Holly, la niña que se enfermó por comer carne mal cocida, recibirá un riñón de su mamá
Holly Báez, es una niña de Venado Tuerto que necesita un trasplante de riñón, luego de haber padecido Síndrome Urémico Hemolítico por comer carne mal cocida, comprada en un negocio de la ciudad. Su madre, Ailín Moles, hará este verdadero acto de amor, donando uno de sus órganos. La intervención está prevista para el 16 de abril en el Hospital Italiano de Buenos Aires. De no haber inconvenientes, en el mes de mayo, la pequeña podrá celebrar sus 4 años de un modo diferente, recuperando su vida normal y dejando atrás las cinco diálisis que debe realizarse diariamente.
Por estas horas, Holly se encuentra internada y su estado de salud es delicado, ya que su corazón se debilita con cada diálisis. Por el momento deberá permanecer algunos días más en el Hospital Italiano. El objetivo del equipo médico es que la niña llegue de la mejor manera al mes de abril para poder someterse a la intervención y recibir el riñón.
La historia
Ailín dialogó con Sur24 para contar un poco más sobre esta historia de lucha, pero sobre todo de amor, que comenzó en el 2020. “Era un día jueves y como no tenía demasiado tiempo hasta el horario de ingreso a mi trabajo compré una vianda de comida que tenía carne mal cocida”, contó. A los pocos días, más precisamente el sábado siguiente, Holly terminó internada en el Hospital “Dr. Gutiérrez” de Venado Tuerto, donde le diagnosticaron Síndrome Urémico Hemolítico y fue trasladada al Sanatorio de la Mujer en Rosario, donde permaneció en terapia intensiva por dos meses.
De forma inmediata, a partir de esta enfermedad, le dejaron de funcionar los riñones y hoy debe hacerse cinco diálisis diaria. “Ella ingresó a terapia ya con diálisis”, recuerda la mamá.
La única alternativa para que Holly pueda salir de este cuadro es recibir un trasplante de riñón. Por ello, desde hacer siete meses “comenzamos a viajar a Buenos Aires, al Hospital Italiano, para poder avanzar. Hoy estamos en la etapa final, ya que nos hicimos todos los estudios para que pueda recibir un riñón”, comentó. La encargada de donar el órgano será su madre, Ailín.
En estos días, Ailín recibió el apta de donante, ya que “siempre papá o mamá son compatibles”, indicó. Y resaltó: “Desde el primer momento nos dijeron que un órgano de una persona viva es mejor, más aún si es de la mamá, porque empieza a funcionar más rápido y es más duradero, sabiendo que en 15 o 20 años va a necesitar un nuevo trasplante”.
Ante la decisión de ser la donante, Ailín expresó: “Siempre dije que sí, aunque al principio tuve un poco de miedo. Sin embargo mucha gente conocida que atravesó la misma situación, me trasmitió mucha tranquilidad y el miedo se fue”.
Con este riñón, Holly podrá recuperar una vida normal, ya que la niña, producto de las diálisis “está con las defensas muy bajas, vive enfermándose, se le desgastaron un poco los músculos, está débil”, detalló la madre, precisando que el único cambio en la vida que tendrá la pequeña es que no van a poder comer comidas con sal, ya que tiene el corazón debilitado por la retención de líquido. “Según los profesionales que atienden a la niña, con el mismo trasplante, su corazón mejorará”, señaló.
La pandemia, sin duda, terminó demorando la posibilidad de que Holly ya pueda tener su órgano y empezar a desandar un camino sin la necesidad de estar frecuentemente con diálisis. “Ella se contagió de Covid-19 y esto nos afectó porque le dieron mal todos los análisis, más allá de haber sido asintomática”, contó.
Intervención reprogramada
“Teníamos fecha para febrero pero como Holly está anémica, lo tuvimos que reprogramar para el 16 de abril, porque hay muchos chicos que están en la misma situación y que necesitan un trasplante”, detalló Ailín. Esta semana la niña será internada para recibir hierro.
En cuanto a la intervención, comentó que “nos internan juntas y una vez que me sacan el riñón comienza la operación de Holly que durará unas 7 horas y deberá permanecer unos 10 días en terapia. Recién a los cuatro días me la dejan ver. En total vamos a estar un mes en Buenos Aires, con un control diario”.
El comercio
Por otro lado, Ailín resaltó que no iniciaron ninguna demanda contra la casa de comidas donde compraron la vianda que derivó en la enfermedad de Holly. “Nosotros compramos la comida un jueves, eran tres albóndigas chicas con un arroz primavera. Holly se descompone el sábado y la internan de urgencia, allí me preguntaron si había guardado algo de lo que había comido, pero no lo tenía porque el resto se lo dimos a los perros”, relató.
Al poco tiempo, la familia de la niña se enteran que el local comercial donde habían comprado la carne mal cocida, cambió de dueño y por ello ni siquiera dicen el nombre del negocio.
“Todos por Holly”
La familia de la niña está desarrollando una campaña para poder recaudar fondos que les permitan afrontar los costos de la estadía en Buenos Aires.
“Tenemos obra social y actualmente lo único que nos cubre es la diálisis. Por eso venimos haciendo rifas, venta de pizzas y tenemos una cuenta abierta para quienes quieran ayudarnos. Cada vez que vamos a Buenos Aires nos tenemos que quedar cuatro o cinco días y eso insume un costo importante”, contó Ailín, quien destacó la ayuda de la Municipalidad de Venado Tuerto para los viajes, abonando el remís que los lleva y trae.
“Estamos viendo el tema del trasplante, por lo que nos dijeron un porcentaje lo tenemos que pagar nosotros y el resto la obra social”, señaló.
En estos días, la familia de Holly lanzó una nueva rifa porque “nos donaron un montón de cosas para poder entregar como premio. Hasta el 16 de abril (fecha del trasplante) vamos a seguir recaudando dinero”. También se colocarán urnas en diferentes lugares de la ciudad para que la gente puedan hacer su aporte.
Cabe señalar que en Instagram hay una página (@todosxHolly) donde pueden ir siguiendo la historia de Holly y conocer cada una de las actividades que van haciendo.