Sigue sin llover en el norte ganadero, y la situación lejos de mejorar, se sigue deteriorando. En diálogo con Campolitoral, el presidente de la Sociedad Rural de Tostado, Jorge Mercau, describió un panorama desolador. “Los pronósticos se desvanecen. Acá no llovió nada. Estamos con la lengua afuera. Ya no sé qué esperar, haremos las valijas, porque otra cosa no nos queda”, sostiene en referencia al ánimo generalizado.
El drama de los productores: barro, sudor y lágrimas
Según nos contó, los productores están comprando agua y alimento, pero las vacas están en muy mal estado, de hecho, algunas ya ni pueden subir a los camiones, y mueren ahí mismo. “Desgraciadamente, toda la provincia está en zona roja, no hay donde trasladarla, por eso se la está malvendiendo, la invernada se vino abajo. En los remates se duplica la cantidad de animales previstos. Estoy llevando agua, es una locura, pero no puedo ver un animal cuando llega un camión con agua la desesperación de estos animales, es tristísimo”, graficó.
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En cuanto a la ayuda del gobierno, explicó que fue más para la zona Este. “Acá nos mandó camiones y están acarreando agua”. Y agregó que al productor de menos de 200 cabezas, el flete le sale gratis; al que tiene hasta 400 tiene que pagar la mitad; y al que tiene más de 400 lo tiene que pagar por completo. “A mí me sale $ 47 mil con IVA cada camión, y dura entre uno y dos días, porque si no tenemos viento, los molinos no sacan agua por falta de viento, no sacan ni un chorrito”.
Mercau explica que hicieron un pozo, pero las napas se fueron debajo de 2 metros a 5 o hasta 7 metros. “Los molinos chupan y lo secan en 10 minutos. Y eso es en la parte donde hay agua. Los que no tienen agua como en Golondrina, es terrible, ahí no hay de dónde, no llovió nada. Tienen que llover como mínimo de 100 a 200 mm. Se necesita desesperadamente”, sostuvo, y explicó que en la zona hay unos 18 camiones acarreando agua.
También agregó que como rural “no podemos decir que el gobierno se desentendió: hubo ayudas de 600 mil pesos, que algunos la pueden agarrar, pero la mayoría no porque no tienen RUPP, trabajan en negro, y esa es la gente que está emigrando hacia las ciudades, porque le pueden llevar agua para 20 o 30 animales nada más. Esa gente se va a los cordones, y después empieza con los planes, y lo único que hacemos es agrandar las villas alrededor de las ciudades”.
Por último adelantó que hay mortandad de terneros, Y que en 2024 si hay un 30 % de preñez, es mucho. “Y con eso no pagamos ni el arrendamiento ni los gastos del campo”.
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Vivir con la hacienda
Según Juan Capozzolo, la situación ya es una locura. “Uno no quiere ni mirar los pronósticos, nos resignamos a que esto algún día podía pasar, y en lo personal me siento mal, porque cuando uno ve la tierra, ese sol a pleno, y el tiempo que sigue igual, y… empezás a pensar si esto no será para siempre, fíjate la locura de cómo uno piensa”.
En este sentido, “Juanchi” se resigna a comentar que con la campaña solidaria parecía que el Estado (o alguien) estaba tomando conciencia de lo que estaba sufriendo el sector, pero no. “Los políticos no tienen idea de lo que está pasando”.
Y contó el caso de “Pino” Ramos, ganadero de los Bajos, con 100 animales al oeste de Golondrina. “Vinieron los políticos, dijeron que armaron una comisión, se pusieron a relevar qué era. Pasó el tiempo, yo lo dije por eso tengo la autoridad moral de jetonear. Costamagna, que mande punteros políticos no sirve y no va a solucionar la cosa, porque era fin de semana y porque ese tipo no era de los de ellos. Y ese hombre empezó a salir, sin lugar ni siquiera para que la hacienda tome agua de las cunetas. Durmiendo y viviendo con los animales fue perdiendo 60 y pico: sacá la cuenta del capital que significa para él, que va perdiendo todo”.
Eterna postergación
Según Capózzolo, en Santa Fe durante mucho tiempo se dijo que los tres departamentos del norte para lo único que servían era para poner nombres en el mapa porque no tapabas nada. “40 años atrás yo iba por los caminos y podíamos andar bien. Ya no se puede, se erosionó todo, los caminos están tapados por ramas, no se puede circular. Para entrar a esos campos tenemos que entrar con machete y motosiserra, por los renovales en medio de los caminos. Y fueron los productores quienes abrieron los caminos. No los políticos. Esa es la realidad”.
“¿Porqué los políticos le tienen tanta bronca a quien produce?”, se preguntó. “A ese tipo que eligió estar ahí produciendo, sacrificándose, pero sí apoyan al que vive en un pueblo y le pueden sacar un voto”.
El productor contó que “un mes atrás me acerqué a un rancho de un hombre que está solo: los hijos se fueron para la ciudad, y me decía que iba a vender todo para salirse, porque ya no tenía edad apara volver. Ese hombre se va a ir a acovachar donde le permitan los hijos. Después vino la genta a usurpar campos de otros productores de subsistencia y el Gobierno lo único que hizo fue darles otro terreno y un pedazo de ese plástico negro para que vivan. Hace 4 años que están viviendo ahí. Eso no solucionó nada, están con estos calores debajo de un plástico”.
Según Capózzolo “la gente perdió la responsabilidad social de hacer algo y en eso somos todos responsables. Estamos creando una sociedad invisible, es esa sociedad que cuando vos estás tomando algo en un bar y pasa un chiquito a pedir le decimos no y seguimos hablando, y ninguno tiene la valentía de mirarlo a la cara. Eso lo vamos a hacer el día que nos animemos no en Twitter, sino en la cara de los políticos a decirle estas cosas”.
Por último, respecto de la campaña solidaria, aseguró que “como no quisieron que vayan las FFAA compraron camiones, total sobra plata en este país” ironizó. “Pero no los podían llevar porque los carretones estaban en la otra punta de la provincia, y los camiones empezaron a fallar. Pusieron punteros políticos, a los tirones están llevando agua, pero había soluciones, pero había que pensarlas”.