Festival de Jesús María: los jinetes deberán usar casco y chaleco
[vc_row][vc_column][vc_column_text]La edición de enero 2022 del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, tendrá un cambio fundamental: los jinetes deberán usar obligatoriamente casco y chaleco protector. La decisión se tomó tras el trágico desenlace que tuvo la participación en 2020 del jinete Norberto Cossutta, quien murió aplastado por su caballo. Recordemos que este año no hubo edición del festival por las medidas restrictivas por la pandemia de Covid-19.
Los participantes aceptan las nuevas normas, aunque algunos creen que se pierde el “aire campero”. El asesor de la comisión organizadora, Juan José Nievas, explica que el casco está “especialmente diseñado” para actividades ecuestres de riesgo y cuenta con protección frontal para golpes en la cara. Además, se incluye protector corporal con una confección similar a un chaleco pero sin mangas para posibilitar que el jinete se mueva.
Nievas es asesor en temas de seguridad en el festival y cuenta a LA NACION que desde hace unos seis años se empezó a trabajar mucho en el área, desde lo relacionado al diseño de salidas de emergencia a colocar barandas en las tribunas. “También se focalizó en la protección de los animales con un grupo de veterinarios -agrega-. El año pasado tuvimos dos accidentes graves, uno fatal y otro que estuvo 45 días internado, muy grave y eso nos llevó a trabajar fuerte en la seguridad”. La jineteada está reconocida como deporte en Córdoba. “Los que la practican son deportistas, no ya hombres de campo amateurs, por eso se sugirió que se protejan”.
Jesús María se contacto con la Asociación Internacional de Actividades Ecuestres con sede en Suiza para analizar las medidas de seguridad que se aplican y que se exigen. “La doma no existe en Europa como acá, para ellos es actividad de amansar a los caballos -continúa Nievas-, pero fuimos avanzando y llegamos al uso del casco y del protector corporal”.
Para Nievas, durante el festival, cuando hay 90 montas por noche, “no se puede estar pendiente de que el azar sea el factor que decida si le pasa algo o no al jinete”. El casco -que incluye una rejilla de acero de carbono para cubrir la cara- apunta a reducir la velocidad del impacto del cráneo contra el suelo y los riesgos de un golpe con el animal. El protector corporal está diseñado para la protección abdominal, toráxica y medular en función de las lesiones que se suelen registrar.
Aunque los organizadores establecieron en un primer momento que no se podría ingresar al predio con facones, después dieron marcha atrás con la medida.
El jinete Ramón Córdoba, campeón en la categoría Gurupa, afirma a este diario que se adaptarán a las nuevas reglas: “Está bien, no es mala la idea porque es una protección. Acá en Santa Fe no se usa mucho, sí en alguna parte de Buenos Aires, en Córdoba y en San Luis. Se sienten más protegidos ante una caída”.
Entiende Córdoba que con la práctica se irán acomodando a la exigencia. Cree que podrían generar algunas dificultades en las primeras montas, aunque supone que antes del festival lo irán probando. “Yo ya encargué uno y lo estoy esperando para prepararme”, dice.
Además de tener en cuenta la seguridad de los jinetes, en los últimos años hubo reclamos de asociaciones proteccionistas de animales por el trato a los caballos. En la última edición, la ONG Sin Estribo realizó una denuncia penal contra los organizadores por maltrato animal y pidió la cancelación del evento.
Otras asociaciones también plantean que hay una violación a la ley penal 14.346 de maltrato animal que en su artículo 13, inciso 8, considera actos de crueldad realizar actos públicos o privados como corridas de toros, novilladas y parodias en que se mate, hiera u hostilice a los animales. Para las entidades, la jineteada encuadra en este tipo de actividades.
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