Drone fabricado por un venadense será adquirido por las Fuerzas Armadas argentinas
La reciente articulación entre el Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas, y la empresa estatal de Investigación Aplicada (INVAP), posibilitarán el desarrollo de proyectos estratégicos de control del espacio aéreo. Dentro de ese paquete, se encuentra la financiación para la producción del RUAS-160, un sistema de vehículos aéreos no tripulados de alas rotatorias, compacto y de gran autonomía, destinado a la Armada Argentina.
Allí aparece una industria venadense, Marinelli Technology, del joven contratista rural Nicolás Marinelli (29), “padre” de este vehículo aéreo no tripulado de alas rotatorias. La nave, compacta y de gran autonomía, puede operar desde espacios muy reducidos de cubierta donde un helicóptero convencional sencillamente no entraría. Una vez diseñado, será propiedad intelectual de la cartera de Defensa y podrá producirse en serie.
En diálogo con Sur24, Marinelli contó que el equipo que va a adquirir el Estado argentino, tiene “diferencias” con su prototipo y que “son modelos de evaluación tecnológica” donde se va a ir avanzando en la incorporación de tecnología para llegar al producto final que mejor satisfaga las necesidades y requerimientos de los clientes. “Estamos comenzando con la producción de la pre serie”, aclaró.
El emprendedor, señaló que la fabricación de las partes se va a realizar en simultáneo en cuatro provincias, donde se encuentran las empresas que forman parte del acuerdo: en Saladillo, Buenos Aires, donde está el fabricante argentino de helicópteros “Cicaré”; el INVAP, empresa estatal rionegrina de alta tecnología con sedes en Bariloche y Córdoba; y en Venado Tuerto, en la fábrica de Marinelli.
El venadense, recordó que el RUAS viene prestando servicios en Santa Fe, debido a que es la primera provincia que tiene un convenio de desarrollo científico con el INVAP. Puntalmente, la Guardia Rural “Los Pumas”, utiliza estos drones para prevenir el delito en los campos.
“Es un helicóptero compacto, tiene una gran capacidad de carga, autonomía de vuelo y cuenta con desarrollo de alta tecnología. Eso brinda la posibilidad de tener cargas útiles de buena precisión, acordes a cada ámbito donde se desarrollen, tanto Seguridad y Defensa, como en la zona agrícola”, amplió.
Fusionando pasiones
Entre el 2013 y 2014, Nicolás logró combinar varias de sus pasiones en un solo objeto. Unió sus conocimientos en aeromodelismo, de piloto privado de avión, aeronáutica y campo, con la tecnología. Así, decidió ponerle un equipo para pulverizar a un helicóptero, que se llevó todas las miradas durante su presentación unos años atrás en el INTA Manfredi.
“Tuvo una buena repercusión ya que no había algo así en esos momentos. Lo piloteaba yo, pero era complicado y decidimos ir por la automatización de un helicóptero de motor eléctrico”, dijo.
Remarcó que en ese momento, las “capacidades (operativas) eran chicas” y decidieron pasar a un motor a combustión, un helicóptero más grande y autónomo. “Para las capacidades del campo argentino seguía siendo pequeño. Por eso nos vinculamos desde el 2017 con la empresa “Cicaré”, con quienes trabajamos junto a INVAP para el desarrollo del RUAS 160 desde el 2019. Así surgió la idea”, sostuvo.
Características
El Ministerio de Defensa, a través de la Resolución 1727/2021, aprobó la compra del dron naval modelo RUAS-160 por 1.770.000 dólares para ser empleado por la Armada Argentina en tareas de búsqueda y rescate, reconocimiento, vigilancia y monitoreo ambiental. Tiene 3,1 metros de longitud y 1,72 metros de altura, su motor le permite un alcance máximo de 600 kilómetros -320 millas náuticas-, una autonomía de 5 horas, un techo operativo de 3000 metros de altura y una velocidad máxima de 85 nudos, o 157 kilómetros por hora.
“Un cambio ágil entre sus diferentes configuraciones le da la flexibilidad adecuada para un rápido despliegue y para cubrir las necesidades en misiones de búsqueda, salvamento, vigilancia de fronteras y mares, patrullaje, apoyo en situaciones de desastres naturales, entre otras situaciones”, marcaron desde Marinelli Technology.
Para las tareas de defensa y seguridad -configuración que fue adquirida por la Armada-, los fabricantes ofrecen el aparato instrumentado con una plataforma giroestabilizada con sensores EO/IR, LIRDAR y un radar SAR en banda X, herramientas que le brindan al helicóptero la capacidad de detectar, reconocer e incluso identificar objetos móviles y fijos tanto en tierra como en el mar.
Antes de que se haga la entrega del aparato se harán pruebas con el MET2 (Modelo de Evaluación tecnológica) propiedad del INVAP, luego se harán ensayos con el MET3, y por último se probará el MET4, que es el destinado a ser entregado a la Armada de la República Argentina (ARA) en caso de que los ensayos salgan bien.
Aplicaciones y ventajas
En cuanto a sus aplicaciones civiles, el RUAS-160 puede ser empleado para combatir incendios, para transportar cargas livianas o críticas, como el traslado de órganos, para la inspección de grandes estructuras, para la toma de muestras minerales, y, sobre todo, para tareas agrícolas, donde se lo podría utilizar para la pulverización hiperselectiva de cultivos y para la captura de imágenes para monitorear el estado de salud del terreno y las plantaciones.
La ventaja de RUAS es que es un artefacto compacto y liviano que puede ser transportado fácilmente, desplegarse en cualquier terreno o desde la cubierta de un buque, y operar en condiciones climáticas adversas con un riesgo reducido en comparación con otros artefactos de esta clase.
El aparato cuenta con dos opciones para su control operativo. Para operaciones de mínima logística cuenta con un sistema robusto de estación terrena de control portátil; y para operaciones más complejas, ofrece un sistema completo de consolas de control con capacidad de comunicación a larga distancia.
En el Mar Argentino el RUAS podría incluso llevar armamento liviano y convencer al pesquero en fuga de que es mejor parar los motores y esperar, resignado, el abordaje. También aplicar algún fitosanitario a dosis ahorrativas de 3 kilos por hectárea, sin problemas de deriva por viento ya que puede operar a una altura baja.