Espinillo: entre Santa Fe, Tokio y la gloria
Ignacio Pueyo
Maximiliano Espinillo nació hace 27 años en la ciudad de Córdoba, en el seno de una familia humilde, en la que el trabajo y el esfuerzo diario eran fundamentales para vivir el día a día. A los 4 años, un desprendimiento de retina provocado por un virus le quitó la vista. Sin embargo, desde muy pequeño comenzó a jugar al fútbol, rebuscándosela con los elementos que tenía a mano para armar pelotas con distintos elementos en su interior, de modo que hicieran ruido para poder jugar.
Seguramente el Maxi Espinillo de aquellos años tenía muchos sueños, al igual que cualquier niño. Hoy, la ilusión de aquel pequeño que creaba sus propias pelotas, se convirtió en el grito de todo un país que cantó sus goles en los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde Argentina logró la medalla de plata en fútbol 5 adaptado.
Hace algunos años que el futbolista vive en la ciudad de Santa Fe, localidad de la cual es oriunda su esposa. Desde su casa en barrio Sargento Cabral, Espinillo accedió a hablar telefónicamente mientras afronta los 14 días de aislamiento luego de regresar de tierras japonesas. Allí, Espinillo se convirtió en goleador y estandarte de la Selección, luego de convertir siete tantos en el certamen. Además, su gran desempeño le valió ser elegido como el abanderado de la delegación argentina en la ceremonia de cierre de los Juegos Paralímpicos.
—Si bien vos ya tenés mucha experiencia en Los Murciélagos, con el tema del covid deben haber sido unos Juegos distintos.
—Sí, la verdad que sí. Nosotros habíamos ido a Japón dos meses antes, a fines de mayo. Para nosotros fue totalmente distinto porque estábamos todo el tiempo en burbujas. Japón quería realizar sí o sí los Juegos, entonces hizo un campeonato previo para poner en marcha algunos protocolos. La verdad que fueron exitosos todos los protocolos, y fueron unos Juegos distintos por muchas cosas. Obviamente la distancia social, a la hora de ir a cenar todas las mesas tenían sus respectivas mamparas, los testeos todos los días.
Estos fueron los segundos Juegos Paralímpicos de Espinillo, quien ya había estado presente en Río 2016, donde Argentina logró el bronce tras vencer a China. Además, estuvo presente en el Mundial de 2014, disputado también en Tokio, donde justamente la albiceleste fue subcampeona. En tanto, en 2015 Espinillo formó parte de Los Murciélagos que lograron el oro en los Juegos Mundiales de Seúl y estuvo presente en los Parapanamericanos de Toronto en dicho año y en los de Lima en 2019, donde en ambas ocasiones Argentina fue subcampeona. Con este extenso currículum sobre sus hombros, Maxi Espinillo y Los Murciélagos realizaron un campeonato notable en Tokio. Al respecto, el goleador argentino contó los detalles de la hazaña.
—¿Cómo vivieron el torneo ustedes?
—Nosotros la verdad que sabíamos que teníamos un objetivo claro desde que salimos de Buenos Aires y era llegar a la final. Obviamente nos planteamos ganarla. El primer partido fue duro, contra Marruecos, porque es una selección que no conocíamos, contra la que nunca habíamos jugado. Era la primera vez que ellos clasificaban. Fue difícil el debut. Ganamos 2 a 1, pero fue difícil. Después vino España, que es una selección que ya conocíamos, contra la que hemos jugado muchos partidos. Fue un encuentro lindo que pudimos abrir rápido, y tuvimos el control del partido todo el tiempo. Contra Tailandia, que ya venía diezmado por perder los dos primeros partidos, sabíamos que si hacíamos las cosas bien, les podíamos ganar, y así fue.
Más tarde llegarían las fases finales: en primer lugar la semifinal contra China, un rival conocido y una de las potencias mundiales. “China es una selección muy importante. No digo que las otras no sean importantes, sino por la forma en la que juega, porque China todo el tiempo te maneja la pelota, tiene jugadores muy rápidos, muy buenos, y se complica un poco más. Lo pudimos abrir rápido también” explicó sobre la victoria 2 a 0 ante los orientales, obtenida con dos tantos suyos.
Finalmente, llegaría el partido definitivo ante el implacable Brasil. “Contra Brasil el partido fue difícil, trabado y duro. Sabíamos que el que hacía el gol se llevaba todo el premio. De nuevo la balanza cayó para el lado de ellos y ahora nos toca seguir trabajando. A descansar y poner la cabeza en lo que viene” detalló sobre el partido que se les escapó ajustadamente por 1 a 0.
Por otra parte, hay que decir que en esta ocasión, por primera vez en mucho tiempo,
Argentina no contó con uno de sus máximos referentes: Silvio Velo. El futbolista de 50 años no formó parte de la delegación, y Espinillo contó cómo afrontaron el certamen sin su capitán histórico. “La verdad que Silvio es un emblema de la selección, es el capitán desde hace muchos años. Supongo que fue difícil para los técnicos no llevarlo, pero tenemos un equipo muy bueno y muy largo. Cada jugador que llega rinde al 100% y somos un equipo. No tenemos grandes individualidades porque nos complementamos todos siendo un equipo. Cada uno aporta lo que tiene, y su aporte junto con el de los demás suma” señaló Espinillo.
Histórico recibimiento
Una vez finalizados los Juegos, con la euforia lógica después de la medalla obtenida, los allegados a Espinillo decidieron homenajearlo como se lo merecía. Fue por eso que una gran cantidad de familiares y vecinos se reunieron en el domicilio del jugador el pasado miércoles 8, para recibir al subcampeón y goleador de Los Murciélagos.
—Tu familia y tus vecinos te dieron un lindo recibimiento.
—Sí, fue espectacular, la verdad que no me lo esperaba. Después de 40 horas de viaje la verdad es que solo pensaba en llegar a mi casa, ducharme, tomar algo y descansar. Pero no me lo esperaba. Mi señora junto a los vecinos, mi suegra, armaron todo. Fue hermoso, muy emocionante.
Al respecto, Espinillo contó una anécdota que pinta de cuerpo entero el esfuerzo que realizan los atletas paralímpicos, sobre todo teniendo en cuenta el delicado contexto de pandemia que se vive actualmente en todo el mundo.
—¿Es verdad que hubo vecinos que te veían pateando en el playón del barrio y de un día para el otro te vieron por la tele en Tokio?
—Sí, hubo momentos en la cuarentena en que no se podía entrenar en las canchas o en los gimnasios, y uno necesitaba entrenar. Nosotros teníamos el Paralímpico y necesitábamos sí o sí entrenar. La verdad que fue emocionante, porque me vieron en la tele y me llegaron muchos mensajes, mucha gente con mensajes de aliento y de apoyo.
Como señalamos anteriormente, si bien el futbolista es oriundo de Córdoba, hace tiempo que está radicado en Santa Fe, donde milita en el equipo de fútbol de Los Búhos. “Soy cordobés, hace dos años que vivo acá en Santa Fe. He jugado en varios equipos en la liga y hace ocho años que estoy en la selección. Acá a Santa Fe llego porque mi señora es santafesina. Estuvimos dos años viviendo en Córdoba, y ahora vivimos dos años acá. Como que hacemos dos años y dos años” contó entre risas.
Al mismo tiempo, habló justamente de Los Búhos: “Es un equipo que está queriendo hacer las cosas bien, teniendo más protagonismo en la liga. Este año no se pudo jugar por el tema de la pandemia, pero el año que viene sí. Esperamos que el año que viene se den los resultados, porque se está invirtiendo mucho en infraestructura, en contratar a jugadores de nivel, porque obviamente hay que reforzar. El fútbol como todo deporte se va profesionalizando, y eso hay que acompañarlo con resultados”.
Por otra parte, el goleador dejó una reflexión necesaria para la comunidad y para los medios de comunicación, para poder brindar mayor difusión e importancia a los deportes adaptados: “La difusión de los medios de comunicación es súper importante. Tanto de los medios gráficos, como la televisión, la radio. Está bueno aprovechar este momento para eso, para hablar con los medios y que entiendan que es un deporte que necesita difusión, que se visibilice más. Es necesario para nosotros por una cuestión de que al ser amateur todo cuesta el doble”.
Para finalizar, repasamos la ajustada y emocionante agenda que tendrán Los Murciélagos de cara a un reducido ciclo olímpico en camino a París 2024. “El año que viene tenemos la Copa América acá en Argentina. Todavía no se sabe en qué provincia, si va a ser en Buenos Aires o en otra. En el 2023 tenemos el Mundial en Inglaterra, el Panamericano en Chile, y en el 2024 los Juegos de París. Así que hay que descansar ahora, disfrutar con la familia, renovar las fuerzas y empezar después. Seguramente a fines de octubre tendremos la concentración con la selección y será barajar para dar de nuevo. Va a ser muy lindo y muy intenso. Va a haber que estar bien preparados” cerró Espinillo.