Se cumplen 15 años de la última nevada en Venado Tuerto
El 9 de julio de 2007 quedará como un gratísimo recuerdo entre los habitantes de Venado Tuerto. Aquel día, la nieve cubría la ciudad, así como otras localidades del centro del país a quienes sorprendió el inusual evento climático.
Recuerdos
Dos veces nevó en Venado Tuerto en los últimos 50 años según los datos estadísticos. El 16 de julio de 1973 y el 9 del mismo mes, pero de 2007. En esta oportunidad, más de medio país disfrutó de este fenómeno. Los que ya peinan canas recuerdan a través del tiempo y aseguran que el fenómeno de hace 47 años se dio solo por la mañana, dado que enseguida sobrevino la lluvia y lavó el paisaje. “Charlando con algunos de los memoriosos, la nevada del ’73 fue considerable y si se la compara con la de ayer, fue algo más pequeña. Ayer por la madrugada comenzó a caer nieve y durante el día las condiciones se mantuvieron igual”, indicó el meteorólogo Ricardo Martín a este diario en 2007.
La nevada del 9 de julio de hace 13 años atrás, superó las expectativas de grandes y chicos comenzando en la madrugada del Día de la Independencia, en tanto que por la tarde, cerca de las 14, una pertinaz aguanieve, ya no tan simpática, redujo aún más la sensación térmica y mantuvo en cero la temperatura la mayor parte de la histórica jornada. Sobre las 16, el sol intentó abrirse paso entre las nubes, pero el descolorido astro solo contribuyó a que el frío creciera, mientras que ya en el atardecer, empezó nuevamente el aguanieve a cruzar el aire como pequeñísimos alfileres.
Desde muy temprano, grupos de personas se volcaron a las plazas y lugares al aire libre con la intención de grabar en sus ojos y maquinas fotográfica los inusuales paisajes antes de que desaparecieran. Pero la generosidad climática alcanzó hasta para favorecer a los más remolones, ya que nevó copiosamente todo el día y el fenómeno logró otro hecho que de por sí era un espectáculo: la gente en la calle. La nieve logró que niños, jóvenes y mayores salieran sin importarles el “0 grado” imperante durante todo el día, y los tres grados bajo cero de sensación térmica, que normalmente causan malhumor y apuro por llegar a lugares cubiertos, fueron ignorados.
Finalizado el día, congelados pero felices, los venadenses volvieron a sus casas, ya más pensando en la “ola polar” que los recibiría al día siguiente a quienes debían volver a asu actividades después de un finde semana largo. En esta oportunidad los únicos privilegiados fueron los niños, que empezaron oportunamente el receso escolar invernal.
Con información de El Informe.