Imágenes de La Divina Comedia, según la inspiración de Claudio Priotti

La muestra “La Divina Comedia”, de autoría del artista plástico Claudio Priotti, se inauguró en la noche del viernes 28 de junio en la Casa Museo Cayetano Silva de Venado Tuerto y puede visitarse hasta el viernes 5 de julio, siempre en el horario de 9 a 12 y de 17 a 20, con acceso libre y gratuito.

La exposición, que ya se presentó en la ciudad de Firmat, abarca 35 trabajos en distintas técnicas (pinturas, dibujos y grabados), y en los próximos meses recorrerá distintos puntos del país, como Rosario, Córdoba y Buenos Aires, y tendrá su última escala en abril próximo, cuando Priotti exhiba la obra inspirada en la genial poesía épica de Dante Alighieri, en el Ministero dell'Istruzione e del Mérito de Roma (Italia).

En la jornada inaugural, las palabras introductorias correspondieron a Beatriz Nannini, quien observó que “el viaje al que nos invita Claudio Priotti es hacia el interior de nosotros. Es un viaje íntimo. El autor es audaz sin saberlo o sabiéndolo a medias; como Dante, cruza umbrales, no tiene miedo a dejarse llevar por su saber hacer con la representación y con lo no representable. Nos enseña dónde hay que poner el ojo”, ahondó la psicoanalista. 

Por su parte, el autor apuntó: “Es una obra que refleja un paso muy importante de la civilización occidental, del Medioevo al Renacimiento. Ese cambio grande en la visión del mundo, del teocentrismo al antropocentrismo, es reflejado por El Dante en su obra, donde aborda puntos de vista filosóficos, mitológicos y religiosos, todo aquello que era el conocimiento de la humanidad en ese momento”.

Con destino en Italia

En charla con Sur24, Claudio Priotti, nacido en Berabevú y venadense por adopción, se refirió al punto de partida del proyecto artístico: “Desde hace más de 20 años tengo una muy buena relación con un prestigioso galerista mexicano, quien me propuso montar una exposición en Italia, donde ya llevé obras propias en otra época, y enseguida acepté y comencé a buscar una temática apropiada. No demoré en elegir la figura del Dante (Alighieri) y su Divina Comedia, que allá es como nuestro Martín Fierro, un libro de cabecera de los chicos en los colegios, además de ser una obra cumbre de la literatura universal”.

De inmediato, Priotti dio prioridad en su taller a la elaboración de esta serie, que le demandó varios meses de arduo trabajo creativo, hasta completar las 35 piezas que la conforman. “Son 12 cuadros de 0,90 m x 1,20 m, sobre tela, pintados con la técnica tradicional del óleo, y también hay trabajos más chicos, de 0,35 m x 0,40/0,50 m, con otras técnicas, que hace tiempo no practicaba, como grabados en madera, acuarela y collage”, detalló.

Luego de una presentación inicial, en mayo último, en la sala de exposiciones de la Municipalidad de Firmat, de la mano de su gran amigo, el notable artista plástico Norberto Luppi, la muestra permanecerá en Venado Tuerto hasta este viernes 5 de julio, y luego recorrerá otros destinos, para desembarcar en abril de 2025 en Roma, destino final de la serie.

Un poema muy visual

Sobre el inmenso compromiso asumido, Priotti destacó que “La Divina Comedia es una obra con una descripción literaria que remite a lo visual, y llevarla a una resolución plástica no me resultó fácil, pero acepté el desafío después de tantos años de trabajo (…) Cualquiera que la haya leído, en su totalidad o en partes, sabrá que es inevitable formar imágenes mentales de lo que el Dante describe de las distintas etapas, como el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Y el siguiente paso es plasmar esas imágenes en una tela, que significó un reto muy complejo, pero decidí tomar ciertos riesgos y creo que valió la pena tanto esfuerzo”, manifestó el artista y docente, quien se animó a presentar algunos personajes con vestimentas contemporáneas, licencia a la que no se atrevieron los más grandes pintores de la historia del arte, como Gustavo Doré y William Blake, que en todos los casos ilustraron la obra aferrados a la descripción del genio florentino.

“En la inauguración, varios me consultaron por ese detalle y les explicaba que uno siempre busca dar a sus obras una impronta personal y de diferenciarse en cierta medida de todo lo que ya se hizo, sobre todo cuando se incursiona en los clásicos, como también sucede en el teatro o en la música”, comparó el licenciado en Artes Visuales, quien agradeció a la Secretaría de Territorialidad y Desarrollo Cultural municipal por las innovaciones dispuestas en el Museo para el mayor lucimiento de las obras expuestas.

Cabe destacar que la obra original de Dante Alighieri no incluía imágenes cuando fue escrita en el siglo XIV. Sin embargo, a lo largo del tiempo, muchos artistas crearon ilustraciones inspiradas en el poema, como Sandro Botticelli (con una serie de dibujos detallados que representan escenas de la obra); Gustave Doré (sus grabados son quizás los más famosos y acompañaron muchas ediciones del poema); William Blake (creó ilustraciones que capturan la esencia mística y espiritual del texto) y Salvador Dalí (con una interpretación surrealista).

Infierno, Purgatorio y Paraíso

La Divina Comedia es un poema épico (género literario que consiste en la narración en verso de las hazañas de los héroes) escrito por Dante Alighieri entre 1304 y 1321. La obra se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso, cada una compuesta por 33 cantos, más un canto introductorio.

Infierno: Dante, guiado por el poeta Virgilio, desciende a través de los nueve círculos del Infierno, donde observa los castigos de los pecadores. Cada círculo está reservado para diferentes tipos de pecados, desde la lujuria hasta la traición.

Purgatorio: En esta sección, Dante y Virgilio ascienden por una montaña dividida en siete terrazas, cada una representando uno de los siete pecados capitales. Aquí, las almas se purifican antes de poder entrar al Paraíso.

Paraíso: Finalmente, Dante es guiado por su amada Beatriz a través de los nueve cielos del Paraíso, donde se encuentra con las almas benditas y contempla la gloria divina.

La obra es una alegoría del viaje del alma hacia Dios, y está llena de simbolismo y referencias a la filosofía y teología medievales.