El western gauchesco y distópico de Javier Núñez, novela ganadora de Casa de la Poesía
Hagar Blau Makaroff
Mirador Provincial
“Muestra un buen pulso narrativo, gran manejo de los diálogos y narra, en tono cinematográfico, la historia distópica de dos mujeres que resisten a una realidad áspera y cruel”, rezaba el acta donde argumentó el juzgado su elección sobre ‘Hija de nadie’, una novela donde el propio autor buscó volver a los géneros de aventura y ciencia ficción que amaba en sus primeros recuerdos de lectura y escritura, a los que dio una vuelta de tuerca al cruzar en el argumento, condimentos del origen literario argentino con el gauchesco con imágenes del código western de cine, y los posiciona en un futuro de una Argentina distópica, en que la civilización tras la destrucción deberá barajar y dar de nuevo, volviendo a domar sus tierras ahora desérticas.
Javier Núñez vivió un fin de semana rodeado de salutaciones por redes, telefónicas y reales, y el lunes tras la gran noticia del galardón que publicará su obra, aseguró en diálogo con Mirador que “todavía en shock, cuesta dimensionarlo, porque este premio lo han ganado enormes autores y es un honor y una emoción lo que significa ese premio”.
De esta forma, a Núñez lo tomó por sorpresa absoluta, “no por la obra de uno, en la que creo en su solidez después de muchos años de trabajo en la escritura, pero sí por la competencia, porque uno sin saber los nombres que participan, en esos concursos siempre hay obras muy sólidas”. La sorpresa además fue porque “esta vez no estaba pendiente del evento de premiación. Fue abrir el mail y enterarme por ese medio. Entré en shock”.
Enseguida resaltó el significado que tiene este premio para el acervo de escritores locales: “Yo siempre escribí en el interior y edité mis libros con editoriales independientes, y tengo la convicción de que se pueden producir buenas obras, escribiendo y editando desde Rosario y tener proyección internacional”. De esta manera calificó este galardón compartido: “Es un triunfo que me excede a mí, no sé si existe eso de la rosarinidad, pero tiene que ver con que los circuitos de legitimación que funcionan por fuera y se resisten a mirar lo que hacemos acá, para que pongan ese ojo. Se me dio a mí, pero hay otros escritores, buenos amigos que me leyeron y me dieron devoluciones”, aseguró.
Una novela como reencuentro del autor con su infancia
Javier Núñez reconoció que esta obra no fue fácil de escribir, ya que estaba acostumbrado a otros géneros. “En la novela yo escribía en un registro más realista, más humano y urbano, mientras que quizás en el cuento me movía más entre los géneros fantásticos con similitudes a esta novela: hacía policiales, terror”.
Sin embargo “tenía ganas de hacer un retro futurismo cíclico, contar una historia pos apocalíptica de devastación, con un clima desolador, y que los que transiten ese escenario en La Pampa se vuelvan a parecer a nuestros gauchos. Puede haber similitudes con el western, porque me gusta ese imaginario en las películas, y quería ver cómo encontrarle una vuelta de tuerca más autóctona”.
Así la experiencia de escritura de esta novela para Núñez fue toda una aventura en sí misma: “Fue un soltarme en un desafío muy grande, la de hacer textos como cuando era muy joven. Me corrí como autor a esto que era como una deuda pendiente, volver a jugar con la imaginación como cuando se es un chico. Y escribir la novela fue reencontrarme con ese chico que quería ser escritor. Era mi sueño encontrarme con el lector que soñaba escribir”.
De esta forma reflexionó: “Este premio además de ser prestigioso, fue también para mí una sensación de que me premiaron por ese desafío que tuve en mi escritura”.
Adelantos de La hija de nadie
Con semejante buen augurio para su novela que ahora será editada y distribuida en los circuitos de habla hispana del mundo, surge la curiosidad previa, y al momento Núñez desconoce los tiempos que llevará esto. “Aun no tengo precisiones de cuándo lo publican, pero sería un sueño poder viajar a Cuba para cuando sea editado”, aventuró.
Esta novela fue creada por el autor desde el pleno encierro del origen de pandemia, en los primeros meses, y luego fue su desarrollo paulatino. Para 2021 ya lo compartió con sus lectores de confianza, “vino la maduración y sus devoluciones”, y para octubre lo envió al concurso de Casa de las Américas.
Las protagonistas mujeres no son madre e hija, hay una pérdida y un duelo, pero “entre ellas hay un vínculo que tiene similitudes con ese tipo de relación filial”. Y si bien es una especie de aventura ficcional, también reconoció que “es una historia con mucha crudeza y violencia, pero también mi intención es encontrar una iluminación”.
El argumento de la novela tiene lugar después de una serie de terremotos que acabaron con la civilización. De vuelta en una centralidad porteña, aunque ahora es una ciudad hipermecanizada que creció sobre sus ruinas, por fuera está el destino miserable del gaucho en el territorio salvaje, en una especie de retorno a los orígenes de la civilización y barbarie argentas.
En ese mundo un contrabandista escolta a una mujer y a una adolescente muda a través de la pampa mientras escapan de dos bandos enfrentados, para ponerlas a salvo más allá de la muralla.
Sobre Núñez
Núñez coordina talleres literarios y es colaborador en medios de prensa. En 2012, obtuvo el premio Sergio Galindo a la primera novela, convocado por la Universidad Veracruzana de México, y fue declarado escritor distinguido por el Concejo Municipal de Rosario.
Es autor de varios libros de cuentos y novelas, entre ellos, ‘La risa de los pájaros’, ‘Praga de noche’ y ‘La feroz belleza del mundo’ (cuentos) y ‘La doble ausencia’ y ‘Después del fuego’ (novelas). También es autor del libro de crónicas ‘Tríptico’.
En 2021, publicó el libro de relatos Postales de un mapa imposible, con ilustraciones de su pareja, Jorgelina Giménez, en la editorial rosarina Listocalisto.
Sobre la Casa de las Américas
Cuando pasaron solamente cuatro meses del triunfo de la Revolución Cubana, el 28 de abril de 1959,se creó la Casa de las Américas, institución que realiza actividades de carácter no gubernamental, encaminadas a desarrollar y ampliar las relaciones socioculturales con los pueblos de la América Latina, el Caribe y el resto del mundo.
La Casa de las Américas promociona, investiga, auspicia, premia y publica la labor de escritores, artistas de la plástica, músicos, teatristas y estudiosos de la literatura, las artes y las ciencias sociales del continente.
Haydee Santamaría (1923-1980), heroína de la lucha revolucionaria, presidió la Casa de las Américas desde su fundación hasta su fallecimiento en 1980. Luego la institución fue presidida por el pintor Mariano Rodríguez (1912-1990), y desde 1986 a la actualidad, por el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar (1930).
Los ganadores en poesía y ensayo
Además de la novela de Javier Núñez, en poesía obtuvo el galardón el poeta cubano Luis Lorente por Excepcional belleza del verano, y en ensayo, el historiador español José Antonio Piqueras Arenas por Moneda y malestar social en Cuba (1790-1902). La peruana Carolina Fernández y el boliviano Benjamín Chávez obtuvieron menciones en la categoría de poesía. En esta edición del concurso, la primera luego de la pausa impuesta por la pandemia y en modo virtual, se recibieron más de 1.600 obras inéditas.
El jurado de la categoría de novela estuvo integrado por la chilena Claudia Apablaza, la portorriqueña Mayra Montero, el ecuatoriano Santiago Vizcaíno y la cubana Dazra Novak.
En los jurados de poesía y ensayo del premio Casa de las Américas también hubo presencia argentina. El de poesía estuvo integrado por Jorge Boccanera, la argentino-cubana Basilia Papastamatíu y Rosa Chávez, de Guatemala. El de ensayo, por Mario Santucho, el peruano Carlos Aguirre y el cubano Yoel Cordoví Núñez.