Con el foco puesto en Rosario
En el Senado hubo unanimidad para reformar el Código Procesal Penal
Las disidencias justicialistas estuvieron marcadas en un artículo que también fue objetado por el bloque de diputados. La crisis de seguridad en el sur provincial dominó los discursos.
Luis Rodrigo / Mario Cáffaro
La unanimidad, producto de los acuerdos y de una extensa labor en comisiones, fue clave en el Senado para que se vote en favor de la reforma al Código Procesal Penal de la Provincia. La norma se aprobó sin disidencias en general y, en el tratamiento en particular, se abstuvo el bloque del PJ sobre uno de los 36 artículos modificados.
En horario y día especiales, un miércoles pasado el mediodía, mientras se sostenían las exposiciones de la fundamentación en el recinto, el presidente provisional Felipe Michlig (UCR-San Cristóbal) pudo comentarles a sus pares que el proyecto ya era ley gracias a otra rápida media sanción de Diputados.
En la sesión especial culminó una serie de cambios que se negociaron entre los senadores del oficialismo y de la oposición en minoría. El presidente de la bancada justicialista, Rubén Pirola (PJ-Las Colonias) valoró la predisposición al diálogo del bloque de la mayoría, que dispone del número suficiente para imponer y prefirió convencer y llegado el caso ceder.
“Cambio de paradigma”
El jefe del bloque del oficialismo, Rodrigo Borla (UCR-San Justo) explicó que la norma es parte de "un cambio de paradigma" en la visión del Estado sobre los problemas de la inseguridad en la provincia de Santa Fe, con especial foco en la crisis que sufre la ciudad de Rosario. Precisamente, el representante por ese departamento Ciro Seisas (CREO) expresó que se vive bajo la urgencia de "los días más complejos" en el conglomerado urbano más poblado del mapa de la bota.
El representante rosarino usó dos expresiones fuertes, de la Casa Rosada y la Casa Gris: "el que las hace las paga", dijo como síntesis de lo que la ley debe procurar para combatir el narcotráfico con más herramientas y "no vamos a dar ni un paso atrás", al citar lo dicho por el gobernador Maximiliano Pullaro y la promesa de campaña de Javier Milei. Destacó que esta vez hay voluntad política en ambos ejecutivos, y del intendente municipal Pablo Javkin para que se cumplan ambas frases.
Flagrancia
El titular de la bancada de Unidos y el líder del justicialismo mostraron el resultado de sus negociaciones. Es que hubo cambios al texto que en una primera versión del proyecto de ley, llegaron desde el gobierno de Santa Fe. Las correcciones al original contaron el acuerdo de los ministros de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastia y de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni.
Explicaron que un artículo referido a los delitos en flagrancia fue objeto de largas discusiones respecto de ampliar el plazo de esa instancia que en buen romance significa sorprender al delincuente con las manos en la masa. Primó un criterio de prudencia constitucional para que, además de herramientas innovadoras frente al fenómeno de "la puerta giratoria" se salven garantías constitucionales ciudadanas.
Estas últimas fueron una y otra vez revisadas para que no sean un obstáculo para la persecución penal. Joaquín Gramajo (Unite-9 de Julio) advirtió que aunque se acuse a las reformas de inconstitucionales o contrarias a las garantías del derecho a la presunción de inocencia, la transformación del proceso penal en Santa Fe "es plenamente constitucional". En alguna medida, buscó poner un antídoto a las críticas que luego aparecieron en Diputados (en forma muy minoritaria).
Abstención
El justicialismo en minoría no votó el artículo 20, porque esperaba poder añadir plazos estrictos a los procedimientos judiciales, evitar que una causa abierta por un fiscal pueda permanecer en un estado de indefinición por más de un año. Argumentaron que en las reformas previstas a nivel nacional para el fuero federal penal se legislará en esa dirección y que tampoco redunda en una justicia "más eficaz" el no imponer límites en el tiempo a los miembros del Ministerio Público de la Acusación.
Lo explicó Pirola en una exposición en la que enumeró los muchos acuerdos y ese desacuerdo sobre los puntos a reformar.
Debe explicarse qué significa una abstención en términos políticos. Cuando un legislador se priva de votar debe pedir una autorización al cuerpo, que habitualmente le concede esa posibilidad. En ocasiones se lleva a cabo ese "no voto" (que se define por lo que no es, ni positivo ni negativo) para preservar la unanimidad. En definitiva, todos los votos contabilizados para el artículo 20 fueron por la afirmativa.