Jota Morelli, soñando el regreso a los escenarios
El Jota Morelli es sin duda uno de los principales referentes de la música venadense, nuestro embajador en muchos países del mundo junto a otros grandes como Leo Genovesse o Quintino Cinalli. Actualmente es el baterista de Los Enanitos Verdes, agrupación histórica de la escena nacional, con un presente inmejorable en México, donde se han convertido en una de las bandas más populares y convocantes. Sin embargo, en sus 40 años de carrera profesional, se ha dado el gusto de tocar con casi todos los grandes músicos argentinos: Luis Alberto Spinetta, Pappo, Fito Páez, Luis Salinas, Lito Vitale, Pedro Aznar, entre otros. Incluso, cuando se fue a probar suerte afuera, terminó tocando cinco años en Estados Unidos con Al Jarreau, ganador de cuatro premios Grammy como mejor cantante de jazz.
Desde hace más de un año, desde el inicio de la pandemia por Covid-19, Jota está instalado en el país, viajando constantemente de Venado Tuerto a Buenos Aires para trabajar a la distancia, sobre todo en grabaciones. El segundo semestre del año pasado fue realmente para el olvido, ya que el músico se contagió de Coronavirus y hasta tuvo que permanecer internado por diez días en el Hospital local “Dr. Gutiérrez”. Recuperarse de las secuelas tampoco fue sencillo, aunque hoy ya se encuentra al cien por ciento.
En diálogo con Sur24, Jota contó sobre su actualidad y proyectos futuros. “Por suerte estoy trabajando bastante con grabaciones, que la mayoría las hago en Venado en el estudio que tenemos con el ‘Corto’ Mestre que se llama De Aire y que estamos con muchas producciones. Hicimos laburos para Argentina, México, Colombia y Canadá; esto es lo bueno de la tecnología, que se puede trabajar a distancia”, comentó.
Si bien el trabajo desde la virtualidad no paró, el artista lleva más de 13 meses sin poder subir al escenario. “Nosotros que nos dedicamos toda la vida a esto, que nos corten de este modo es un golpe bravo, no salir de gira, no tocar para la gente es difícil y se extraña muchísimo. No sé cuando vamos a aparecer de nuevo porque la cosa está complicada, dependemos de que la población se vacune y se termine esta pandemia”, expresó, mostrándose confiado de que “esto pronto va a terminar”.
Consultado sobre la posibilidad de hacer show on lines, Jota indicó: “Con los Enanitos no quisimos hacer streaming, sino que la idea es esperar a que abra todo para volver a encontrarnos con el público y no hacerlo por una pantalla que muchas veces termina siendo un contacto un poco frío. Lo que sí estoy haciendo es algún vivo a través de las redes sociales, sobre todo cuando estoy copado ensayando en la sala y está bueno porque te da la sensación de estar tocando en en recital. Además me permite conectarme con la gente que está del otro lado porque voy respondiendo los mensajes que me envían”.
“Tengo muchas ganas de volver a tocar en vivo con público, no veo la hora de que llegue ese día”, exclamó. “Extraño mucho a los Enanitos, aunque siempre hablamos con Felipe (Staiti) y Marciano (Cantero). El año pasado se cumplieron los 40 años de la banda y teníamos previsto cualquier cantidad de fechas con un show nuevo, pero esta situación no nos dio ni tiempo para ensayar el espectáculo. Esperemos que a fin de este año o el que viene podamos volver a juntarnos y preparar el show del aniversario, que en realidad lo vamos a poder estrenar en el aniversario número 42”, completó.
Grabaciones y clases
Además de las grabaciones que continúa realizando para grupos de todo el mundo, incluso destacando el proyecto de la banda de rock chilena “D-Mente” también está brindando clases de batería on line. “Siempre junto dos o tres cosas para grabar, viajo a Venado y las hago de una. Cuando estoy en Buenos Aires practico dos o tres horitas diarias en la sala de ensayo”, indicó.
“Estoy grabando dos temas para Marciano Cantero de unos demo’s que me mandó, sumándose a otras dos canciones que grabamos el año pasado. Ojalá se use para un disco nuevo de los Enanitos Verdes”, adelantó.
Su experiencia con el Covid
Jota aprovechó también para contar su experiencia al haberse contagiado de Covid-19. “Cuando arrancó la pandemia estuve cuatro meses en Buenos Aires hasta el 1° de julio que me vine para Venado porque no aguantaba más, extrañaba a mis viejos, mi hermana, mis sobrinos y los amigos. El 14 o 15 de agosto me sentí mal, tenía todos los síntomas compatibles con el Covid, así que al día siguiente me hisopé y me dio positivo, lo cual fue un bajón porque estaba con mis viejos, que ellos también se contagiaron, fue muy feo”, manifestó.
A raíz de los fuertes síntomas, el músico fue internado en el Hospital “Dr. Gutiérrez”, al igual que sus padres que, por precaución, al ser mayores, también fueron derivados a una sala clínica. “A mí me pegó mucho más fuerte que a mis padres, pero gracias a las enfermeras y médicos que me trataron como los dioses, salí adelante. Afortunadamente en ningún momento necesité oxígeno”, detalló, recordando que luego de recibir el alta, transcurridos diez días, “me costó mucho volver a la normalidad, poder respirar bien, correr, tocar, es muy dañino este virus”.
A los efectos físicos que el baterista sufrió de manera provisoria, se le suma el impacto psicológico: “Es muy fuerte, la pasé muy mal, incluso con el temor que le pasara algo a mis viejos a quienes tenía en la habitación de al lado. Pero gracias a Dios no nos pasó nada, más allá de algunas secuelas como la falta de aire, que me afectó para volver a respirar bien, poder jugar al fútbol y tocar a full. Hoy me recuperé bien, pero de todos modos me estoy cuidando muchísimo”, puntualizó.
Seguidamente consideró que “hay mucha gente irresponsable, que organiza fiestas y después contagia a sus padres y abuelos, que no toma conciencia de que es un tiempo, esto no va a durar toda la vida”.
Una tremenda carrera
Cuando empezó a tocar la batería, Jota (que alguna vez fue José) tenía apenas 9 o 10 años y nunca más paró. Sus grandes mentores fueron su padre, Chilín Morelli, y Sartén Asaresi. Luego de varias experiencias adolescentes en Venado Tuerto, comenzó su carrera profesional en 1981 en Buenos Aires, momento en el cual grabó su primer disco con La Torre, aquella singular banda que encabezaban una rockera Patricia Sosa y Oscar Mediavilla. “Yo entré ese año y todavía eran un grupo de covers que se llamaba Nomady Soul, pero ellos ya tenían algunos temas propios y armaron La Torre”, cuenta Jota.
Uno de sus sueños cumplido fue haber tocado con Luis Alberto Spinetta. “Fue una experiencia increíble. En la banda estaban (Javier) Malosetti, Mono Fontana, Claudio Cardone, Guille Arrom. Cada ensayo era una clase magistral porque con el Flaco se aprende mucho. Cuando terminó ese período de cuatro o cinco años sentía que me faltaba todo”, cuenta.
En 1991 Cachorro López lo contactó para tocar en el primer disco de Diego Torres y se quedó hasta el 96. Luego fue momento dar el salto y Jota viajó a Estados Unidos “para cumplir mi sueño de tocar música negra, soul y funk; porque había que estar ahí para hacerlo”, con la ya conocida historia junto al gran cantante Al Jarreau.
En 2004 le surgió la posibilidad de tocar con Fito Páez, así que volvió al país. Fueron unos tres años con el rosarino y para Jota “fue una gran experiencia porque cada show era una final del mundo”.
Fito hizo un parate para dedicarse al cine y Morelli se fue con el guitarrista Luis Salinas, con quien grabó el disco “Sin tiempo”, y desde el 2009 está trabajando con Los Enanitos Verdes, con singular éxito en México y entre el público latino de Estados Unidos.
Hay más, porque Jota tuvo un paso como baterista de la mítica Riff: “Con Pappo toqué poco tiempo, fueron cuatro o cinco meses en la última etapa de la banda donde también estaban JAF y Vitico”, recuerda.
A ello hay que sumarle la grabación en cientos de discos, participaciones en shows y giras, su presencia como músico invitado y la consideración que ha logrado cosechar en todos estos años como músico y como persona.