua que azotó el norte de San Jorge
Francisco Díaz de Azevedo
La palabra que resume el momento que vivió la ciudad de San Jorge, con la fuerte tormenta del domingo por la tarde es devastador. Porque es devastador ver cómo los vientos huracanados que persistieron durante 20 minutos en la ciudad más importante del Departamento San Martín, tomaron por asalto el sector noroeste del casco urbano, arrasando con todo lo que había adelante.
A las 18, una tormenta que se mostraba amenazante en la región del centro oeste santafesino, se mostró selectiva, y como golpeó con fuerza en algunos lados, en otros casi ni inmutó. Esta vez fue San Jorge la que la padeció, como hace casi dos años, pasó con la localidad de María Susana.
Fueron 20 minutos, exactos, letales, lapidarios, que llegaron como un azote de viento y lluvia que lastimaba a todo lo que andaba cerca.
Dos barrios bajo la pesadilla
Así, dos barrios de la ciudad, fueron víctimas de la furia de la naturaleza. El “Federal” y el San Martín, vieron desde la primera fila, como los árboles volaban por los aires y unas diez viviendas se quedaban sin techos ni protección para las familias que estaban adentro.
La situación fue dramática. Medio centenar de postes de luz cayeron en medio de las arterias de la localidad en un cuadrado perfecto de 10 cuadras por otras 10.
En pocos minutos, 70 milímetros se precipitaron como una catarata incontenible a los que se sumaron otros 20, cuando la tempestad buscaba amainar.
Las fuerzas vivas comenzaron a socorrer a familias enteras que clamaban por ayuda y de milagro y casualidad, no hubo un solo herido en la ciudad.
Evacuados
El SUM Municipal “Dispensario Ramón Carrillo” recibió 22 personas, que debieron ser evacuadas de sus viviendas, algunas precarias y otras con buena base estructural. La tempestad no fue selectiva a la hora de golpear.
En la zona, se ubican varias casas quintas de familias sanjorgenses. Casi no les quedaron árboles plantados en sus espacios verdes.
Un día después del fenómeno climatológico, cuatro cuadrillas de la EPE trabajaron sin cesar para restablecer el servicio eléctrico en la zona. Tampoco había -hasta este lunes a la tardecita- telefonía fija ni internet.
Para socorrer a las familias en peligro, hizo falta que trabajaran 5 dotaciones de bomberos voluntarios, junto a Defensa Civil de la ciudad.
Las familias evacuadas, que en primera instancia fueron alojadas en el dispensario, ahora fueron trasladadas al Club San Jorge, donde quedarán albergados hasta que se regularice la situación de sus viviendas. Algunas de las unidades habitacionales afectadas sufrieron destrucción total.