A pesar del tenso ambiente social y político que generó la decisión de la Asamblea de Francia de aprobar sin votación la reforma de las pensiones, Emmanuel Macron declaró este domingo que tiene la intención de “llegar hasta el final” con ella. La reforma eleva la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
Macron advirtió que irá hasta el final con la reforma de las pensiones
Fuentes de la Presidencia francesa enviaron este mensaje a los medios en la víspera de las dos mociones de censura que el gobierno que Macron enfrenta, a partir de las 15 GMT y cuya aprobación dependerá del voto de los 61 diputados de un partido conservador dividido.
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“Después de meses de negociaciones políticas y sociales, con más de 170 horas de debate y que terminaron con un texto consensuado entre el Senado y la Asamblea, el presidente de la República expresó a los responsables de ambas cámaras su deseo de que el texto sobre las pensiones vaya hasta el final de su recorrido democrático dentro del respeto a todos”, señaló la nota.
La reforma fue aprobada el pasado jueves 16 de abril mediante el uso del artículo 49.3, disposición legal que permite la implementación de un proyecto de ley sin votación en la Asamblea. El Ejecutivo tomó esta medida porque carecía de mayoría absoluta debido a la división dentro del partido conservador Los Republicanos (LR).
El nuevo plan para las pensiones, considerado fundamental por el presidente de Francia para lograr el equilibrio de las finanzas públicas, entrará en vigor si el Gobierno sobrevive a las dos mociones y a eventuales recursos en el Consejo Constitucional.
Macron mostró además su preocupación por las denuncias de decenas de parlamentarios oficialistas, quienes aseguran haber sufrido amenazas verbales y físicas por apoyar la impopular reforma.
El mandatario demandó que se pongan en marcha “todos los medios” para proteger a los diputados amenazados.
Manifestaciones
Por cuarta noche consecutiva, algunas ciudades de Francia registraron manifestaciones antigubernamentales no declaradas a las autoridades. Al menos seis personas fueron detenidas en relación con la de París, que tuvo lugar en el barrio de Forum Les Halles sin mayores incidentes, y doce personas fueron detenidas en relación con la de Marsella, en la que intervino la policía antidisturbios.
Mientras Francia vivió su cuarta noche de manifestaciones espontáneas y no declaradas ante la autoridad, las huelgas parciales siguen en pie.
El 30% de los vuelos del aeropuerto de Orly-París se han cancelado para este lunes y el 20% de los del aeropuerto de Marsella, debido a paros convocados por los controladores aéreos.
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Los trenes también resultaron impactados. Circulan 4 de los 5 trayectos de alta velocidad; dos tercios de los regionales TER; y un 60% de los Inter ciudades. En París, los trenes de cercanías tampoco circulan con normalidad.
Varias refinerías se mantienen bloqueadas, como la de Le Havre, la mayor del país. Aunque aún no hay datos consolidados, varias gasolineras en la región de Lyon y de Marsella ya sufren de la falta de carburante.
Por su parte, los impactos de los paros en la recogida de basura en París se hacen todavía sentir. A pesar de que el Gobierno ha impuesto la vuelta de algunos trabajadores por razones de salud pública, miles de toneladas de basura se acumulan todavía en las aceras.
El Ayuntamiento de París, que apoya la huelga y no coopera con el Gobierno, calculó que el número de desechos se ha estabilizado en 10.000 toneladas.