Escuela primaria: la clase media argentina es la que menos horas de educación recibe
En medio del debate por la iniciativa oficial de extender el horario de clases en la primaria, se conoció un informe del Observatorio Argentinos por la Educación que revela que solo el 14,1% de los estudiantes de este nivel asiste más de las 4 horas por día a su escuela. De ellos, el 7,3% accede a jornada completa (8 horas de clase), mientras que el 6,8% tiene jornada extendida (más de 4 horas pero menos de 8).
Los datos surgen del informe “Extensión de la jornada escolar en el nivel primario”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Cecilia Veleda (doctora en Sociología de la Educación), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación).
El estudio releva el avance de la extensión de la jornada escolar en el nivel primario en las 24 jurisdicciones del país, utilizando los datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación.
Las disparidades reflejadas en el informe son algunos de los motivos que impulsaron al gobierno nacional a proponerle a las provincias sumar una hora de clases diaria en las escuelas primarias estatales.
Sin embargo, un dato del estudio evidencia aún más desigualdades en torno a esta temática: A nivel nacional, los estudiantes de la clase media son los que menos horas pasan en el aula.
Utilizando los datos de las Pruebas Aprender 2018, que contienen un apartado sobre el nivel socioeconómico de los alumnos que asisten a la escuela, los autores analizaron cómo es la participación en la jornada extendida por parte de los distintos sectores.
Allí, encontraron que del nivel socioeconómico alto asisten más a escuelas con jornada extendida o completa (20,8%) que los de nivel socioeconómico bajo (17,4%). Y que el menor porcentaje de acceso es entre los estudiantes de sectores medios (11,8%).
El para qué de más horas de clases
Aunque la Ley de Financiamiento Educativo del 2005 había fijado el objetivo de llegar al 30% de estudiantes con jornada extendida para el año 2010, la cifra actual –14,1%– implica que no se llegó ni siquiera a la mitad de lo estipulado. Más lejos aún quedó la meta definida por la Ley de Educación Nacional (2006), que establecía la universalización de jornada extendida en el nivel primario. En algunas jurisdicciones, la normativa provincial también dispone la obligatoriedad de la jornada extendida o completa.
“El estudio de los distintos modelos de extensión de la jornada escolar existentes en el país revela que un gran riesgo de esta política es que toda la energía se consuma en los aspectos presupuestarios, administrativos y organizativos. Para que la incorporación de una hora más tenga impacto positivo sobre los aprendizajes, es clave acompañar a las escuelas en las decisiones pedagógicas. Sin orientaciones curriculares, la calidad y pertinencia de las propuestas de cada escuela puede ser muy desigual”, explicó Cecilia Veleda, coautora del informe.
La reciente propuesta del ministerio de Educación apunta a avanzar en la extensión de horas de clases, previstas por las normativas nacionales. La iniciativa, que fue tratada en el Consejo Federal de Educación y que ahora cada provincia buscará acordar los mecanismos de su implementación, busca sumar sumar una hora diaria de clase para la enseñanza, principalmente, de Matemática y Lengua.
En ese sentido, Flavio Buccino, maestro y especialista en gestión educativa indicó: “Varias investigaciones y evaluaciones internacionales (incluido el informe PISA) demuestran que más tiempo dedicado a la enseñanza no siempre equivale a mejores resultados. Casi todos esos estudios sugieren como cuestión central revisar cómo se usa el tiempo disponible y, si fuera necesario, incorporar más horas. Pero en todos los casos proponen un tiempo diferente: menos lineal, menos ‘escolarizado'”.
Por otra parte, el especialista advirtió que “el incremento debe sustentarse con medidas integrales”: “Sin cambios en los métodos de enseñanza, en la formación docente, en la infraestructura y en la gestión escolar, más tiempo puede significar solo más de lo mismo, a mayor costo y sin garantía de mejora en los aprendizajes”.
Avances dispares
El informe aborda las disparidades entre provincias, tanto en el alcance como en la implementación de la jornada extendida: algunas avanzan duplicando la jornada escolar, mientras que otras suman una hora de clase.
Entre 2011 y 2019, la proporción de estudiantes de primaria que asisten a jornada extendida o completa aumentó en 5,2 puntos porcentuales, lo que representa unos 247 mil alumnos. La provincia con mayor crecimiento en este período fue Tierra del Fuego (+20,7 puntos porcentuales), seguida por Córdoba (+18,6 pp) y CABA (+15,2 pp).
La provincia que está más cerca de universalizar la jornada completa o extendida en el nivel primario es Tierra del Fuego (81,4% de los estudiantes); en el otro extremo se encuentra Santa Cruz (2,0%). La forma en que se extiende la jornada, sin embargo, es muy heterogénea: desde la política de “una hora más” de Tierra del Fuego, hasta las experiencias de la Provincia de Buenos Aires, Río Negro y la Ciudad de Buenos Aires, que en algunas escuelas duplicaron sus jornadas.
La jurisdicción con mayor proporción de cobertura de jornada completa es la Ciudad de Buenos Aires, con un 40,3% de los alumnos. En el otro extremo se encuentra la provincia de Mendoza, con el 0,7% de su matrícula de primaria en esta modalidad. Por otro lado, Tierra del Fuego es la que alcanza la mayor proporción de alumnos con jornada extendida (74,8%), mientras que Chaco y Santa Cruz no tienen alumnos en esta modalidad.
También se observan diferencias al analizar las escuelas por tipo de gestión. Ambas gestiones se ven encabezadas por Tierra del Fuego, pero en el sector estatal Córdoba (52,4%) alcanza niveles superiores que CABA (49,7%). Por el lado de la gestión privada, CABA logra que el 41,6% de los alumnos asisten a escuela privada lo hagan a una con jornada extendida o completa.
En los extremos inferiores la situación también es volátil. Santa Cruz no tiene virtualmente alumnos que asistan a escuelas estatales con jornada extendida o completa mientras que el 11,6% de los que asisten a una privada lo hacen en modalidad de jornada completa. Catamarca, Formosa, La Pampa y La Rioja no tienen alumnos de escuelas privadas que asistan a jornada extendida ni completa.
En ese sentido, Juan Llach, exministro de Educación de la Nación, señaló: “El estudio muestra un aspecto positivo y poco conocido: los estudiantes de nivel socioeconómico bajo no se diferencian mucho de sus pares de otros sectores sociales en el acceso a jornadas más extensas. Pero algo que no puede mostrar el estudio, por falta de estadísticas más precisas, es que en el segmento de las clases más altas casi todos los estudiantes asisten a jornada completa, lo que realimenta las desigualdades”.