Tras la decisión de no llevar a Zeballos a los JJOO
Guillermo Coria: "A mí nadie me arma el equipo"
El capitán albiceleste explicó por qué dejó afuera de la nómina al mejor doblista argentino de la historia y se refirió a las posibilidades de medalla en París.
Tras dar a conocer los que irán a los Juegos Olímpicos de París 2024, se habló mucho sobre la no elección de Horacio Zeaballos, el mejor doblista del país. En consecuencia, los elegidos por el venadense son: Sebastián Báez, Francisco Cerúndolo, Tomás Martín Etcheverry, Mariano Navone, Nadia Podoroska y María Lourdes Carlé en singles; Andrés Molteni y Máximo González en dobles.
- Se habló mucho sobre las razones que podían pesar para dejar a Zeballos afuera de los Juegos, inclusive, que desde la Asociación te dicen qué hacer. ¿A vos te arman el equipo?
- Si pasara eso o me hacían alguna sugerencia o algo, no, no estaría en este lugar. Es ridículo pensar en eso. Salvo en mi casa, donde mis hijos y mi mujer me dan indicaciones, que las recibo feliz, en mis 42 años nadie me sugirió nada. Pero eso, también, es una falta de respeto hacia mí y hacia los jugadores, a "Machi" (González), a Tommy Echeverry, a todos. A veces tenés que leer algunas cosas que no vale la pena ni salir a aclarar. Mirá, los que están en la Copa Davis y los que nos conocen, saben cómo tomamos las decisiones y que siempre son muy pensadas y analizadas.
- Entonces, ¿qué evaluaste para llevar a una pareja, porque hasta aparecen cuestionamientos extra tenísticos?
- Nosotros hablamos con todos los jugadores y sus entrenadores. Y son los entrenadores los que tienen un montón de información de sus jugadores y ponen todo sobre la mesa a la hora de tomar decisiones. Esas cosas nosotros las hablamos en privado y muchas veces no salen a la luz, quedan en la privacidad, y está bueno que queden en el grupo, porque fortalece al equipo. Siempre decimos que los grandes logros y triunfos se logran cuando hay un buen equipo, cuando hay buena química y hay una buena comunicación, que es lo que venimos trabajando y lo que venimos manteniendo durante todos estos años. Por eso, hoy podemos hablar mirándonos a la cara, de frente y sin rencor, porque no hay nada raro. Jamás pondría algo por delante que no sea lo deportivo. Esta decisión es 100% deportiva.
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Guillermo Coria sólo pasó por dos instancias de Juegos Olímpicos durante su carrera, pero a ninguna de ellas pudo acudir. En Sydney 2000 se mostraba como la gran proyección argentina, pero tenía a varios de los integrantes de la incipiente "Legión" por delante de él. Puerta, Squillari, Zabaleta, Gaudio, Chela y Gumy cubrían las posibilidades olímpicas del Mago. Ya de cara a Atenas 2004, Coria debutó jugando Copa Davis en Marruecos, pero una operación en el hombro derecho terminó sacándolo de esa meta, luego de caer en la final de Roland Garros.
- ¿Los Juegos Olímpicos te quedaron en la columna del debe?
- La verdad es que es algo pendiente en mi carrera. Para los de Grecia me quedo afuera por el hombro y fue una desilusión muy grande, porque era mi mejor momento y me veía con posibilidad de pelear por una medalla. Y le había puesto ganas, porque debuté en la Davis ese año, en Agadir, creo que David (Nalbandian) también debutó ahí (N de la R: ya lo había hecho en 2002) contra Karim Alami, y todo venía viento en popa. Ese era un gran año para mí, pero bueno, me la perdí. Aparte, estaba re entusiasmado, porque iba la selección de básquet, "La Generación Dorada", Las Leonas, el vóley y el fútbol; teníamos de todo. Muchísimos grandes deportistas que nos dieron muchas alegrías. Así que imaginate, estar en unos Juegos Olímpicos como capitán y que se juegue en Roland Garros, para mí es redondo.
- Ahora tenés la posibilidad como capitán.
- Sí, ahora me toca estar, del otro lado y con semejante responsabilidad, pero por suerte tenemos ocho jugadores clasificados para seis cupos y hubo que tomar decisiones a la hora de seleccionar y no fue nada fácil. Eso me hizo bajar un poquito toda esa expectativa y esa alegría que tenía en un principio, porque sé lo difícil que es cuando toca quedarse afuera. Y todos los jugadores merecían estar o hicieron los méritos suficientes para poder estar. Resumiendo, se te baja un poquito toda esa explosión de euforia que tenías, pero, sin dudas, estoy muy contento.
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- Entonces, ¿cómo fue o qué pesó en la decisión de dejar afuera a Zeballos?
- Y, no fue fácil. Pero no fue el único, porque Facundo Díaz Acosta se había ganado su derecho con el oro en los Juegos Panamericanos, pero bueno, él sabía que si había cuatro jugadores delante de él iba a quedar afuera. Todos lo sabían, las condiciones ya estaban puestas desde el año pasado y debían cumplir con las exigencias de la Federación Internacional, también. Lo que sí quiero aclarar es que siempre la comunicación con todos los jugadores y entrenadores fue y es excelente. Todos sabían que irían cuatro singlistas y dos doblistas. Con todo el dolor del alma, me da mucha pena dejar a alguien afuera, pero no pueden ir todos. Díaz Acosta lo entendió y lo aceptó. Y en el caso de Horacio también, tenemos un buen diálogo, le di las explicaciones, obviamente, y entiendo su dolor de perderse los Juegos. Lo vi en varias notas haciéndolo público, pero también aceptando y reconociendo que no es fácil romper una pareja de dobles que viene compitiendo muy bien en el circuito y en la Copa Davis.
- ¿Ves alguna posibilidad de conseguir medallas?
- ¡Sí, sí! Confío plenamente en los jugadores, tanto en singles como en dobles. La verdad es que todos siguen creciendo y siguen aprendiendo, sobre todo los singlistas, que son chicos jóvenes que están dando sus primeros pasos, reafirmando lo que vienen haciendo, que no es fácil. Cuando el tenista se mete, lo más difícil es el segundo y el tercer año, porque hay que reafirmar todo lo que se viene haciendo. Los jugadores te van conociendo y saben cómo jugarte y ahí es cuando uno tiene que ir creciendo día a día. Así que creo que tenemos grandes posibilidades, va a ser durísimo, porque es casi como un Masters, más reducido, y no tan grande como un Grand Slam.