El administrador de la estancia donde asesinaron a Malacalza aseguró que no había gran cantidad de dinero

Este miércoles, el administrador de la estancia donde fue asesinado Daniel Malacalza (66), ubicada en Venado Tuerto, muy cerca del límite con la localidad de Carmen, quien descartó la existencia de gran cantidad de dinero en efectivo, tal como se presumió en el inicio de la investigación. Según indicó, en la propiedad donde el domingo encontraron sin vida al capataz, había una “caja chica” con la que se cubrían algunos gastos cotidianos.

La declaración del administrador que arribó a la ciudad este mismo miércoles, terminó confirmando la teoría que barajaban los investigadores, que el botín del que se hicieron los delincuentes estaba alejado de las primeras presunciones que hablaba de una abultada cifra producto de la venta de ganado. Si bien aún no se brindó detalles del monto, habría dinero de la estancia para gastos corrientes, ahorros de la víctima que serían utilizados para cambiar la camioneta y el sueldo que había cobrado por sus labores, además de elementos de valor como armas, cuchillos y hasta su teléfono celular.

Más allá de que la información proporcionada no cambia el ángulo de la investigación –según fuentes extraoficiales hay varias líneas en las que se viene avanzando-, sí puede variar la hipótesis o sospecha de un “entregador”. De todos modos, la Fiscalía, por el momento, no descarta nada, hasta no tener datos certeros. 

“No vamos a detener a nadie para después investigar, sino que vamos a investigar para detener, siempre reuniendo las pruebas necesarias para llevar a esa persona a juicio”, aseguró este miércoles el fiscal Lago, remarcando que la carátula del hecho sigue siendo “asesinato en ocasión de robo”.

Cabe recordar que Malacalza fue asesinado de dos disparos de arma de fuego en su abdomen entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. El cuerpo ya sin vida fue encontrado por su esposa, quien asistió a la estancia, acompañada de otras personas, luego de intentar comunicarse telefónicamente sin obtener respuesta. 

Lo que logró confirmarse también es que Daniel no murió en el acto, aunque no tuvo forma de solicitar ayuda, ya que los delincuentes se había llevado su teléfono celular.