El primer clásico quedó para Peñarol
El primer tiempo fue, como se esperaba en la previa, muy peleado y friccionado, con ambos equipos metiendo en cada sector de la cancha y presionando sin dejar jugar con tranquilidad a su rival. En ese contexto, el mejor fue Atlético que generó 4 situaciones muy claras como para ponerse arriba en el marcador.
La primera fue a los 9 minutos con un tiro libre de Gabriel Giacopetti que le cayó de golpe a Joaquín Lince que, a puro reflejos, la sacó con sus pies. A los 24’, nuevamente de pelota parada y ejecutada por el “9” goleador, un defensor la bajó en el área y le quedó en los pies a Nicolás Echegaray que sin marca sacó el remate y nuevamente Lince se vistió de héroe para tapar el gol.
Ya sobre el final de la primera etapa llegaron las otras dos claras, una con mucha polémica. A los 42’, Juan Piris se filtró por el segundo palo y quedó cara a cara con Lince que nuevamente tapó el remate para enviarla al córner. En la salida de ese tiro de esquina, Lucas Lucero anticipó a todos y cabeceó, pero se fue rozando el ángulo izquierdo.
La última fue la gran duda de la tarde. A los 45 minutos, y otra vez desde pelota parada, Piris se tiró de palomita para conectar el centro de cabeza y colocarla al palo más lejano de Lince. Pero Espíndola, a instancias de su asistente, lo anuló por offside, a pesar de la protesta de todo Atlético.
El segundo tiempo había arrancado muy cortado sin tantas situaciones y más charlado que jugado. Incluso a los 18 se detuvo un par de minutos tras una jugada que generó protestas y que terminó con el arquero suplente de Atlético expulsado y con varios amonestados. Cuando se reanudó, a los 20 minutos, el “Morro” Ruiz ejecutó un gran tiro libre con rosca que, en la puerta del área chica, Emanuel Castro peinó para ponerla lejos de Fernando Tantoni y abrir el marcador.
Un par de minutos después, Echegaray le metió un gran pase a Franco Mathey que la bajó de pecho y se le fue un poquito larga, pero terminó sacando el remate que se fue desviado perdiéndose el empate.
De ahí en más el partido prácticamente no generó ninguna emoción más. Seguía siendo cortado, luchado y poco claro. De a poco se fueron terminando los segundos 45 minutos y finalmente Peñarol, que lo poco que generó aprovechó y que cuando tuvo que aguantar, aguantó, se quedó con el primer clásico y ahora irá a cancha de Atlético sabiendo que con un empate estará en la final.