Boletín Oficial
Estado de emergencia del sistema energético nacional
Se determinó a través del Decreto 55/2023.
El Gobierno determinó este lunes el estado de emergencia del Sector Energético Nacional de Argentina.
El mismo fue presentado en el Decreto 55/2023 publicado en el Boletín Oficial y con firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Nicolás Posse y todo el gabinete.
Se da en lo que respecta a los segmentos de generación, transporte y distribución de energía eléctrica bajo jurisdicción federal y de transporte y distribución de gas natural. Aplicará desde el 31 de diciembre de este 2023.
Se instruyó además al Ministerio de Economía de Luis Caputo a que ponga “en vigencia e implemente un programa de acciones necesarias e indispensables con relación a los segmentos comprendidos en la emergencia declarada, con el fin de establecer los mecanismos para la sanción de precios en condiciones de competencia y libre acceso, mantener en términos reales los niveles de ingresos y cubrir las necesidades de inversión, para garantizar la prestación continua de los servicios públicos de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural en condiciones técnicas y económicas adecuadas para los prestadores y los usuarios de todas las categorías”.
Por otro lado se intervendrá el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) y Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) desde el 1 de enero “hasta la designación de los miembros del Directorio que resulten del proceso de selección previsto en el artículo 8° del presente decreto”. Los entes se someterán a una auditoría.
También se extendió una invitación a las provincias a coordinar con la Secretaría de Energía las acciones de emergencia necesarias para asegurar la prestación de los servicios de distribución de electricidad que correspondan a su jurisdicción.
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Dentro de los argumentos se resalta la situación económica a noviembre de 2023, las escasas reservas y por el sostenimiento de la importación de recursos desde Bolivia.
El documento expresa que “las circunstancias señaladas en el considerando precedente colocan en condiciones de alto riesgo de desabastecimiento de gas natural y energía eléctrica a los usuarios del centro y norte del país, habida cuenta de que las principales centrales termoeléctricas e industrias radicadas en dicha región dependen del gas importado desde el Estado Plurinacional de Bolivia para poder generar energía y no tienen como alternativa la posibilidad de utilizar combustibles líquidos”.