"Incompatible"
Fuerte rechazo de vecinos de Melincué a la creación de la Unidad Penitenciaria
A través de un comunicado, manifestaron su disconformidad con la posibilidad de una cárcel en la localidad.
Vecinos de la localidad cabecera de General López se manifiesta en contra de la posible instauración de “una cárcel bajo el viejo disfraz de traslado de Alcaidía”, expresan en un comunicado.
“Los vecinos de Melincué estamos otra vez Autoconvocados y en estado de Alerta frente a rumores y trascendidos que nuevamente existe la intención de ubicar una cárcel bajo el viejo disfraz de traslado de Alcaidía. A pesar de haber quedado demostrado que esto no era verdad en la Audiencia Pública que se llevó a cabo en el año 2016, vuelven con los mismos argumentos y las mismas intenciones”, manifiestan sobre la posibilidad que se viene trabajando a partir de un proyecto de darle otra función a la Alcaidía de Melincué, la cual enfrenta constantemente denuncias de malas condiciones edilicias.
A principio de año, Sur24 informaba que se reavivó un proyecto que lleva una década en carpeta: construir una cárcel en el extremo sur de la provincia de Santa Fe.
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El primero en reflotar la iniciativa fue el propio gobernador provincial Maximiliano Pullaro en su última visita a Venado Tuerto. En el mismo sentido se pronunciaron la subsecretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri, y el delegado del Ministerio de Seguridad en el sur santafesino, Nahuel Pasquinelli. Sin embargo, el primero en hablar sobre la creación del Instituto Penitenciario Nº 12 en el departamento fue el entonces senador provincial y hoy ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, allá por el año 2014.
En este sentido vecinos de la localidad, que rechazan la iniciativa de una penitenciaria en su pueblo manifiestan que a ocho años de la audiencia pública “nos ponen en situación de Alerta pero en esta oportunidad es mucha más la gente que se suma a expresarse por NO a la CARCEL ya que basta con observar en lo que se ha transformado en estos años la UP de Piñero y sus alrededores, creemos que no hace falta más que estar informados”, justifican.
Y suman: “El tiempo nos ha dado la razón que una CARCEL no es compatible con lo que Melincue brinda en tranquilidad, naturaleza a pleno, deportes náuticos, historia, seguridad etc”.
Además cuentan que un grupo de 6 integrantes de Vecinos Autoconvocados mantuvieron una reunión con la actual presidente comunal, Yamila Gallisso, “para ponerla al tanto de la posición que hemos tomado respecto a la posibilidad de pretender volver con los argumentos de traslado de Alcaidía que encubre la instalación de Unidad Penitenciaria”.
Sitio Ramsar
Y continúan argumentando: "Melincué es Humedal Protegido, es Sitio Ramsar, es Turismo históricamente sostenido a pesar de los vaivenes de la laguna, pero siempre vuelve a ser Turismo, es Sitio Arqueológico de reciente descubrimiento en el que recién comienza a trabajarse y que permite seguir aportando a la historia de la zona, cuenta con complejos de cabañas, un Hotel 4 estrellas con sala de juegos, convenciones, restaurantes etc. Nos oponemos terminantemente a la instalación de una CARCEL presentada engañosamente como traslado de Alcaidía porque no armoniza con el Melincué en el que vivimos como tampoco con lo que ofrece a quienes nos visitan.
Demás está decir que volveremos a hacer uso de todas las herramientas posibles para frenar esto, que son muchas y a las que sumamos también la experiencia anterior", señalan los vecinos.
Historia contada
En noviembre de 2014, a través de la Ley 13.447, se habilitaba al gobierno santafesino, a cargo de Antonio Bonfatti, a disponer de fondos para ampliar cárceles en la provincia y construir, tras el pedido del senador Lisandro Enrico, el Instituto Penitenciario Nº 12, una importante obra pensada para alojar a unos 160 presos, misma cantidad que venía teniendo la Alcaidía, aunque con una infraestructura precaria y prácticamente abandonada.
Ya hacia 2015, el proyecto comenzó a tomar cada vez más fuerza, llegando incluso a evaluar posibles predios que pudieran contener este edificio y cumpliera con los requisitos básicos de accesibilidad. Allí surgieron como opción, lotes ubicados sobre la ruta 93, entre Melincué y Miguel Torres.
La obra incluía cuatro pabellones de dos pisos, con espacio cada uno para 40 reclusos -uno por celda- bajo la modalidad "celular". Para ello se requería de un predio de cuatro hectáreas, con doble cerco perimetral; además de contar con servicios para la atención primaria de la salud, escuela, talleres, espacios para esparcimiento y salón de usos múltiples.
A su vez, sumaba ocho celdas para resguardo físico y "Cámara Gesell". Según se estimaba, se debían incorporar cerca de 100 empleados del Servicio Penitenciario para que el lugar funcione con normalidad, significando fuentes de empleo para el departamento General López.
El consenso político que se había logrado en aquel entonces se encontró con posturas opositoras de un grupo de vecinos de Melincué, quienes no tardaron en mostrar su disconformidad, considerando que la construcción de una cárcel podía afectar el proyecto turístico que viene sosteniendo la localidad a partir de su riqueza natural e historia, y que derivó en la generación de emprendimientos gastronómicos y complejos de cabañas para recibir a la gente que llega a disfrutar de la tranquilidad de esta comuna sureña.
Durante varios meses hubo reuniones en Melincué, donde se fueron brindando más precisiones sobre la unidad penitenciaria y respondiendo las consultas e interrogantes de los ciudadanos. Ya en aquel entonces se empezó a barajar la posibilidad de convocar a un plebiscito para conocer la opinión de toda la comunidad.
Los reparos impuestos por estos vecinos obligaron en aquel entonces a pensar en otras alternativas, incluso aparecieron localidades interesadas en albergar la institución, descubriendo en este proyecto una posibilidad de fuentes de empleo y desarrollo. Una de ellas fue Miguel Torres, cuyas autoridades se mostraron dispuestas a evaluar la iniciativa y trasladar la inquietud a sus habitantes.