Las últimas lluvias no serían suficientes
El calor intenso volvió a preocupar al campo: "El daño es irreversible"
La falta de agua y humedad en los suelos mantienen en alerta a los productores, ya castigados por la extensa sequía que parecía finalizar en el inicio del año. Ahora, las temperaturas extremas de los últimos días generaron una situación que los deja al borde de una magra cosecha, según Marcelo Banchi, vicepresidente 2° de la Federación Agraria Argentina (FAA).
El fantasma de la sequía se volvió a instalar en el sector agropecuario este principio de año, cuando las lluvias prometidas fueron reemplazadas por incesantes días de calor, falta de agua en los suelos y la consecuente sequía y cultivos afectados por el factor climático.
"Venimos de tres años de una sequía histórica en la producción agropecuaria; en diciembre/enero llovió y parecía que la sequía se iba a retirar, pero hace un mes aproximadamente, el calor, los días sofocantes y la baja humedad ambiente han 'asesinado', literalmente, algunos lotes sembrados especialmente con soja de primera y de segunda", desarrolló el vicepresidente 2° de la Federación Agraria Argentina (FAA), Marcelo Banchi, en contacto con Sur24.
Y agregó que en el caso del maíz de primera, "se ha sembrado temprano y se ha salvado porque esta sequía llegó una vez terminado el grano y con su ciclo terminado, pero no se puede decir lo mismo del maíz de segunda o el tardío".
Insuficiente
Respecto a las zonas más castigadas, explicó que la foto de los cultivos marchitos no solo se da en la región centro, sino que se repite en varios campos del país. "Nosotros vamos haciendo los relevamientos y la verdad es que la situación de los cultivos es preocupante porque si bien en algunos sectores ha llovido, seguramente no será suficiente, y sin frentes de tormenta abiertos, creemos que el daño ya está hecho", precisó el productor oriundo de Alcorta.
Cabe mencionar que la ola de calor de inicio de febrero afectó por casi dos semanas a gran parte del país, con alerta roja por temperaturas extremas para la zona central (sur de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa), donde durante cinco días consecutivos se registraron máximas que llegaron a los 40ºC.
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Pese a que desde el último jueves la ola de calor empezó a ceder y llegaron las precipitaciones al sur-sur santafesino, con datos de unos 20 mm en promedio hasta el viernes último, según la FAA, no alcanzaría para revertir lo perdido. "Habría que ver cuánto es el daño que se produjo, pero los productores venimos de tres años soportando sequías sin ayuda prácticamente de nadie, ni del sector privado ni del estatal", explicó Banchi, a la vez que adelantó que una vez pasadas las lluvias anunciadas para este período se relevará lo provocado por el extremo calor.
Según el informe publicado este 8 de febrero por la Bolsa de Comercio de Rosario, "por la sostenida ola de calor se perdería aproximadamente 10 por ciento del área sembrada con soja de segunda en el área núcleo. En soja de primera, ha desaparecido el potencial de hace 15 días. Es clave cuánto llueva este fin de semana", revela un temprano estudio de lo que habría provocado el intenso calor.
"En los últimos siete días la condición de la soja de segunda se desplomó: desaparecieron los cuadros excelentes y los cuadros regulares a malos aumentaron un 33%, totalizando 500 mil hectáreas de las que se restan 100 mil hectáreas (que se dan perdidas por síntomas de estrés irreversibles). Aún permanece en estado bueno el 40% del área y otro 10% bajo condiciones muy buenas", asegura la entidad santafesina.
Sin récord
Basado en los datos proporcionados por las diferentes filiales de la Federación, Banchi pidió prudencia al momento de hablar de "súper cosecha", algo mencionado por el gobernador Maximiliano Pullaro, ya que "le hemos transmitido lo sucedido cuando nos reunimos la semana pasada y creemos que hay que ser muy prudentes, ya que las evoluciones de los cultivos hay que monitorearlas día a día", sugirió, resaltando que "lo perdido ya no se va a recuperar".
El encuentro entre las entidades rurales y el gobierno santafesino se desarrolló este 2 de febrero y participaron el gobernador Pullaro; el ministro de la Producción, Gustavo Puccini; y el secretario de Agricultura y Ganadería, Ignacio Mántaras y referentes de Carsfe, SRA, FAA y Coninagro.
Auxilio al productor
En este contexto de extrema preocupación para el sector, donde muchos trabajadores rurales aún no pueden recuperarse de la larga sequía, este inicio de 2024 los vuelve a poner en emergencia. "Estamos preocupados por este tema y muchos productores se han endeudado, especialmente en cooperativas, ya que son éstas las que han financiado a los trabajadores durante estos años, pero la espalda de esas instituciones no es tan grande y hoy realmente estamos necesitando de la ayuda del Estado", expresó el referente rural de Santa Fe.
Y puntualizó que pese a que en la provincia la emergencia agropecuaria se extendió hasta el 31 de marzo, "necesitamos reducir impuestos. También convocamos a los pueblos y ciudades de la provincia de Santa Fe para que acompañen al productor como el productor lo ha hecho desde siempre con las retenciones".
"Sabemos que hay un ajuste importante dentro de la provincia y la Nación -siguió-, pero nosotros tenemos que salvar no solo a los productores, sino a familias, ya que no son grandes empresas. Hablamos de personas arraigadas en pueblos y ciudades del interior, y esto significa una rueda de comercialización para esas localidades porque le dan vida a cada región".