Herramientas desde la psicología
Familias y resiliencia en un mundo convulsionado
La doctora en Psicología, Ruth Casabianca, terapeuta familiar y mediadora, habló sobre las herramientas que tienen hoy las familias para afrontar las adversidades a las que hoy se enfrentan las familias.
Ambientes convulsionados, una pandemia mundial que todavía persiste, guerras, cambios generacionales e incertidumbre marcan nuestro día a día. Y en el medio, la familia. Ruth Casabianca es Dra. en Psicología, terapeuta familiar y mediadora. Sus años de experiencia le permiten hablar con contundencia sobre las herramientas que tienen hoy las familias para afrontar los innumerables desafíos de estos tiempos.
En su visita al programa televisivo de la UCSF, NuevaMente, la directora del Instituto de la Familia y Terapias Breves de Santa Fe habló sobre las adversidades a las que hoy se enfrentan las familias y ante esto, qué recursos tenemos los seres humanos para sobrellevarlos.
"Los desafíos que tienen ahora las familias se han incrementado, eso está investigado. Sabemos que vivimos de una manera mucho más convulsionada que en otras épocas. Por eso es importante pensar que, frente a las situaciones difíciles, los seres humanos tenemos ciertos recursos para manejarlas".
Casabianca expuso en la jornada Los recursos de las familias frente al dolor.
Para comprender un poco más la cuestión, explica que "la familia no es un núcleo cerrado en sí mismo, sino que tiene una identidad que se relaciona con el transcurso de su vida, de su desarrollo, donde se van gestando ciertos hábitos de conducta que se comparten entre los miembros, ciertos valores, creencias, tradiciones que le dan una identidad propia a cada familia".
Atravesada por los cambios
La familia tradicional de padre, madre e hijos ahora tiene otras formas, con sus propias dificultades y sus propias ventajas. Es una institución que a través del tiempo ha cambiado mucho su estructura.
"Por eso es importante considerar que es un sistema abierto, que está en contacto con muchos contextos, no solamente la familia extendida, como los abuelos, los tíos, los primos, etc., sino con entornos cada vez más amplios, como puede ser la comunidad donde uno vive, la macrocultura que nos llega a través de los medios y las tecnologías", afirma la Dra. Casabianca.
A su vez, la especialista recuerda conversaciones que se reiteran en sus sesiones de terapia familiar, sobre los tiempos, las horas de trabajo, el cuidado de los hijos. "En nuestra época, no se nos hubiera ocurrido llevar a una terapia cuestiones como por qué la mujer debería cambiar sus horas de trabajo y no el hombre. Estos cambios que hoy son una cuestión de género tienen un peso importante".
"Hoy las mujeres se sienten con las mismas ganas y la misma libertad de hacer cosas que los hombres, y eso trae conflictos que tienen que ver con la reacomodación mutua a nuevos roles que ya no son tan fijos y estáticos como lo eran antes, y que se aceptaban o se daban por hecho", añadió.
Casabianca explica que ahora hay mucha movilidad social, las mujeres cambian de trabajos, de perspectiva, de expectativas, de ambiciones en la vida: "La organización de la familia está mucho más perturbada que en otros momentos, porque también las demandas de la sociedad son mayores. Hay que trabajar más, se cuenta menos con el apoyo de la familia extendida, ya que las abuelas seguimos trabajando. Se ha vuelto una sociedad muy movible donde hay que negociar y renegociar muchos temas y hay poco tiempo para hacerlo".
Conectarse, negociar, aceptar
En muchos lugares, como en los Estados Unidos, los expertos evalúan estrategias que ayuden a las relaciones intrafamiliares, en un mundo tan atestado de compromisos. La Dra. Casabianca explica que colegas norteamericanos promueven que las parejas, inmersas en ritmos de vida vertiginosos, puedan conectarse en diferentes momentos del día, aunque sea desde su trabajo, pero hablarse dos o tres veces por día. "Es un claro ejemplo que las constantes situaciones de cambio requieren de constantes renegociaciones", afirma.
Y para lograr que estas negociaciones lleguen a buen puerto "primero hay que pensar que la familia está compuesta por individuos. Somos distintas personas relacionadas de una manera especial y tenemos muchas cosas en común, pero somos personas y cada una con su individualidad, con su personalidad, con su carga genética, con su manera de procesar los datos. Lo digo porque muchas veces, la diferencia es causa de conflicto en las familias. Es difícil tolerar sin pensar que es como una traición, que si alguno no piensa como la mayoría, es un traidor y no pertenece a la familia", explica.
Por eso, la doctora en Psicología destaca la importancia del respeto por la individualidad, aunque esto no quita que en los entornos familiares se genere conflicto, "porque la familia se encuentra muchas veces con que los mismos integrantes son muy distintos, tienen valores distintos, tienen hábitos de conducta distintos. Sucede a menudo que son los hijos los que plantean esas diferencias y los padres no saben cómo manejarlas. Se pierde la claridad entre lo que es bueno o malo, entre lo que podemos aceptar para nuestra familia o no".
"Esta interpelación permanente de alguna manera nos ha impactado mucho, sobre todo a los que venimos de otras generaciones, porque los cambios sociales y culturales han sido tan grandes que uno ha tenido que esforzarse por ir adaptándose a otras ideas, a otras creencias y a veces viene la confusión, el encerrarnos en nosotros mismos y que el otro se las arregle.
Pero la realidad demuestra que debemos enfrentar esas diferencias y encontrar los puntos que nos acerquen aún más a nuestros seres queridos", conluye Casabianca.
La entrevista tuvo lugar en el marco de la jornada Los recursos de las familias frente al dolor coordinada por el Instituto de Bioética "Jérôme Lejeune" junto al Instituto para el Matrimonio y la Familia, y el Vicerrectorado de Formación de la Universidad Católica de Santa Fe.
La Dra. Ruth Casabianca fue la primera directora de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Católica de Santa Fe. Es miembro de la Asociación Civil de la UCSF, siendo presidenta del Directorio durante varios periodos.