Huber: No queremos elegir quién va a respirar y quién no
El subsecretario de Gestión del Ministerio de Salud de la provincia, Ramiro Huber manifestó su situación por el alto nivel de ocupación de camas que registran actualmente los efectores públicos y privados del sur santafesino. En el caso de Firmat ya no quedan disponibles camas de cuidados intensivos para casos de Covid-19, mientras que en el Hospital “Dr. Gutiérrez” de Venado Tuerto serían tan sólo tres las plazas para cubrir una región muy importante -más allá de que este nosocomio tiene la posibilidad de habilitar otras cinco camas-. El temor de todo el sistema sanitario es no llegar a poder atender a todos los pacientes.
“Estamos viendo el avance de la segunda ola tal cual se preveía, lamentablemente. Para darnos una idea los porcentajes de los testeos positivos fueron creciendo de manera progresiva, pasando de un 10 por ciento en el verano a un 42 por ciento actualmente, lo que indica una presencia importante del virus que derivó en una rápida ocupación de las camas tanto en sala general como en terapia, con un agravante: los pacientes que se internan en las UTI tienen un promedio de edad mucho menor que la primera ola, pasando de 73 a 60 años; siendo personas más jóvenes que tienen una resistencia mayor a la enfermedad y por un utilización más extensa en terapia”, explicó el funcionario.
Sin camas
La realidad que atraviesa Firmat afecta a unas 13 localidades, sumando unos 60 mil habitantes de la región. “Se está haciendo todo lo posible, porque tenemos que saber que esta segunda ola encuentra a los servicios de salud atendiendo otras patologías. Por ello las autoridades del Hospital de Firmat están trabajando intensamente en optimizar al máximo los recursos disponibles; de todos modos tememos que se tornen insuficientes”, enfatizó, adelantando que una de las posibilidades es dotar con respiradores al sanatorio privado para sumar algunas camas más.
Para el funcionario hay dos herramientas que son fundamentales para contrarrestar esta difícil realidad: la vacunación, debiendo aplicarse las dosis a la mayor cantidad de personas posible en el menor tiempo, y por otro las medidas de bioseguridad, debiendo insistir, una vez más, en la conciencia ciudadana y en la necesidad del cuidado. “No son fórmulas mágicas ni estamos hablando en otro idioma, sólo pedimos que se utilice bien el barbijo, el distanciamiento, el lavado de manos y la ventilación de los ambientes. Estamos hablando cosas de cosas sencillas pero si no las respetamos se nos va a complicar muchísimo la situación en los próximos días”, afirmó.
“Todo el sur de la provincia, está en un momento complejo, incluso en algún momento teníamos a Rosario como una vía de escape pero hoy es a la inversa, porque es más probable que tengamos que actuar como ayuda para las localidades de esta región con muy pocas camas disponibles”, insistió.
Decidir a quién atender
“No queremos llegar a la terrible decisión de tener que elegir a quién brindarle servicio y a quién no”, exclamó Huber. Y añadió: “Hay algunos comité de bioética de algunos efectores importantes ya han trabajado y el Ministerio de Salud ahora está distribuyendo recomendaciones. Lo que se intenta hacer es establecer algunas pautas y criterios lógicos, éticos, ante la difícil situación de tener que decidir entre quién va a respirar y quién no, algo que hasta el momento no sucedió”. Si bien se plantean factores como el estado clínico, la expectativa de vida, si cuenta con comorbilidades, “no deja de ser una decisión terrible que queremos evitar, aunque necesitamos la colaboración de la gente”.