El gobierno de Italia aprobó este lunes un recorte de los subsidios contra la pobreza introducidos hace cuatro años, una medida criticada como una “provocación” anunciada en medio del 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
Italia anunció una reducción de impuestos y le puso fin a la “renta de ciudadanía”
La primera ministra, Giorgia Meloni, que lidera la coalición de gobierno más derechista desde la caída de Benito Mussolini, sobre el fin de la Segunda Guerra Mundial, dijo que el “ingreso ciudadano” será sustituido por un “cheque de inclusión”, acotado a ciertos hogares que cumplan una serie de requisitos.
Primo maggio: il Governo festeggia con i fatti. Anche oggi al lavoro per migliorare la condizione dei lavoratori. #1maggio pic.twitter.com/1nJmb14UDl
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) May 1, 2023
El Gobierno afirma que este plan de subsidios es muy caro, con un coste de cerca de 8.000 millones de euros (8.800 millones de dólares) el año pasado, y argumenta que desincentiva a personas aptas para trabajar, especialmente a jóvenes, a buscar un empleo.
Desde que asumió el cargo en septiembre, Meloni ha impulsado recortes del impuesto a las empresas, prometiendo también restaurar la credibilidad económica de Italia, reduciendo la deuda contraída durante la pandemia.
“Estamos reformando el ingreso ciudadano para hacer una distinción entre los que pueden trabajar y los que no”, dijo Meloni en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
Su Gobierno también facilita a las empresas la contratación a corto plazo, que los sindicatos afirman que mantiene a los trabajadores en situaciones precarias, y promete exenciones fiscales a las empresas que contraten a personas beneficiarias de los nuevos cheques de inclusión.
El programa de ingreso ciudadano fue introducido en 2019 por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), una formación populista, y sus partidarios afirman que otorga una ayuda importante a millones de hogares de bajos ingresos, en particular en las regiones más pobres del sur.
Los nuevos cheques de inclusión comenzarán a aplicarse en enero de 2024 y tendrán un coste de unos 5.400 millones de euros al año.
Estarán destinados exclusivamente a hogares con menores o donde vivan personas mayores de 60 años o discapacitados, y tendrán un tope de 500 euros al mes.
El ex primer ministro de M5S, Giuseppe Conte, dijo que “un gobierno no se reúne un 1 de mayo para condenar a jóvenes a una vida de precariedad, destruyendo sus sueños de tener una casa o de tener hijos”.
Roberto Fico, el expresidente de la Cámara de Diputados, perteneciente también al M5S calificó la decisión como una “provocación”.