La ONU teme una matanza
Israel se prepara para su ofensiva "definitiva" contra Hamás en Rafah
António Guterres alertó que la prevista operación militar terrestre israelí sobre la ciudad gazatí, sería "la sentencia de muerte para los programas de ayuda humanitaria".
Israel dio pasos para un posible ataque contra el grupo Hamás en Rafah, una ciudad de la Franja de Gaza desbordada por desplazados, pese a los temores de la ONU de una matanza de palestinos. Mientras tanto, el primer ministro palestino presentó su renuncia y abrió la puerta a una reforma del órgano de gobierno autónomo que Estados Unidos espera se haga cargo de Gaza tras la guerra.
El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó este lunes que la prevista ofensiva militar terrestre de Israel en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, sería la "sentencia de muerte" para los programas de ayuda humanitaria en el territorio palestino, poco después de que el Ejército israelí anunciara "un plan de evacuación de los civiles".
La ofensiva contra Hamás en Rafah "no sólo sería aterradora para el más de 1 millón de civiles palestinos refugiados allí, sino que marcaría la sentencia de muerte para nuestros programas de ayuda", advirtió Guterres en la apertura de la quincuagésima sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra. Rafah, en el extremo sur de la Franja, junto a la frontera cerrada de Egipto, es el único acceso de la ayuda humanitaria, que sigue siendo "totalmente insuficiente" para el territorio, subrayó Guterres.
Gran parte de la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos, principal aliado de Israel, intenta disuadir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de entrar en Rafah, donde se hacinan, según la ONU, cerca de 1,5 millones de palestinos, más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, casi todos ellos desplazados por meses de combates y bombardeos.
El dirigente israelí defiende su incursión terrestre porque este sitio es, en su opinión, "el último bastión de Hamás". "Esta operación tiene que hacerse porque la victoria total es nuestro objetivo y la victoria total está al alcance", dijo el domingo en una entrevista con la cadena estadounidense CBS.
Plan para evacuar civiles
El Ejército israelí presentó "un plan para evacuar civiles de áreas de combate en la Franja de Gaza, junto con un plan operativo", según datos oficiales. Si bien no trascendió ninguna precisión sobre la referida evacuación, el premier dijo que había "lugar" para los civiles "en el norte de Rafah, en las zonas donde terminamos los combates". Pero esos sectores siguen bajo bombardeos israelíes, ya que varios ataques golpearon durante la noche del domingo en Rafah, Khan Yunis (pocos kilómetros al norte de Rafah) y en el barrio de Zeitun, en la norteña Ciudad de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza, por su parte, anunció que 92 palestinos murieron en esos bombardeos, elevándose a 29.782 el número de fallecidos y unos 70.000 heridos desde que las Fuerzas de Defensa de Israel empezaron con sus acciones de represalia contra el grupo extremista que gobierna desde 2007 el territorio gazatí.
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La situación en la Franja de Gaza, en tanto, no deja de empeorar y 2,2 millones de personas, la inmensa mayoría de la población, se enfrentan a una "hambruna masiva", según la ONU. Los bombardeos no cesan y la ayuda humanitaria entra con cuentagotas por el paso de Rafah, y depende del visto bueno de Israel, que impuso un asedio total en el enclave. Atento a lo anterior, desde la oficina del premier Netanyahu se indicó que el Ejército de Israel había aprobado un plan de suministro de ayuda "que evitará saqueos" en Rafah.
Independientemente de todo ello, varios pobladores palestinos aseguraron que se han visto "obligados a comer hojas y forraje para ganado para sobrevivir, ya que los pocos convoyes que consiguen llegar al norte son saqueados por la población". "Nos morimos de hambre", dijo el palestino Abdullah al Aqra, de 40 años, refugiado en el oeste de Ciudad de Gaza, tras haber huido de Beit Lahiya, más al norte.
¿Golpe de timón y cambio de rumbo en la ANP?
En Cisjordania, los otros territorios palestinos donde la violencia se ha disparado desde el 7 de octubre pasado, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mohammad Shtayyeh, presentó su dimisión y la de todos los ministros de su gobierno al presidente Mahmud Abbas. La dimisión allana el camino para una reforma de la ANP, que era largamente reclamada por la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, que desea que ese órgano de gobierno autónomo gobierne en Gaza tras una eventual derrota de Hamas contra Israel.
Abbas, cuyas fuerzas fueron expulsadas de Gaza por Hamás en 2007, ha dejado claro que le gustaría que la ANP gobernara el enclave después de la guerra. No obstante ello, no está de más aclarar que Abbas es "profundamente impopular entre los palestinos" (tal cual lo plantean analistas internacionales y locales), sin olvidar que el propio Benjamin Netanyahu ha rechazado en forma rotunda la idea de poner a la ANP a cargo de Gaza.
Abbas, de 88 años, dijo que aceptaba las renuncias del gobierno de Shtayyeh, pero pidió al premier y a sus ministros que permanezcan interinamente en sus cargos hasta la formación de un nuevo gobierno. La medida indica la voluntad de los líderes palestinos respaldados por Occidente de aceptar una ansiada reorganización, la que podría dar paso a reformas buscadas por Estados Unidos, a medida que se intensifican negociaciones internacionales para lograr un alto el fuego en Gaza.
La ANP, creada en virtud de acuerdos de paz interinos suscriptos entre los israelíes y los palestinos a principios de la década de 1990, administra de igual modo partes de Cisjordania, los otros territorios palestinos que están bajo ocupación de Israel. La ANP está lacerada y debilitada por la corrupción, según los propios palestinos, Estados Unidos y otros críticos. "La próxima etapa y sus desafíos requieren nuevos acuerdos gubernamentales y políticos que tengan en cuenta la nueva realidad en la Franja de Gaza", dijo Shtayyeh al presentar su renuncia.
Netanyahu quiere que Israel mantenga un "control de seguridad indefinido" en la Franja de Gaza una vez terminado el conflicto bélico con Hamás (el que, obviamente, espera resolver a su favor), con funcionarios palestinos a cargo de los asuntos civiles. Los palestinos han rechazado ese "papel limitado" y buscan "un Estado independiente en Cisjordania, Jerusalén Este y todo Gaza", las zonas capturadas por Israel en una guerra contra países árabes en 1967.
En semejante contexto, en cuanto a lo estrictamente político, se espera que Abbas elija a Mohammad Mustafa, actual presidente del Fondo de Inversión Palestina, como próximo primer ministro. Mustafa es un economista educado en Estados Unidos, que ocupó altos cargos en el Banco Mundial y en la propia ANP.
Primer entendimiento para cese del fuego "temporal"
En el plano diplomático, representantes de Egipto, Qatar, Estados Unidos y de Israel y Hamas reanudaron el domingo las negociaciones en Doha de cara a lograr una tregua. A estas conversaciones, seguirán "reuniones en El Cairo", según el canal AlQahera News, cercano a los servicios de inteligencia egipcios.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró que, en una reunión en París, representantes israelíes, estadounidenses, egipcios y cataríes "llegaron a un entendimiento" sobre "los contornos básicos" de un acuerdo sobre rehenes para "un cese el fuego temporal".
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Según una fuente de Hamás, el plan contiene una tregua de seis semanas y el canje de rehenes por presos palestinos, así como la entrada de una gran cantidad de ayuda humanitaria. La guerra también avivó las tensiones en la frontera entre Israel y Líbano, donde se producen cruces de disparos diarios entre el Ejército israelí y el movimiento islamista libanés proiraní Hezbolá, aliado de Hamás.
En la víspera, el Ejército israelí bombardeó objetivos del grupo chiita en el este del país, mucho más en el interior del territorio, y mató a dos de sus combatientes. Hezbolá anunció luego que lanzó 60 cohetes contra una base militar israelí en los Altos del Golán, una meseta del sur ocupada por Israel desde 1967.