En un hogar es más frecuente que quien no fue vacunado contra el Covid contagie a sus convivientes
Por Luciano Andreychuk
El Litoral
En un nuevo estudio realizado por el grupo interdisciplinario de investigadores “Ciencia Rosarina contra el Coronavirus”, se abordó cómo son los contagios intrahogar entre grupos de personas convivientes que se infectaron de SARS-CoV-2, dentro de los cuales sólo una había sido inoculada contra el nuevo coronavirus. Los resultados relevados son cuanto menos novedosos, y ponen de relieve otra vez la importancia de la vacunación.
El informe, si bien complejo por los cruces de datos estadísticos, puede resumirse así: los científicos analizaron los datos de vacunación (con al menos una dosis, e independientemente del tipo de vacuna administrada), y los casos de contagios diagnosticados en toda la provincia entre el 1° de enero de 2021 al 30 de junio de este año en personas de entre 18 y 65 años.
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De esa población, se lograron seleccionar 494 casos de grupos de dos convivientes (de un mismo domicilio) que se contagiaron entre sí, de los cuales uno había sido inoculado contra Covid-19 y el otro no. Y en una relación de casi 2 a 1, fue el no vacunado quien contagió al que sí había recibido al menos una dosis.
“Más simple: de esos 494 grupos integrados por dos personas convivientes, una se infectó primero (caso índice) y luego contagió a la segunda persona (caso secundario). Son casi mil personas contagiadas, y la pregunta a responder fue, ¿quién se contagió primero? En una mucha mayor proporción, quien llevó el virus al hogar fue la persona que no había sido vacunada, y que infectó a la que sí había recibido el “pinchazo anti Covid”.
“El análisis previo indicaría que en los contagios intra-hogar que involucran a una persona vacunada y a otra no vacunada, es mucho más frecuente que sea la persona no vacunada quien contagie a quien lo estaba. Esto podría deberse a dos motivos: primero, que la efectividad de las vacunas sea menor para prevenir infecciones al convivir con una persona infectada; y segundo, que una persona vacunada al contagiarse exponga menos a sus convivientes”, dice el estudio de Ciencia Rosarina.
Ambos motivos tiene su explicación: “La primera causa es consistente con la disminución de efectividad de las vacunas ante una exposición muy prolongada en el tiempo, tal como ocurre al convivir con una persona infectada. La segunda causa va en línea con diversas publicaciones que muestran que las personas vacunadas, en caso de contagiarse, presentan una menor carga viral y, por ende, producen menos contagios en sus hogares”. En cualquiera de los casos, “esto ratifica la importancia de que se vacunen todos los integrantes de cada familia”, subrayan.
Con todo, se infiere así que “la vacuna no protege tanto cuando hay una exposición muy grande al virus, es decir, con una persona conviviente infectada con la cual se está gran parte del día; y, por otro lado, si estás vacunado y te contagiaste, en tu casa contagiás a menos personas porque se desarrolla menor carga viral gracias a la vacuna. Encontramos relativamente pocas personas que se han contagiado de un conviviente vacunado”, le dice a El Litoral el Dr. Ernesto Kofman, investigador principal del Conicet y profesor asociado en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, uno de los participantes del estudio.
Estrategias
A la luz de estas conclusiones, el estudio es contundente en dos observaciones. En cuanto a las estrategias de vacunación, “para disminuir la posibilidad de contagio intra-hogar sería conveniente vacunar a todos los que conviven con personas pertenecientes a grupos de riesgo”.
Pero también, el informe muestra “la necesidad de avanzar cuanto antes sobre la vacunación de toda la población, incluyendo sobre todo niños y adolescentes. Más aún, lo observado deja abierto el interrogante sobre la conveniencia de avanzar (en la inoculación a los menores) antes que reforzar con una tercera dosis a la población de riesgo”.
Kofman se detiene en este último punto: “Una vez que se autoricen las vacunas para los menores, habría que ‘apurar’ la vacunación en esa franja poblacional. Porque está instalada la idea errónea de que a los más chicos nos les pasa nada (o que no contagian), y se prioriza la vacunación en la población adulta. Planteamos que podría ser más conveniente empezar a inocular a menores de 18 años, que son quienes podría llevar el virus a sus hogares, antes que pensar en una tercera dosis de refuerzo, que es algo que se está evaluando”.
-Llegaron 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna. Está autorizada para menores…
-Sí, y se supone que se utilizará Sinopharm también para menores. Es muy probable. En China, se utilizó la Sinopharm en niños desde los tres años (en ambos tipos de vacunas, aún se aguardan las autorizaciones correspondientes desde Nación para ser aplicadas en el país).
Quiénes integran el grupo
El informe fue realizado por el grupo interdisciplinario “Ciencia Rosarina contra el Coronavirus”, está integrado por investigadores y docentes de Conicet y UNR, con la colaboración en el aporte de datos del Dr. Miguel Pedrola y los Ings. Tomás Baima y Florencia Bagilet.
Los científicos, científicas y docentes que integran el grupo son Paula Abufager, Andrés Alloatti, Julieta Barchiesi, Mariana Bergonzi, Florencia Blázquez, Lucas de Candia, Daniela Cattaneo, Ana Laura Cavatorta, Analía Chumpitaz, Pamela Cribb, Ernesto Kofman, María Marta Ibañez, Milena Marro, Lucía Papa, Natalia Santucci, Pablo Tomatis y Silvina Villar.