Una figura muy popular
Falleció Marcelo Ferraro, un juez de larga trayectoria en el sur-sur santafesino
Tras un inicio de su carrera judicial en Melincué, se desempeñó en Venado Tuerto, desde 1981 hasta 2009, como juez de primera instancia en el Juzgado de Distrito Civil y Comercial. También fue presidente del club de sus amores, Colón de Santa Fe, en un período crítico de la institución.
La noticia del fallecimiento de Marcelo Ferraro causó honda congoja en la 3° Circunscripción de la Provincia de Santa Fe, donde se actuó durante largos años en distintos puestos relevantes. Luego de comenzaron la carrera judicial con un secretaría en la cabecera departamental de Melincué, Ferraro, oriundo de la ciudad de Santa Fe y graduado de abogado en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se desempeñó entre 1981 y 2009 como titular del Juzgado de Distrito en lo Civil y Comercial.
“Comunicamos el fallecimiento del ex magistrado Marcelo Ferraro, acompañamos a familiares y amigos. Atte.”, expresa el comunicado oficial en la red interna del Colegio de Abogados con sede en Venado Tuerto. Además, la actual presidente Andrea Majul expresó: “Guardamos el cálido recuerdo de la interacción que hemos mantenido con el querido Dr. Marcelo Ferraro”.
Además de su actividad profesional, era un fanático del fútbol, como jugador amateur en los torneos sabatinos del Club Universitario venadense (en las décadas del 80 y 90) y más adelante en el Colegio Sagrado Corazón, y, sobre todo, como afiliado y dirigente de su amado Colón de Santa Fe, club que incluso llegó a presidir en un período institucional tumultuoso durante un año y medio. Tuvo que renunciar al cargo por algunos problemas de salud, pero también por diferencias internas en una comisión directiva heterogénea, con gente “nueva” y otros que habían llegado a integrarla de la mano de Vignatti para que finalmente lograse vencer en aquellos comicios de fines de 2015.
Ferraro había sido síndico del club en la época de la presidencia de Marcolín, pero sus funciones como juez lo obligaron a abandonar la ciudad. Se radicó en Venado Tuerto y desde allí viajaba ineludiblemente cada vez que jugaba Colón, no sólo en el "Brigadier López", sino también en los partidos de visitante o en el exterior.
Ferraro al momento de asumir en 2015. Crédito: Guillermo Di Salvatore
Marcelo Ferraro no soportó presiones externas que recibía. Hace poco tiempo, casi a manera de “despedida” porque fue la última nota pública que dio, confesó a este periodista que “Vignatti es una persona muy testaruda. A mí me puso de presidente porque pensó que él perdía si se presentaba”, mencionando aquél comicio de 2015. La realidad es que se convirtió en un “secreto a voces” que Vignatti “gobernaba el club desde afuera”. Y tuvo choques con Ferraro, quien sufrió dos descomposturas en ese período que fue presidente y tuvo que abandonar el cargo, asumiendo Enrique Ariotti (uno de los vice), quien de inmediato convocó a elecciones para mediados de 2016 donde Vignatti se presentó y fue electo presidente. También Quique Ariotti en su momento se refirió a aquella situación, cuando dijo: “Participé en su momento para acompañar un proyecto que terminó siendo una alianza que se deformó y la experiencia no fue buena. En aquel momento se hizo todo muy difícil, había dirigentes que querían que Colón pierda con el objetivo de que le vaya mal al presidente que habían puesto ellos”.
Ferraro fue una de esas personas totalmente ajena a lo que el fútbol muchas veces generó en la clase dirigente. Nadie podrá decir absolutamente una palabra que vaya en contra de su honestidad y hombría de bien. Marcelo Ferraro era un buen tipo, respetable y capaz, no contaminado por ese ambiente tan difícil más allá de que conocía muchísima gente del fútbol, sobre todo por sus largas incursiones a través del tiempo por el balneario 12 de Mar del Plata, donde era un habitué muy conocido y en el que siempre frecuentan dirigentes, ex dirigentes, ex árbitros y ex jugadores.
Se fue un tipo que gobernó muy poco en Colón, pero que cosechó afectos, respeto y valoración. Cualidades que a veces cuesta encontrar en este mundillo.