(Por Mario Cáffaro) – El jefe de la bancada socialista de diputados, Joaquín Blanco, defiende la decisión de su partido de sumarse a Unidos, valora el debate interno que se coronó en el Congreso partido y ofrece la experiencia de gobierno de la fuerza para enfrentar el delicado momento político, económico y social de la Argentina. “La sociedad tiene bronca; debemos darle respuestas”, le dijo a El Litoral.
– Finalmente el Partido Socialista forma parte de Unidos. Hubo Congreso partido y después fueron a la presentación en Cayastá. ¿Cómo llegan a esta instancia, ordenados, divididos? ¿Cómo fue la génesis del debate interno?
– Somos un partido que jerarquiza el debate interno y eso, en este país es una rareza. Somos un partido de militantes y venimos discutiendo sobre la realidad del socialismo en la provincia de Santa Fe. Después del resultado de la elección del 2021, un resultado que para nosotros fue muy importante, producto de perder la provincia en el 2019 y de la pérdida física de Miguel Lifschitz. Lo de Clara García y Mónica Fein fue una verdadera gesta, en un escenario hiperpolarizado, haber sacado más de 200.000 votos, nos colocó en un lugar muy interesante. Pero claro, somos un partido de gobierno, somos el partido de gobierno en la provincia de Santa Fe por nuestra propia historia, por nuestra capacidad de gestión, por la construcción de cuadros técnicos – políticos en todas las áreas para gobernar. Nuestro gran desafío de discusión era de qué manera, no solamente manteníamos una identidad política fuerte del socialismo en Santa Fe, sino cómo construimos una alternativa al mal gobierno de (Omar) Perotti. En esa discusión dimos plenario en los 19 departamentos, tuvimos mucho debate con nuestros referentes territoriales, presidentes comunales, intendentes, concejales y terminamos en un congreso que, estoy muy orgulloso, porque se escucharon todas las voces democráticamente y donde después de un proceso interno que tuvimos en el año 2021 pudimos coronar esta decisión, siendo conscientes de las enormes dificultades que significa hacer política en el 2023 en la Argentina y en Santa Fe, pero con la expectativa y la esperanza de estar construyendo una superación al gobierno de Perotti. El socialismo, con sus banderas, con su historia, con sus capacidades técnicas, con su renovación dirigencial, está en la cancha y está discutiendo el gobierno de la provincia de Santa Fe.
– ¿Qué escenario electoral estás viendo?
– Soy de los que están convencidos que la mayoría de la política no está interpretando el escenario electoral que se avecina. Es un escenario inédito, donde el sentimiento predominante es la bronca. La gente hace cuatro años votó en cambio para mejorar la economía a nivel nacional y para mejorar la seguridad en Santa Fe. Cuatro años después esas dos cuestiones están peor. Está peor la economía y está peor la seguridad. El sentimiento de frustración es muy alto y se está reflejando en la opinión pública y en emergentes donde ya no son una novedad, sino que son una preocupante realidad, como es el fenómeno de (Javier) Milei. Estoy convencido de que en Santa Fe la gente no va a votar ni partidos, ni candidatos. En Santa Fe la gente va a votar un gobierno. ¿Quién gobierna Santa Fe?. ¿Quién tiene la capacidad para agarrar este fierro caliente que significa una provincia acechada por indicadores sociales y criminales y económicos muy graves?. El socialismo es el partido de gobierno de la provincia de Santa Fe, que tiene la capacidad, no solamente en términos de figuras, sino en términos de certezas de lo que somos y de lo que somos capaces de hacer, que podemos llevar en el marco de Unidos una propuesta que le ofrezca a los ciudadanos la garantía de que hay gobernabilidad, de que hay gobierno. Ese es el gran rol que tiene que cumplir el socialismo dentro de Unidos y ese es el contrato que el socialismo tiene que ofrecerle a la sociedad en este turno electoral. Ante tanta frustración, ante tanta improvisación, ante el gran fracaso que supone el gobierno de Perotti, el socialismo ofrece certezas sobre cómo se debe gobernar esta provincia de Santa Fe.
Para Blanco, hay mucha experiencia en los dirigentes socialistas para aportar a Unidos. Créditos: Luis Cetraro
– Unidos no puede significar un futuro gobierno dominado por internismos más allá de los 10 puntos generales que han aprobado y que han firmado.
– La experiencia de las coaliciones está en crisis. Lo vemos en el Frente de Todos. Esta unidad en la diversidad que nos ofrecieron colapsó y de la peor manera. Lo vemos en la provincia de Santa Fe, donde se unieron sectores del peronismo totalmente antagónicos y donde viven en una interna permanente que nos llevó al disparate de que en el 2021 compitieron en dos listas el gobernador y la vicegobernadora. Pero también a nivel internacional. Hay crisis en la alianza de Boric en Chile, en la de Petro en Colombia. Es muy difícil conducir coaliciones. El socialismo tiene una larga experiencia de conducir coaliciones en la experiencia del Frente Progresista. Si bien no hay manuales de cómo hacerlo, uno puede tener la certeza de la experiencia de gobernar una provincia como Santa Fe, requiere un gabinete integrado y no loteado. Requiere una presencia ordenada en el territorio. Requiere guiarse a través de un plan. Requiere liderazgos con una amplia capacidad de articulación política, tanto hacia el interior de la coalición como con la sociedad. El que crea que esta es una elección que ya está ganada, o el que crea que es lo mismo ganar una elección que gobernar, se equivoca. Es tan importante presentar una propuesta seria para que el electorado sienta que Unidos realmente es una alternativa de gobierno, como tener la capacidad de pensar que a partir de diciembre lo que puede gobernar Santa Fe no es un reparto de cargos, sino un verdadero proyecto integral de gobierno que necesita la provincia. Ese es el desafío que se presenta para Unidos y ese es el aporte estratégico, esa es la mirada política que aporta el socialismo en este proceso.
– ¿Esa mirada la comparten todos los sectores políticos?. De muchos fueron socios o integrantes de la coalición. Lo más extraño es el PRO e incluso en el congreso socialista hubo carteles de no girar a la derecha.
– Más allá de las características personales, Juntos por el Cambio es una coalición y convive en una coalición donde hay tensiones y dificultades. El Frente Progresista era una coalición. Ahora, Unidos nace con una gran fortaleza que es recoger lo mejor de la experiencia de los gobiernos del Frente Progresista, pero nace con la fortaleza de que el 75% de los habitantes de la provincia viven con un intendente o presidente comunal que gobierna dentro de partidos que están hoy en Unidos. Esto no es un experimento nuevo. Muchos intendentes vienen realizando experiencias exitosas de gestión, vienen realizando experiencias de transformación y ofrecen una certeza de continuidad a un proceso que no es un salto al vacío, sino es recuperar lo mejor del Frente Progresista sumado a las capacidades de transformación de los intendentes locales. Nace con una gran fortaleza de experiencia territorial y ese continente es el que permite con mayor claridad sintetizar las diferencias.
– ¿El socialismo va a ser una especie de sublema dentro de Unidos o va a tener listas compartidas con otros sectores políticos en la primaria?
– Les dijimos desde el primer momento, el socialismo quiere protagonizar el debate político y para eso tenemos que tener candidatos en todas las categorías. En todos los cierres del Partido Socialista siempre está la oportunidad de ampliar, de abrir, de integrar. Eso ha sido siempre la estrategia y la trayectoria del Partido Socialista, pero necesitamos que en Unidos estén claramente representadas las ideas y los valores del progresismo. Eso tiene no solamente una identidad política, sino que tiene un electorado muy definido que tiene un lugar donde expresarse ante un giro tan conservador del gobierno nacional, ante un giro tan conservador del gobierno de Perotti. Necesitamos que en Unidos estén representados los sectores progresistas, y los sectores progresistas claramente en Santa Fe están sintetizados en la experiencia y en los dirigentes del Partido Socialista. No solamente por una cuestión electoral, de disputa, sino por un sentido de mirada amplia de la política santafesina, el socialismo está llamado a ser protagonista en estas próximas elecciones.
– Usted marcó que el principal problema que tiene la provincia de Santa Fe, más allá de la sequía, fenómeno climático que aparentemente se va a revertir el año que viene, es el tema de la seguridad no es fácil. ¿Tienen libreto? No se revierte de un día para otro…
– Así es. Hay una experiencia muy importante que tiene que ver con mucho de lo bueno realizado a partir de abordar la crisis de inseguridad, que tuvo un epicentro y tiene un epicentro en la ciudad de Rosario, pero que uno recorre el territorio y ve cómo se ha deteriorado el servicio de seguridad provincial en toda la provincia. Hay experiencias positivas para recuperar, para restablecer, para poder volver a poner en marcha, pero también hay mucha expectativa a partir de lo dramático que es la situación del narcotráfico en la ciudad de Rosario, de que el próximo gobierno nacional pueda trabajar en sintonía con el próximo gobierno provincial. Lo que nos pasó en este período es lamentable, de cuatro ministros de Seguridad, cada uno con un librito diferente. Repasemos: (Marcelo) Saín, (Jorge) Lagna, (Javier) Rimoldi, ahora (Claudio) Brilloni. Ese nivel de improvisación tiene un costo altísimo que lo estamos pagando, pero además, Perotti se dio el lujo de estar peleado con Nación y de estar enfrentado primero con la ministra (Sabrina) Frederich y después con (Aníbal) Fernández. Eso también lo pagamos los santafesinos y los rosarinos. Después de esta enorme irresponsabilidad que hizo el peronismo con el tema de inseguridad, el próximo gobierno provincial junto con el próximo gobierno nacional entiendan que no hay soluciones mágicas, no se resuelve con un eslogan, esto es trabajo constante y decidido las 24 horas de las 7 de la semana, con mucha presencia en el territorio para pacificar Rosario y con mucha presencia del Estado para trabajar en consumos problemáticos, en urbanizaciones de asentamiento irregulares; para trabajar para que la escuela sea un lugar de contención y no de expulsión, todas cuestiones que se han desmantelado en estos últimos tres años.
Blanco insisto en marcar que si la política cree que en las próximas elecciones se está en el mismo escenario social que en el 2019 y el 2021 “la política se va a chocar contra una enorme pared. La sociedad tiene bronca, la sociedad está pidiendo respuestas o que la política se corra. Tenemos que pararnos en el lugar de la respuesta, no es un momento para improvisar; no es un momento para campañas electorales vacías de contenido, es el momento de ofrecer un gobierno y ese tiene que ser el lugar del socialismo”.