Emmanuel Macron: “A los no vacunados, tengo ganas de joderlos”
[vc_row][vc_column][vc_column_text]A tres meses de las elecciones presidenciales en Francia, el presidente francés, Emmanuel Macron fue blanco de críticas por sus declaraciones en las que admitió su voluntad de querer “fastidiar hasta el final” a quienes no se vacunaron contra el Covid-19, en medio de la quinta ola de contagios que azota a Europa.
“A los no vacunados, tengo muchas ganas de joderlos. Y eso continuaremos haciendo, hasta el final. Es esta la estrategia”, reconoció Macron en una entrevista concedida al diario Le Parisien que se publicó el martes.
En sus dichos públicos el mandatario liberal utilizó el verbo en francés “emmerder”, que en su traducción tendría un significado similar a “joder”, “molestar”, “fastidiar” o “complicar la vida”. Tal es así, que este registro coloquial sorprendió al ser utilizado por un jefe de Estado, y desató una tormenta de críticas de parte de todo el arco político, tanto desde la izquierda radical hasta la extrema derecha.
En el marco de una severa quinta ola que el martes registró una cifra récord de 271.686 nuevos casos en 24 horas, Macron explicó que más del 90% de los franceses ya se vacunó, pero que aún sigue habiendo una minoría en contra.
“¿Cómo reducimos esta minoría? La reducimos, perdón por decirlo así, fastidiándola todavía más”, dijo.
Cabe destacar que el mandatario francés buscaría frenar el nuevo pico de contagios antes de anunciar su candidatura a la reelección, aunque ya se da por hecho.
No obstante, en este contexto, el Ejecutivo busca aprobar el uso de un pasaporte de vacunación que sustituya al actual pasaporte sanitario. Esta nueva medida se aplicaría a mediados de enero en el país.
Si se aprueba, los mayores de 12 años sin vacunar no podrán ir a restaurantes, museos, gimnasios, cines ni usar ciertos transportes sin estar vacunados, aunque presenten un test de diagnóstico negativo de menos de 24 horas.
Repercusiones en el arco político
“No corresponde al presidente de la República escoger entre buenos y malos franceses”, aseguró a la cadena CNews la candidata del partido derechista Los Republicanos a la presidencial, Valérie Pécresse, que se dijo “indignada”.
Además, Pécresse, a la que algunos sondeos dieron vencedora de la presidencial frente al actual mandatario tras su designación en diciembre, llamó además a los franceses a “poner fin al quinquenio del menosprecio”.
Los presidenciables ultraderechistas, bien situados en las encuestas, tampoco dudaron en atacar la “violencia”, en palabras del mandatario, que busca “existir en la campaña”, según otro aspirante a presidente, Éric Zemmour.
La candidata socialista, la alcaldesa de París Anne Hidalgo, y el comunista Fabien Roussel también cuestionaron su voluntad de “unir” a los franceses. El izquierdista Jean-Luc Mélenchon denunció una “confesión alucinante de Macron”.
Por su parte, el politólogo Jérôme Fourquet descartó en la radio France Info que esta nueva declaración le pase “forzosamente” una factura electoral, pero advirtió del recrudecimiento de la tensión.
“Una parte de las personas no vacunadas pueden considerarlo como una especie de última provocación o como una declaración de guerra”, dijo el experto del instituto de sondeos Ifop.
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