La cuadra de 1° de Mayo al 3600 de la ciudad de Santa Fe se asemejaba a una zona de desastre. A cerca de 24 horas de la explosión de una vivienda, personal municipal y de Bomberos Zapadores seguían trabajando en el lugar entre trozos de mampostería y hierro retorcido. Estaban terminando de sacar escombros con una retropala para que los vecinos del pasillo lindero a la casa siniestrada -unos 8 departamentos internos- pudieran ingresar por primera vez a ver el estado de sus casas.
Explosión en Santa Fe: vecinos evacuados y otros a la espera de ingresar a sus casas
Mientras tanto, dos viviendas linderas recibieron la orden de evacuación por haber sido afectadas por la explosión. De una de esas casas, sus propietarias -dos hermanas de apellido Galizzi- procedían a sacar las pertenencias dado que del relevamiento técnico surgió que debían evaluarla, al igual que la otra casa separada por una medianera a la vivienda de la explosión.
Además, se cortó tanto el suministro de gas como de electricidad en esas unidades. “Estamos terminando de liberar de escombros el pasillo lindero para que puedan ingresar los vecinos. La mayoría de esas viviendas (departamentos internos) no tienen mayor afectación pero no van a tener servicios por un largo tiempo”, comentó a El Litoral, Marcelo Barca, subdirector de Operaciones de Gestión de Riesgo de la Municipalidad.
“Cada uno de los vecinos se está autoevacuando a casas de familiares”, explicó el funcionario. Ahora, los operarios estaban preparando el ingreso de los propietarios a cada vivienda ubicada en el pasillo. “Con cada dueño, entrará un bombero y personal municipal, para ver la afectación y se les va a permitir quedarse si así lo deciden”, indicó Barca, y aseguró que “no hay más peligro de explosión porque está cortado el gas”.
Barca precisó cómo sigue el procedimiento: “Ahora estamos hablando con empresas que se van a ocupar del tapiado de seguridad de la zona, ya que se tiraron paredes por prevención. Luego, la idea es limpiar la calle 1° de Mayo al 3600 para habilitar el tránsito”, aunque hasta que eso suceda se pide a los vecinos evitar circular por la zona.
Posteriormente, el funcionario dijo que se les entregará a cada propietario un informe técnico para que resuelvan las remediaciones en sus viviendas. En tanto, caída la tarde de este miércoles se presentó personal de la Policía de Investigaciones Criminales que iba citando a los vecinos afectados para tomarles declaración acerca de lo sucedido este martes por la noche.
Sobre la vereda, se instaló un gazebo que se usa como base de operaciones para el personal que se encuentra trabajando así como para los afectados que desalojaron las viviendas. Las caras de desazón de los vecinos que observaban la escena habla a las claras de que el barrio está impactado por lo ocurrido.
Incertidumbre en los vecinos
Lucía vive en uno de los departamentos internos que se ubica detrás de la vivienda donde se produjo la explosión y en diálogo con El Litoral relató su situación. “Estamos esperando que limpien el pasillo y aseguren que podemos entrar porque corre riesgo la casa de al lado. Hay vecinos que están con lo que se fueron puesto ayer”, contó.
Para ingresar a los departamentos traseros, se debe atravesar un pasillo que era lindante con la casa derrumbada y, por el momento, los bomberos continúan limpiando y despejándolo.
“No tenemos gas ni luz y todo depende de la infraestructura de los departamentos porque no sabemos si con las vibraciones no corren riesgo de derrumbe”, relató y añadió que “desde la inmobiliaria no recibieron una respuesta positiva” acerca de la posibilidad de conseguir otro lugar para vivir provisoriamente.
El momento de la explosión
Eliana, compañera de vivienda de Lucía, dormía cuando la explosión la despertó y contó que los dueños de la casa derrumbada le pedían ayuda. “Nos queríamos ir por miedo a una segunda explosión y cuando salimos al pasillo nos gritaron los vecinos de la casa derrumbada. Al ratito comenzó el incendio”, relató.
Por su parte, Graciela, una vecina que vive sobre Pasaje Zorrilla, a la vuelta de donde se dio la explosión y en otra manzana, contó: “Escuchamos un ruido distinto a los que estamos acostumbrados, no se parecía a un trueno ni a un choque. Yo sentí un temblor muy fuerte”.
A su vez expresó que “todos los vecinos salimos enseguida, llegamos al lugar y era humo y fuego. Nadie se quería acercar por miedo a otra explosión”, y dijo que la gran incertidumbre era si los dueños estaban en el interior de la vivienda o no.
En esa misma línea contó que “los tuvieron que sacar por arriba del techo de la casa de los vecinos por Pasaje Zorrilla”.
“Si salían por la parte delantera se prendían fuego, a la señora le tiraban baldes de agua antes de rescatarla”, dijo y destacó que “el personal no paró nunca de trabajar, ni con la lluvia”.