Julio Lamas: “Hay un movimiento de básquet que se ha hecho en Venado muy importante y me alegra mucho”
Si bien el hecho de que Julio Lamas visite Venado Tuerto es algo habitual, ya que tiene familia y amigos en la ciudad, esta vez fue por una cuestión puntual y especial, ya que fue en el marco de la presentación de un documental donde él es uno de los protagonistas: “Vengo a acompañar la proyección de 3DT, que es un documental que hizo José Glusman acerca de 24 años de la Selección Argentina representada en los tres entrenadores que dirigieron en ese tiempo que son Rubén Magnano, Sergio Hernández y yo”, comienza contando Lamas a Sur24.
Justo llega esta proyección en un momento especial de la Selección. ¿Cómo vivís este momento donde el conjunto nacional quedó increíblemente afuera del Mundial?
-Sí, es un golpe duro para nosotros, para todo el básquet argentino. No haber clasificado después de 41 años, por supuesto que es duro, pero son cosas que pueden pasar y pasó. Es importante ahora poder salir de esta situación, superar este momento con el pre-preolímpico que hay en agosto acá en Argentina, que se pueda presentar el mejor equipo posible y conseguir ese único lugar que hay para el preolímpico del año que viene, que representa la competencia internacional que podemos tener este año y el que viene para no tenerlo en blanco.
¿Tenés alguna lectura por ahí de lo que pudo haber pasado? ¿Es una consecuencia de algo o es una cuestión netamente deportiva?
-Es la tormenta perfecta que no se haya clasificado Argentina. Vos pensá que Argentina no se clasificó con 8 ganados y 4 perdidos. De hecho, hubo cinco equipos con esos números y cuatro de ellos entraron y Argentina no entró por todas las carambolas matemáticas que te puedas imaginar. También creo que es la primera vez que con 8-4 no entra una selección al Mundial. Si también ves el partido con República Dominicana, estábamos 17 puntos arriba faltando 2 minutos para terminar el tercer cuarto, y yo creo que nadie se imaginaba que el partido lo iba a ganar Dominicana. Con lo cual se dieron múltiples factores en contra y el equipo quedó afuera. Hay que bancarla.
¿Cómo ves el nivel del básquet en Argentina y la Liga Nacional, te gusta?
-Evidentemente la liga en este momento necesita recuperar nivel. Tenemos un éxodo de jugadores criollos al cual
tenemos que tratar de que regresen algunos. Los que están en los países de Sudamérica, en competencias pares con la nuestra o menos que la nuestra. Eso tenemos que tratar de que regresen. Hay un tema que el país está viviendo un momento económico muy malo y el básquet no es una isla. Hay gente que se va al exterior a ganar el dinero que acá no puede ganar. Por otra parte, yo creo que en la primera categoría hay que jugar con 16 o 18 equipos no más.¿No tenemos cantidad de jugadores de nivel para tantos equipos?
-Claro, por ahí se divide mucho más entonces los tenemos más disueltos y bueno esto puede repercutir en la selección o por otro lado digamos. Lo que también influye en el tiempo es la calidad de la competencia interna que vos tengas, los jugadores y entrenadores que se van formando, por eso te digo que es importante que puedan volver algunos de los jugadores que están en otras ligas de Sudamérica. No digo los que están en Europa, porque eso fue toda la vida así, los que pueden ir a Europa o a la NBA, es para arriba, es buena noticia siempre, para todos. Incluso que algunos de los mejores entrenadores de Argentina que están afuera también puedan volver porque claro, si vos agarras los 19 entrenadores que fueron campeones, creo que hay dos dirigiendo en la Liga, pero si pudiera haber mucho más es mejor porque si los jóvenes entrenadores aprenden de los mejores, también van a crecer más rápido ellos. Entonces es un poco esas cosas para superar este momento.
¿Es comparable este momento con algún otro?
-Sí, ya le pasó a la Liga, no es la primera vez. En 1989, en la época de la hiperinflación, hubo una situación así y en el 2001 también. De hecho, fuimos en el año 89 a 14 equipos y lo superó porque la liga está bien parida, es federal y es sólida deportivamente. Pero es un momento delicado que estamos viviendo, primero por las condiciones generales del país, y segundo por estas cosas deportivas que te estoy diciendo. El momento no está fácil, pero confío en que vamos a poder superarlo.
Te toca volver a Venado, una ciudad que conoces muy bien y donde tuviste muchas alegrías. ¿Venís cada tanto, podes hacerte el tiempo?
-Venado es un lugar muy especial para mí en lo personal. Yo estoy casado con una mujer de acá, mis dos hijos mayores nacieron acá. Tengo familia y amigos, entonces es un lugar importante para mí y al que vengo frecuentemente. Pasa que esta vez vengo en algo que se hace un poco más público, pero yo a visitar a familia y amigos vengo seguido.
Hace poco te vi en cancha del Deportivo Atenas
-Sí, fui a ver Atenas-Centenario, que cuando entré me dijeron: “no, ustedes allá los de Centenario, porque yo soy amigo de Víctor Daitch”. Pero Atenas es el club de mi suegro, él y sus cuatro hermanos jugaban en Atenas, donde también empezó a jugar mi hijo al básquet. Entonces le dije, “yo soy de Atenas”. Es un lugar por el cual siento afecto.
¿Cómo viste a Centenario que es el actual bicampeón del torneo local?
-Lo que pasa es que tengo entendido que del partido ese que yo vi, ahora hoy hay dos jugadores diferentes. Después de ese partido, donde habían perdido dos por lesión, llegaron otros dos y la dinámica positiva arrancó un poco a partir de ese momento. Yo no lo vi al equipo con esos cambios que el equipo hizo y en esta dinámica positiva.
¿Y cómo ves esto de Olimpia y Centenario jugando Liga Federal, tercera categoría, o lo del año pasado incluso hasta el propio Atenas y Club Ciudad jugando Pre-Federal también?
-Hay un movimiento de básquet que se ha hecho en Venado muy importante y me alegra mucho. La ciudad tuvo una historia muy importante por todas conocidas con Olimpia. Centenario también había jugado en la segunda división, pero Olimpia jugó en la primera y fue campeón e incluso fue el primer campeón de la Liga Sudamericana, un hito digamos del deporte y la ciudad. Después de que estos dos equipos dejaron de jugar, la situación había decaído. Veo un entusiasmo nuevo, estuve escuchando también que hay más básquet femenino que el que había antes y me alegra un montón.
De hecho, hay un buen movimiento también con las formativas.
-No me puedo poner más contento porque creo que el deporte, en principio, como herramienta de educación y de formación de los niños, niñas y adolescentes, es importantísimo y que es fundamental para los buenos hábitos como herramienta de educación para los jóvenes. Y ya cuando es a nivel competitivo y representa a la ciudad en toda la provincia, y si se puede dar un pasito más en todo el país, le levanta un poco la mirada y les muestra a los pibes que juegan, que pueden jugar a más nivel. En definitiva, también el deporte ya a ese nivel es un espectáculo que es parte del entretenimiento de la gente de la ciudad. Es el programa familiar de ir a ver al equipo contra un equipo de la provincia de Buenos Aires o de otro lado, ya es un plan.
Te cambio un poco de deporte. ¿Cómo fue tu paso como asistente de Balbo en el fútbol?
-Me encantó, me gustó mucho, pero no sé si va a continuar o no, puede ser cualquiera de las dos opciones. Fue un desafío diferente para mí poder ser parte de un equipo de trabajo sin ser el líder, que es lo que yo estaba acostumbrado después de 30 años. Además, sin tener el conocimiento futbolístico que tiene el entrenador, pero poder colaborar en la gestión del cuerpo técnico, de los jugadores desde ese lugar, fue muy enriquecedor para mí, aprendí un montón de cosas de fútbol, del mundo del fútbol, y fue desafiante sumar sin tener esa primera herramienta que yo tengo cuando estoy en el equipo de básquet, que es el conocimiento del deporte. Así que fue una etapa de crecimiento para mí.
¿Y pudiste aplicar algo del básquet ahí? ¿Hay cosas aplicables o que sacaste para el día de mañana poder aplicar al básquet también?
-Sí, igual creo que no me voy a volver a dedicar al básquet, pero nunca se sabe, aunque creo que no. Pero digamos que hay cosas para aplicar del básquet, hay varias que tienen que ver en cómo vos gestionas a un jugador. El alto rendimiento es igual para todos, es vaciarse todos los días y estar en todos los detalles, como la gestión del sueño, de la alimentación, el entrenamiento físico o de los cuidados personales. Hay cosas del básquet, o del deporte en general, que se traslada al fútbol y no es que sea una novedad, los del fútbol también lo hacen. Pero hay cuestiones como la dinámica, el uso del video para mostrar, enseñar, corregir, y la construcción de la metodológica en el entrenamiento para instalar una regla defensiva o un concepto, una conducta ofensiva que son diferentes. Aunque también hay cosas parecidas que fueron apareciendo mientras trabajábamos. Entonces, si bien yo nunca llevaba la iniciativa y no tomaba la decisión, a veces era consultado en algunas cosas y yo opinaba en lo que podía sumar y se fueron utilizando.
¿Y hay alguna gran diferencia que te sorprendió del mundo del fútbol en comparación con el del básquet?
-No que me sorprendió, porque de afuera me imaginaba. Yo había trabajado ya en varios clubes de fútbol dirigiendo básquet, como Boca o San Lorenzo, también en el Real Madrid, pero es un poco diferente porque es en otro lugar y es un club muy especial pero bueno, digamos que lo que veía de afuera se fue confirmando. El fenómeno social que significa en el país el dinero y los intereses que mueve, todo lo que hay alrededor, el impacto inmediato en los medios de comunicación, muy exagerado para cualquier cosa, ganar o perder. Pero otra cosa es vivirlo, viste. Yo veía los partidos con los jugadores que no se cambiaban y los que no estaban ni en los once, ni estaban en el banco. Y bueno hay momentos que los jugadores son como montaña rusa de emociones. Un día le dicen, no alguien en especial sino todo el entorno, que se va a Europa y se va a hacer millonario y, 25 días después, que no sirve para nada… tremendo como es el fenómeno que significa el fútbol en la Argentina y las cosas que mueve. Después me encontré con entrenadores jóvenes muy preparados, con preparadores físicos también, al más alto nivel. Equipos de staff de trabajo muy largos, muchos jugadores en cada equipo que te obliga a estar en todos los detalles todos los días, lleva muchas horas todo lo que hace un cuerpo técnico de fútbol para cada día de trabajo.