El Gobierno atraviesa las Pascuas en medio de la batalla cultural y la recesión

Juan Pablo Peralta / Periodista acreditado en Casa Rosada.

El 24 de marzo dejó su huella al interior de las paredes de Casa Rosada. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, concedió al gobierno de La Libertad Avanza una frase que hizo hasta ruido en las filas de la oposición kirchnerista, que por lo bajo dejó entrever que “no fue afortunada” en esta coyuntura. La dirigente de la organización de derechos humanos advirtió que Javier Milei “cambie o se vaya pronto”. El vocero presidencial Manuel Adorni fue el encargado de responder, argumentando que “voltear a un gobierno democrático llama la atención por lo incompatible entre lo que vivieron y lo que desean ahora”, dejando entrever una veta golpista en ese bloque opositor ligado directamente a Cristina Kirchner.

En el raid de lo que en el oficialismo denominan “la batalla cultural” se decidió cambiar el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK) y el del Salón Pueblos Originarios de Balcarce 50. Será por otro orientado a rescatar la memoria de la causa Malvinas “y que ningún otro gobierno se atreva a cambiar”, afirmó un funcionario que participará del evento el próximo martes 2 de abril, organizado por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Esto ocurrirá (si no hay cambios de último momento) luego de que el Jefe de Estado encabece otra actividad -por la mañana- en el cenotafio de Plaza San Martín en homenaje a los caídos en la guerra del ´82 con Gran Bretaña.

Reformas laboral y previsional

Mientras persisten estos debates vinculados al revisionismo histórico, que vale decir, suele impulsar cada administración que llega al poder, las cuestiones socioeconómicas siguen ocupando el centro de la escena. La confusa fórmula previsional que impulsó la gestión central a través de un decreto de necesidad y urgencia, dejó en claro que las reuniones con los bloques dialoguistas que participaron de sendos cónclaves con el ministro del Interior, Guillermo Francos, por ahora no arrojan resultados positivos, al menos para los potenciales aliados. La misma suerte corren los gobernadores.

La última entrevista con el titular de esa cartera encargada de las negociaciones fue con diputados del PRO, encabezados por Cristian Ritondo. De allí surgió la posibilidad de promover un proyecto de ley con la reforma laboral que, incorporada al articulado del DNU de desregulación de la economía, la Justicia mantiene frenada debido a los amparos presentados por los gremios. El Litoral consultó al vocero Adorni en conferencia de prensa sobre qué papel están jugando los sindicalistas en torno a esa determinación. El funcionario respondió que “hay consenso entre el oficialismo y un sector de la oposición para avanzar con una reforma laboral”, aunque insistió que la misma “va de la mano” de una reforma previsional, reconociendo a la vez, que la necesitad de esa nueva legislación es comprendida “por parte de los empresarios, parte de los sindicatos, parte de la política y por supuesto nosotros”.

15 mil afuera

Uno de los máximos referentes del mileísmo declaró en off: “No creo que se animen a voltear el DNU” en la Cámara baja, donde su presidente, Martín Menem, dilatará su tratamiento todo lo que pueda. La expectativa está puesta en debatir la Ley Bases sintetizada a mediados de abril e impulsar así el paquete completo, en tanto, se avanzará con la reducción de personal en la administración pública, que en esta segunda tanda perderá 15 mil empleados de planta transitoria, según salió a aclarar el entorno presidencial después de que Milei dijera en un foro económico que la cantidad de cesanteados abarcaría a 70 mil trabajadores.

Las aguas se dividen entre organizaciones gremiales que movilizan y amenazan con huelgas para la semana próxima, tal el caso de ATE (Asociación Trabajadores del Estado), y otras que, confirman en Casa de Gobierno, negocian los despidos con el Gobierno. “Los gremios te entregan todo si no les tocás las cajas; indemnización, convenios, todo, como hacen hace 70 años”, aseveró uno de los hombres de mayor confianza de Milei.

El clima de tensión por esta situación se siente en los pasillos y galerías de la sede del Poder Ejecutivo. Los 40 mil contratos que quedan en revisión pasaron de ser renovados de un año a tres meses. Nadie tiene garantizada su continuidad en ninguna dependencia pública, al igual que en las empresas estatales.

Dólares y cepo

En la previa a las Pascuas, Milei invitó a los que tengan ahorros en dólares a que los saquen del colchón. Los exégetas del mandatario en el palacio gubernamental señalaron que los dichos presidenciales apuntaron al objetivo de máxima que tiene el Gobierno, lograr estabilidad económica con la salida del cepo en los próximos meses, un acontecimiento que “los podría hacer perder”, expresaron. Desde Hacienda estiman que los argentinos tienen fuera del sistema más de 200.000 millones de billetes estadounidenses.

Sin dudas, la batalla o “guerra cultural”, como la bautizaron los halcones libertarios, cumple una doble función en esta administración que tiene como su principal activo la resistencia que continúa generando la experiencia acumulada del ex Frente de Todos. Una, socavar de manera fraccionada la simbología que impuso el kirchnerismo durante 16 años de gobierno y cuatro como oposición al macrismo, y otra, rellenar el hueco que está produciendo una recesión con inflación, que, por ahora, reconocen desde el oficialismo, tiene muy pequeños síntomas de reactivación.