Con la prioridad del bienestar animal
Gallinas felices y huevos premium que ganan mercados locales y extranjeros
La novedosa granja de gallinas “libres de jaula” instalada en la ciudad cordobesa de Cavanagh -vecina a General López-, es una de las tres de Argentina con certificación internacional de bienestar animal. Con 21 mil aves, producen 15 mil huevos diarios. En el establecimiento fabrican desde los nidales hasta el alimento.
En la localidad cordobesa de Cavanagh -departamento Marcos Juárez-, el joven venadense Santiago Bonadeo coordina una granja poblada por más de 21 mil gallinas “libres de jaula” que proporcionan unos 15 mil huevos diarios (unos 500 maples), los cuales distribuyen en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Mendoza (en breve desembarcarán también en San Luis) y, además, en sociedad con una granja entrerriana exportan a Chile.
“El emprendimiento familiar surgió en 2021, cuando cesamos la producción de pollos parrilleros y reacondicionamos los galpones para iniciar el proyecto de gallinas a piso, o libres de jaula, que era un viejo anhelo, y hoy somos una de las tres granjas del país aprobadas por el Instituto Certified Humane, representante en América latina de Human Farm Animal Care, la organización internacional sin fines de lucro de certificación dirigida a mejorar la vida de los animales para la producción de alimentos”, puntualizó Santiago, orgulloso de una calificación que es el resultado del esfuerzo, la inversión y la capacitación.
Libres de jaula y antibióticos
“Estos huevos de gallinas libres de jaula, también llamados de campo u orgánicos, más nutritivos y de mejor textura, color y sabor, son de una calidad premium que en los comercios tienen un costo apenas superior a los huevos comunes”, destacó y aclaró que “no es un sobreprecio por razones de marketing, sino que obedece a un trabajo adicional en la crianza, el trato y la alimentación de los animales, a los efectos de garantizar que los huevos proceden de gallinas que se encuentran realmente en un entorno acondicionado para su bienestar, libres de estrés, desde su primer día de pollita bebé hasta el último día de su ciclo productivo”.
“La idea es promover este tipo de sistemas productivos, basados en la premisa del bienestar animal”, sostuvo Bonadeo, quien se mostró optimista sobre el futuro y compartió los motivos: “hay una tendencia global hacia este tipo de producciones, como se vislumbra, por ejemplo, en el llamado Compromiso 2025, donde las multinacionales de la gastronomía optarán por huevos de estas características, priorizando aquellos sistemas que promueven el bienestar animal y son libres de jaulas. Sin dudas, es lo que se viene a nivel mundial y, en este sentido, América del Norte y Europa están marcando el camino, ya que una gran parte de su producción se basa en estos sistemas”.
Con mucho por hacer
El coordinador del emprendimiento, que transita su cuarto año productivo, vive en Venado Tuerto y todos los días recorre, ida y vuelta, los 70 kilómetros que separan la Esmeralda del Sur de Cavanagh, porque “es lo que me gusta y hay mucho por hacer”, aunque deposita la mayor confianza en sus estrechos colaboradores. “Nosotros siempre estamos presentes en cada una de las unidades de trabajo, observando los detalles, buscando formas de mejorar, siempre en contacto con el personal, porque ellos viven el día a día y acercan sus puntos de vista, y eso es clave, porque el motor de cualquier sistema productivo es la gente y su involucramiento”, reconoció Bonadeo.
Luego, consultado por decisiones estratégicas que son propias del empresario, como la expansión del negocio, opinó con moderación: “Estamos atravesando un momento complicado en casi todos los sectores, pero a pesar de las adversidades, siempre trato de ver el lado positivo de las cosas; como emprendedor, cada día trato de impulsar el país desde el lugar que me toca y soy un convencido de que vamos a salir adelante y el porvenir será más favorable para todos los argentinos”.
Auditada por expertos
Tras la aprobación inicial del Instituto Certified Humane, las granjas son auditadas anualmente para verificar el cumplimiento de requisitos que son indispensables y excluyentes: sin jaulas ni restricciones de movimiento; alimentación nutritiva y específica de la especie, sin subproductos de origen animal; prohibición del uso de antibióticos sub-terapéuticos y promotores del crecimiento; instalaciones con alojamiento adecuado y programas de entrenamiento para todo el personal a cargo de los animales.
“El delegado del organismo, que puede venir de Brasil, Uruguay u otro punto de Argentina, corrobora la vigencia de las normas estrictas del bienestar animal, donde las gallinas tienen que estar sueltas, disponer de perchas recreativas para apoyarse o descansar, cierta cantidad de nidales, comederos y bebederos; y una cama seca (espacio por donde se desplazan). Además, se exige una alimentación adecuada, nada de antibióticos y un trato apropiado por parte del personal para asegurar gallinas libres de estrés”, enumeró, destacando que Bonovo, en Cavanagh, y Gallinas Felices, en Entre Ríos, son dos de las tres granjas nacionales con la certificación.
Otro aspecto interesante del emprendimiento, y una de las claves para asegurar la rentabilidad del negocio, a pesar de los vaivenes de la economía nacional, es la economía circular, sistema por el cual nidales y perchas son elaborados en la carpintería del establecimiento, cuyos insumos provienen de árboles o ramas que van cayendo en el campo y se procesan en el aserradero. Y también cuentan con una planta propia de alimento balanceado. “Elaboramos el alimento atendiendo todas las exigencias de nutrición y con el insumo principal de los granos que surgen de nuestra producción agrícola”, subrayó en el cierre de la charla Santiago Bonadeo.