Definiciones
José Goity: "Vamos a reorganizar el sistema educativo"
Qué va a pasar con el Plan 25, los cargos docentes del "avance continuo". Y lo que viene.
Por Mariela Goy
El nuevo ministro de Educación de la provincia, José Goity, está convencido de que Santa Fe tiene un sistema educativo "muy potente" pero no carente de déficits y dificultades. Entre ellos, menciona -sin medidas tintas- que "hay mucha desorientación, mucha discrecionalidad con respecto a cómo aplicar una norma y muy poca claridad". También advierte que no se están produciendo aprendizajes significativos en la escuela, y que se confundió "inclusión educativa con contención", sosteniendo una situación "ficticia" con determinados programas, como el de Avance Continuo o la evaluación por grupos de materias.
Goity es profesor en Ciencias de la Educación, proviene de Rosario y cuenta con una trayectoria profesional vinculada principalmente a la universidad. Admite que la repitencia no soluciona nada, dice que hay que ir a buscar a los adolescentes que no están en la escuela pero que también hay que poder sostenerlos en el sistema.
Para esto, viene a proponer una fórmula diferente a la aplicada en los últimos 4 años, donde la "evaluación" vuelve a escena. No solo se evaluarán los aprendizajes de los estudiantes sino también las propias políticas educativas. Trae, para el nivel primario, un programa de "alfabetización inicial", y quiere dotar al secundario de "sentido" y de "utilidad práctica", en articulación con los estudios superiores y el mundo del trabajo.
-¿Cuál va a ser la impronta de su gestión al frente del Ministerio de Educación?
- La impronta va a ser la que venimos planteando desde la campaña electoral y que implica un contrato con la sociedad santafesina que votó a este gobierno. Básicamente, recuperar el lugar central de los aprendizajes en la escuela y la evaluación, no sólo como una cuestión pedagógica y de seguimiento de los aprendizajes, sino también como una manera de evaluar las políticas educativas. Nosotros creemos que Santa Fe tiene un sistema educativo muy potente, un gran potencial en sus docentes, en sus instituciones y es una referencia educativa a nivel nacional, pero también tiene muchos déficits y dificultades. Entonces, lo que queremos es plantear políticas educativas que mejoren los aprendizajes de los estudiantes y poder evaluar el desempeño de esos aprendizajes para poder evaluarnos a nosotros mismos en nuestras propias políticas.
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-Este golpe de timón que propone con relación a la gestión anterior ¿va a ser en varios ámbitos? Y en ese sentido ¿qué le parece que funcionó mal en la educación santafesina hasta ahora?
-En principio, uno de los problemas que tenemos como sistema educativo es que ha habido un desplazamiento de la función educativa en términos de transferencia de conocimiento y de aprendizaje hacia un aspecto más de contención social y no educativo. Se ha confundido inclusión con contención. O sea, la contención es importante pero como una herramienta dentro de la escuela para poder educar y enseñar. Y la escuela tiene una única manera de incluir, porque es su función primordial en la sociedad, que es con el conocimiento. Nosotros incluimos a través del conocimiento. Esto se ha ido perdiendo en los últimos tiempos y se ha agudizado mucho de cuatro años a esta parte.
Justamente el avance continuo -que se da en llamar "no repitencia" y que nosotros hemos derogado- iba en esa dirección. Es decir, diluir y dificultar la evaluación por parte de los docentes secundarios, incorporándola en un núcleo de materias. O sea que había que evaluar 4, 5, 6 materias juntas para poner una nota y eso dificultaba mucho la evaluación. Y la combinación de esto con el "avance continuo", con la "no repitencia", para nosotros fue muy negativa. Entonces, si yo no evalúo, no certifico y dejo pasar, lo que estoy haciendo es mejorar probablemente algunos datos de retención y de egreso, pero lo que seguro no estoy haciendo es producir aprendizajes significativos. De alguna manera, sostenemos una irrealidad.
Después también queremos centrarnos en algunos objetivos concretos y específicos que sean políticas de Estado como es la "alfabetización inicial"; la articulación de la escuela media con mundo del trabajo y los estudios superiores; y reforzar y fortalecer la formación docente. Esos son tres aspectos que van a ser medulares en las políticas que vamos a implementar.
-¿Usted se refiere a los trayectos educativos, que contenían varias materias?
-Lo que se fue generando es una modificación en la manera de evaluar, que se aplicó de manera bastante dispar en las escuelas -porque cada una definió sus propias estrategias-, y que avanzó sobre el Decreto 181 de evaluación, promoción y organización de la escuela media. Esta es una norma del año 2009 que tiene que ser revisada, porque ya tiene muchos años y la secundaria cambió, pero es un decreto que se construyó con cierto consenso e instancias participativas. Entonces, si lo vamos a modificar, tenemos que tener una propuesta superadora; y eso es lo que no se hizo en el gobierno anterior. ¿Qué es lo que hay hoy en el sistema educativo? Algo que nosotros veníamos percibiendo y ahora empezamos a confirmarlo: hay mucha desorientación, mucha discrecionalidad con respecto a cómo aplicar una norma y muy poca claridad con respecto a cuáles son las formas de aplicarla. Queremos reordenar el sistema, darle mayor certeza a los directivos y a los docentes para que puedan recuperar su autoridad pedagógica en torno al conocimiento y la evaluación.
Los cargos del proyecto de avance continuo
-Uno de los primeros decretos que firmó Pullaro es el de eliminar el avance continuo. ¿Qué va a pasar con las 185 escuelas que lo venían aplicando este año? ¿Van a terminar según lo proyectado o va a haber una revisión de último momento?
-Este decreto tiene vigencia a partir del 2024. Por ende, el 2023 va a terminar con todas las instancias evaluativas y de seguimiento que estaban previstas en las escuelas que venían aplicando el avance continuo. A partir del 2024 volvemos al régimen anterior y esas escuelas que tenían un conjunto de cargos docentes para hacer seguimiento, van a seguir teniendo sus cargos para que cada uno de los chicos pueda ir adecuando y regularizando su situación y seguir el régimen normal. Es decir, se culmina este año en los términos que estaban planteados y tenemos todo un año para regularizar las situaciones bajo las mismas condiciones de apoyatura que estaban previstas en la experiencia inicial.
-¿Hay alguna evaluación de cómo funcionó la experiencia de avance continuo?
-Teóricamente hay un estudio que se hizo para ver el impacto y cuál fue su desempeño, pero nosotros ya tenemos un registro del conjunto de los docentes, con muchas opiniones que hemos recabado a lo largo del año, y tenemos una posición que no es caprichosa ni oportunista, sino conceptual con respecto a este modelo. Diría que es muy difícil poder medir cuál es el nivel de conocimientos o aprendizajes que se ha promovido cuando directamente no hay ningún mecanismo de evaluación ni de certificación. Con lo cual, si hay alguna evaluación del hecho, me permito dudar de su consistencia y su solidez, porque hay un problema de diseño original de la propuesta.
-¿Tienen pensado cómo harán con los chicos que hoy no están yendo a la escuela secundaria? Porque una de las ideas que tenía este plan de Avance Continuo era tratar de que los chicos, sobre todo de sectores más vulnerables, no repitieran, porque ése es el primer paso hacia la deserción escolar. Y también se sabe que hoy hay muchos adolescentes que están fuera del sistema, agravado esto por la pandemia.
-Es un tema claramente complejo, que no tiene una única solución y un único abordaje. Justamente esa complejidad nos ha puesto en un círculo vicioso, en donde no le vamos encontrando la vuelta porque no sabemos por dónde empezar. Entonces hay que abordarlo desde distintos lugares. Lo primero que tenemos que hacer es tratar de retener a los chicos en la escuela. Y acá hay un montón de estrategias que son importantes, pero hay una cuestión que hoy no está lo suficientemente dimensionada, que es la utilidad práctica de la escuela secundaria. Si nosotros logramos que los chicos tengan la certeza de que lo que están haciendo es útil para su inserción futura, y que las familias y la sociedad piensen lo mismo, vamos a tener mejores resultados en retener a nuestros estudiantes. Ahora, si por el contrario, hay un sentido común y compartido de que la secundaria es un simple tránsito para ver qué hago después, es muy difícil sostenerse cuando yo no espero nada o poco del estudio secundario. Ese es el primer elemento a abordar.
El segundo elemento es ir a buscar a aquellos que no están y traerlos nuevamente. Pero si voy a hacer un esfuerzo para traerlos, tengo que después retenerlos. Porque si yo los traigo nuevamente al colegio secundario, pero las condiciones que los expulsó, persisten, lo único que voy a hacer es contenerlo durante un tiempo determinado para decirle que aprobó un ciclo de estudio, que en realidad no aprobó. Por eso es muy peligroso plantear que no lo hago repetir para que no se vaya, lo sostengo en una trayectoria escolar que es ficticia, y le certifico saberes que en realidad también son ficticios. Entonces, yo no puedo plantear seriamente que un chico no repita para que no deje la escuela. Lo que tengo que ver es cómo hago para que este chico tenga los conocimientos y los saberes que se necesitan, y si tiene que repetir o tiene que reforzar algo, lo haga porque sabe que eso es necesario y útil. Pedagógica y educativamente está comprobado que la repitencia no es solución de nada, y que un chico no va a aprender porque repita, pero tampoco va a aprender si lo dejo pasar.
-¿Está analizado si van a recuperar el Vuelvo a Estudiar?
-El Vuelvo a Estudiar es una de las experiencias adecuadas, que ha tenido buenos resultados y vamos a buscar la manera de implementarlo. Nosotros creemos que se han hecho muchas cosas mal a lo largo, sobre todo, de estos últimos cuatro años, pero las que se hicieron bien y las buenas experiencias las queremos recuperar.
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El Plan 25 y el de alfabetización
-Con relación al Plan 25, de extensión horaria ¿Se seguirá aplicando o dependerá de que continúe el financiamiento nacional? ¿Y qué evaluación hace de cómo se implementó hasta el momento?
- Nuestra posición es favorable al hecho de ampliar la carga horaria, todo lo que es incorporar horas a la educación obligatoria es bueno. No podemos expresar una opinión tajante con respecto a la continuidad, porque eso depende de un financiamiento que es nacional y que estaba comprometido hasta el año 2027. Apelamos a alguna mínima precisión del Gobierno nacional, pero si el financiamiento está, lo vamos a sostener, porque creemos que más horas de clase es bueno. Sí vamos a evaluar cuál es el modo de aplicación y cuáles son los impactos reales que tenemos en los aprendizajes a partir de la ampliación horaria. A priori, el criterio que tomó el gobierno fue asignarle una hora más a todas las escuelas. No está mal, pero nosotros creemos que hay que reforzar la ampliación horaria y la escolaridad extendida en aquellos sectores sociales más vulnerados o con más dificultades educativas. Aun así, sabemos que hay limitaciones para aplicarlo y somos respetuosos de lo que se hizo hasta ahora.
-¿Podría ampliar algunas estrategias con respecto al Plan de Alfabetización Inicial que pretende aplicar?
-El objetivo es que todos los chicos en tercer grado terminen perfectamente alfabetizados, y que esto pueda ser mensurable o medible. Entonces, la primera estrategia es implementar mecanismos de evaluación y seguimiento que puedan dar cuenta del estado de situación actual y que luego nos puedan ir indicando el grado de avance. Estos mecanismos están pensados, no para evaluar puntualmente a uno u otro chico, chica, a un docente o a un curso en particular, sino para poder evaluar el conjunto de la política implementada; es decir, autoevaluar la política.
Por otro lado, hay todo un debate nacional y hay distintas experiencias que se llevan adelante con distintos métodos. Nuestra idea es poder consensuar un método único y que todos los docentes trabajen con el mismo; poder armar dispositivos de intervención educativa con recursos que podamos proveer y que sean los mismos para todas las escuelas; y poder generar formas de seguimiento comunes a todos los establecimientos. El objetivo acá es que no haya una diferencia sustancial entre una escuela de algún barrio con mayor carencia y otra del centro. Y para esto tenemos que orientar los recursos a las escuelas y a los chicos que más los necesitan, además de tener un mecanismo de evaluación y seguimiento de las trayectorias para poder orientar esos esfuerzos.
-¿Este plan va a estar destinado al primer ciclo de la escuela primaria?
-Va a estar destinado en principio a la adquisición de la lectura y la escritura y de las primeras herramientas matemáticas para 1ro, 2do, y 3er grado; es decir, primer ciclo de la educación primaria. Pero a su vez también queremos elaborar un plan de lectura comprensiva para todos los niveles y la totalidad de los ciclos educativos. Creemos que aprender a leer y escribir con solvencia es algo que se adquiere en esa instancia educativa, pero es algo que se tiene que desarrollar, sostener y potenciar a lo largo de toda la trayectoria escolar.
Para los últimos años del secundario
-El otro proyecto anunciado involucra a la educación técnica, en una política transversal ¿Esto está ya definido cómo va a ser?
-Estamos trabajando en intervenciones con algunos conceptos rectores que tienen que ver, primero, con poner énfasis en el último ciclo de la educación secundaria, empezando por el 5to año, pero luego también se puede incorporar el 4to. Esto es para toda la educación secundaria, en sus diversas modalidades, no solamente técnica. El concepto transversal tiene que ver con el sentido de la educación secundaria -sobre todo en los últimos años-, con lo vocacional, pero también con nutrirse de herramientas necesarias y útiles para el desempeño futuro. Con eso podemos empezar a dotar de sentido a la educación secundaria, dándole las herramientas que se necesitan para un buen desempeño en los estudios superiores, y a su vez también con el mundo laboral. Hoy hay algunas instancias que tienen que ver con las prácticas profesionalizantes: queremos trabajar con un nivel de articulación fuerte, y también en la capacitación profesional.
Para eso ya estamos construyendo una mesa de trabajo, entre Educación, Producción y Trabajo, para ver cuál es el nivel de interacción que podemos generar ahí. El objetivo final es dotar de utilidad y sentido, por lo menos al último tramo de la educación secundaria. Hay herramientas curriculares y otras que tendremos que construir para hacer más potente esta instancia de educación secundaria; y a su vez también hay dispositivos que tienen que ver con las inserciones de prácticas que podemos utilizar.
Titularizaciones y ascenso
"La política de titularización docente la sostenemos, creemos que es importante la estabilidad laboral del docente; es un requisito que hace a la calidad educativa y del sistema", señaló José Goity. De la misma manera, volvió a aclarar que seguirá adelante el proceso de concurso de ascenso a cargos directivos: "Vamos a reconocer todas las inscripciones y el primer primer trayecto del ciclo de formación. Lo que vamos a hacer es revisar el ciclo completo para que la formación que le vamos a dar a todos los aspirantes a cargos directivos, tenga que ver con la política que nosotros pretendemos implementar para los próximos cuatro años".