El consumo de psicofármacos en Argentina creció en pandemia 4 veces más que otros medicamentos
Las medidas tomadas para controlar el avance del coronavirus, entre ellas el aislamiento, generaron efectos colaterales en gran parte de la población. De acuerdo a un informe privado, el consumo de psicofármacos aumentó 4 veces más que los medicamentos en general debido a la pandemia.
La cifra se desprende de un análisis privado realizado en base a datos provenientes del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, el cual revela que en el tiempo que lleva la crisis sanitaria mundial generada por el SARS CoV2 se ha incrementado el uso de psicofármacos. Del relevamiento realizado por la analista Melisa Murialdo se infiere que el incremento en el consumo de dichos fármacos estuvo empujado principalmente por dos medicamentos: el clonazepam y el aprazolam, los cuales se venden bajo receta. “En el 2020, dentro de los 100 medicamentos más vendidos, se encuentran el clonazepam con 10.598.329 y el alprazolam con 6.784.510 pastillas dispensadas”, remarca un informe privado.
Estos psicotrópicos están dentro de los 15 más vendidos en el país. Asimismo, la tasa de crecimiento de sus ventas refleja una suba superior al promedio general. Para dar cuenta de la dimensión del efecto de la pandemia, en el 2020 la venta de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central aumentó 6,5% en comparación al 2019 al pasar de 107 a 114 millones. “Durante el año del inicio de la pandemia, el total de medicamentos vendidos fue de 689.838.945 unidades, rompiendo con la tendencia descendente de 2019 al aumentar un 1,35%”, mientras que aquellos vinculados al SNC representaron el 16,59% del mercado total al haberse dispensando 7 millones más que el año previo, señala el reporte.
Dentro de este grupo farmacológico, el principal medicamento comercializado fue el paracetamol. Sin embargo, en ese espectro también se encuentran los medicamentos que son utilizados para tratamientos psiquiátricos, los cuales mostraron un crecimiento de 5,69% en 2020, alcanzando las 51.951.691 unidades totales. “Estos medicamentos que son utilizados para tratamientos psiquiátricos y actúan sobre el sistema nervioso central, muestran un crecimiento de un 6% en 2020, alcanzando las 51.951.691 unidades totales”, refleja el informe.
Todos los subgrupos de estos medicamentos mostraron aumentos, destacándose los sedantes con 9,18% y los antipsicóticos 8,59%. Y en cantidades, fueron vendidas casi 20 millones de antiepilépticos. Asimismo, señalan que dentro de los 100 medicamentos más vendidos, se encuentran el clonazepam con 10.598.329 y el alprazolam con 6.784.510 pastillas dispensadas.
“De acuerdo a la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), durante 2020 se vendieron 538.514 unidades más de clonazepam y 344.880 unidades más de alprazolam que en 2019. Cantidades que triplican y quintuplican el promedio general de unidades dispensadas de medicamentos, registrado el año del inicio de la pandemia” explica el reporte de Murialdo.
La tendencia creciente mostrada durante el 2020 continua su curso en lo que va del 2021, aunque en un porcentaje levemente menor: 4,51% de aumento total contra 5,69% en el año de la pandemia. “Los datos hasta el momento son hasta julio del año actual, cuando ya son más de 30 millones de unidades dispensadas. En los últimos tres años, se han vendido más de 4 millones de psicofármacos por mes en el país”, asegura el relevamiento.
En Argentina, antes de la pandemia, se estimaba que 15 de cada 100 ciudadanos (casi 3 millones de personas) consumían drogas bajo receta. También, 2 de cada 10 personas que consumieron alguna vez tranquilizantes, lo hicieron con receta médica y luego continuaron por su cuenta. En los hombres el consumo sin receta médica se disparó al 31,7% y en las mujeres al 14,2%. La razón del aumento de psicofármacos se debió en gran parte a los trastornos de la salud mental que trajo la Covid-19 como el insomnio y los problemas de sueño.
Hay varias causas para entender este aumento. Por un lado, el analisis apunta a la automedicación como uno de los factores que impulsa este incremento debido a una “gran facilidad para el acceso a distintas sustancias”. “Si a eso le sumamos que en la vida cotidiana hay cierta “medicalización” que nos genera la necesidad de tomar una pastilla para aliviar cualquier molestia, el combo es peligroso. A esto falta aún sumarle un último paso: la publicidad, que estimula el consumo de medicamentos. Basta con poner la televisión un día para advertir que más de la mitad de las publicidades son de farmacéuticas”, señala Murialdo.
¿Hay solución a este consumo excesivo?
Por un lado, recomiendan recurrir siempre en primer lugar a la atención profesional. Además, aconsejan evitar la automedicación. “A esto hay que sumarle la necesidad de comenzar a desalentar las publicidades de psicofármacos y ese universo paralelo en el que “todo siempre está bien”. Lo hemos mencionado a lo largo de la pandemia: a veces, no estar bien también es normal. Y, sobre todo, es fundamental regular la venta de medicamentos, el dispendio de recetas y el fácil acceso a cualquier sustancia”, concluye.