El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Horacio Rosatti, dijo que los magistrados tienen “una obligación jurídica y moral: hacernos entender para que toda la comunidad entienda qué es lo que puede hacer; qué es lo que no puede hacer y qué es lo que está obligado a hacer”.
Horacio Rosatti dijo que “las sentencias judiciales deben ser profundas y claras”
Lo dijo durante su alocución en el “XV Congreso Nacional de secretarios letrados y relatores de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia Provinciales y CABA”, cuya apertura fue este jueves en el Salón de Actos de los Tribunales de Paraná.
Al inicio del encuentro, la presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJER), Susana Medina, destacó la presencia de delegaciones de todo el país; mientras que la presidenta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de la República Argentina y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (JUFEJUS), María del Carmen Battaini, resaltó la importancia de la temática elegida. Los ejes de las jornadas de trabajo denominadas “Cuestiones actuales y Casos complejos” son “El lenguaje judicial: Sencillez, claridad y comprensión” y “La problemática ambiental y la intervención del Poder Judicial”. La actividad continuaba este viernes.
Rosatti consideró fundamental saber por qué hay que “vivenciar el lenguaje claro en el Poder Judicial”, para luego “adentrarnos en el cómo lograrlo”.
Ante un numero auditorio, integrado por delegaciones de todos el país, explicó que “la ciencia jurídica no es un disciplina que, como tal, tiene que tener su metodología, su objeto de estudio y consecuentemente su lenguaje, como puede ocurrir con otra ciencia. Lo distintivo del Derecho es que es la ciencia que termina diciendo qué es lo que está permitido y qué es lo que no está permitido. Qué es lo que podemos hacer y qué es lo que no podemos hacer. Y esto lo tienen que entender todos”.
Y, en esa línea, agregó: “Hoy nosotros como jueces, letrados, especialistas y trabajadores en distintos lugares del Poder Judicial tenemos una obligación. Es una obligación jurídica y moral: hacernos entender para que toda la comunidad entienda qué es lo que puede hacer; qué es lo que no puede hacer y qué es lo que está obligado a hacer”, distinguió.
Luego, añadió que “la ciudadanía no tiene por qué saber todo lo que está permitido y todo lo que está prohibido. Hay una obligación muy fuerte de todos nosotros de hacer llegar el mensaje de modo más comprensible posible. Se puede ser profundo y claro a la vez. Las sentencias deben ser profundas y claras y éste es un desafío”, aseguró Rosatti.
Que se entienda
“Estamos para tratar de hacer Justicia y que todos entiendan que se hizo Justicia. Hay un rol docente a través de las sentencias que va a permitir establecer una relación directa entre ‘entiendo, consecuentemente acato’. Cuando entiendo, acato. Es muy difícil que yo cumpla una norma que no entiendo”, evaluó el magistrado para quién “si internalizamos esto, nos va a resultar más sencilla la tarea del cómo lo hacemos”.
En otro orden, observó que el lenguaje judicial “tiene un componente mixto: un componente técnico y uno normal o que todos entendemos” por lo que “debemos preguntarnos cuán relevante es el componente técnico toda vez que lo utilizamos para expresar cualitativamente una idea, teniendo en cuenta que cuanto más lenguaje técnico contenga habrá menos comprensión generalizada”, advirtió.
Tras explayarse en aspectos relativos a la semiótica, la etimología, la evolución del lenguaje y estilos de sentencias, Rosatti pidió a los presentes “llegar a un lenguaje lo más accesible posible”, y dijo que para alcanzar esa meta “hay pasos importantes para dar” y destacó que “proyectar claridad en el lenguaje a otras disciplinas es muy interesante. Todos deben saber qué está prohibido. De ahí la importancia del lenguaje claro”, insistió.
Sobre el cierre de su exposición, expresó que “el lenguaje claro no es un recurso a la moda, no es una sublimación del lenguaje jurídico. Es la necesidad de que la gente entienda, valore y cumpla con lo que está permitido y con lo que está obligado a hacer. La nuestra es una ciencia comprensiva. A todos les incumbe saber qué pueden y qué no pueden hacer. No es cierto que la llaneza del vocabulario nos lleve a la superficialidad. Todo lo contrario”, garantizó.
Inicio de la jornada
La apertura del encuentro estuvo a cargo de la presidenta del STJER, Susana Medina, quien valoró la presencia de 192 asistentes llegados desde diferentes puntos del país. Tras recordar que el Poder Judicial de Entre Ríos transita su segundo centenario, precisó que “Entre Ríos escribió importantes páginas en la historia del país y ustedes hoy son protagonistas de la historia”. Por eso nombró a las delegaciones de las provincias y pidió un aplauso para cada una.
Además agradeció la presencia de la presidenta de JUFEJUS, María del Carmen Battaini; a las organizadoras y a los organizadores de la actividad; a la Oficina de Ceremonial del STJER; y al personal del Instituto de Formación y Perfeccionamiento Judicial “Dr. Juan Bautista Alberdi”.
Por su parte, Battaini agradeció a Susana Medina y al STJER por el recibimiento, y se dirigió a los asistentes diciendo: “Ustedes son el laboratorio donde se gestan todas las grandes decisiones”. En ese sentido, destacó que los secretarios/as y relatores/as “ven que detrás de las causas hay seres humanos y son los que nos transmiten esa realidad”.
Explicó que era un día importante porque por primera vez se producía un encuentro formal de intercambio entre relatores/as, secretarios/as de las provincias argentinas con los relatores/as de la Corte Suprema. “Hemos querido tener esa interacción para que nos conozcan como lo que realmente somos, ni más ni menos que ellos, iguales”, explicó.
Entre los presentes estuvieron los y las vocales del STJ, Daniel Carubia, Germán Carlomagno, Claudia Mizawak, Martín Carbonell, Gisela Schumacher, Jorge Pirovani y Leonardo Portela.
Durante la jornada hubo dos conferencias. Ariel Gustavo Coll, ministro del Superior Tribunal de Justicia de Formosa, disertó sobre “Lenguaje claro como condición para que la ciudadanía acceda a la Justicia”, en tanto que María Elena Vigliani de La Rosa, profesora titular de Expresión Oral y Escrita en la Maestría en Derecho y Magistratura Judicial de la Universidad Austral, expuso sobre “Teoría y práctica del lenguaje jurídico claro como obligación moral”.