El peronismo pierde la mayoría en el Senado
Emerio Agretti
Más allá del impacto político y sobre la gestión que tendrá la extendida derrota electoral del gobierno nacional, su traducción más rápidamente mensurable será en el Congreso de la Nación.
Los primeros resultados provisorios marcan que el Frente de Todos se encamina a perder la mayoría, lo que implica que Cristina Kirchner tendrá que sentarse a negociar los votos de fuerzas provinciales para hacer funcionar el Senado, una situación inédita para ella y para el justicialismo.
Así resulta con los datos disponibles hasta el momento de La Pampa y de Chubut, las dos provincias en las que, hasta minutos antes de las 21, el oficialismo tenía expectativas de revertir los números de las Paso. Las otras provincias en las que perdió en septiembre, como Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Mendoza, estaban en la agenda al sólo efecto de intentar achicar diferencias, y ya se daban por perdidas.
El Frente de Todos renovaba 15 bancas y consigue 9. Cinco las pierde a manos de Juntos por l Cambio y la restante queda para el peronismo cordobés. Así, pasa de 41 a 35 bancas, dos menos de las necesarias para el quórum. En tanto que la principal coalición opositora, que ponía en juego 9 bancas, obtiene 14 y entre propios y aliados sumará 33. Otras cuatro quedan fuera de la lógica de la grieta.
Con estos números, será la primera vez desde 1983 que el peronismo necesite de aliados externos para armar el quórum que se requiere para garantizar las sesiones y la aprobación de las leyes que envíe el Ejecutivo.
No obstante, conviene recordar que el peronismo seguirá teniendo más senadores que Juntos por el Cambio, con lo cual continuará siendo la primera minoría, y teniendo a tiro la voluntad de algunos representantes de fuerzas provinciales dispuestas a coincidir con el oficialismo, o al menos a negociar.