Karê regresa al Atahualpa Yupanqui llevando la bandera de los grupos vocales
Diego Montejo
Mirador Provincial
Desde su nacimiento, en abril de 2010, los integrantes de Karê se vieron motivados por el gusto de interpretar a varias voces, como lo hicieran los grandes grupos vocales, muchos de los cuales surgieron y tuvieron su esplendor durante los años ’60, ’70 y ’80.
Hoy en día, se proponen ubicar esta forma de interpretar nuevamente en los primeros planos de la música popular argentina. En este sentido han logrado participar de los grandes festivales del país con un reconocimiento especial en cada una de sus presentaciones.
El grupo cuenta con cuatro trabajos discográficos editados y otro más en proceso de producción que si nada se contrapone saldrá a la luz a mitad de este año. Este último será un homenaje a las mujeres cantoras y poetas con invitadas mujeres. “Yuyay” es el actual trabajo, un álbum reúne catorce canciones del repertorio de la música popular latinoamericana y cuenta con destacados invitados como Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Ana Matilde Alsina “Luciana” y José Tcherkaski, quien compusiera clásicos de la música junto con Piero.
Diego Petrelli, director musical del grupo, dialogó con Mirador Provincial en la previa de esta nueva llegada al escenario Atahualpa Yupanqui, donde este sábado, en la primera luna del festival, tendrán el honor de recibir la unción de los Opus Cuatro, quienes les entregarán simbólicamente el legado de promover y sostener la música vocal en cada rincón y espacio donde sea necesario.
“Se dan un montón de condiciones especiales para disfrutarlo de una manera única, además que desde la comisión nos den esa confianza como grupo vocal, que es uno de los rubros más complicados en cuanto a invitación de festivales, pero que en este caso nos da todo el apoyo, sabiendo que como grupo vocal estamos defendiendo esa estética tan importante en la historia de nuestra música y nos toman como representante de la misma”, explica Petrelli, primer tenor y guitarra, que comparte la agrupación con Julián Cerdán, segundo tenor, Gianni Iazzetta de barítono y Mauricio Cuesta como bajo.
En ese sentido, el arreglador musical señala que la tarea que tienen encomendada por el festival “es llevar la bandera de los grupos vocales”, fundamentalmente porque, la idea de Karê es estimular, motivar y trabajar para que los grupos que componen este género “puedan volver a tener un espacio en los escenarios importantes del país”.
—Hablás de llevar la bandera de los grupos vocales, ¿no es un compromiso demasiado grande?
—Precisamente, la idea es abrir una brecha o camino y que eso se pueda dar, porque no se trata de que no hay grupos vocales, lo que bregamos es para que exista el espacio que los grupos vocales se merecen. Este año, la misma noche, va a estar Opus Cuatro, que se están retirando de la actividad y se propuso que Karê tome la posta, la sorpresa es que nos van a entregar el legado, una cuestión simbólica arriba del escenario, y ellos van a cantar medio tema que después nosotros vamos a terminar, para continuar luego con nuestro show.
—Si hay algo que los caracteriza como grupo es la gran cantidad de trabajo que generan ¿Qué balance hacen de un año tan difícil como lo fue el 2021?
—Fue complicado, en el medio de la pandemia sacamos nuestro cuarto disco “Yuyay” que es el que vamos a presentar en Cosquín. Lo vamos a hacer dentro del tiempo que tenemos, de una manera donde habrá varios temas del disco, en el formato de festival. En cuanto a la pandemia elegimos seguir trabajando en la producción discográfica del conjunto, lo que nos permite volver, tras en el 2020 haber presentado con Bruno Arias el disco de homenaje a los grupos vocales históricos, con otra propuesta totalmente distinta.
— ¿Por qué crees que los grupos vocales no están hoy en los grandes festivales?
—Lo que pasa es que los festivales se mueven en su mayoría con un móvil absolutamente económico, entonces buscan números que corten entradas y eso está muy relacionado con lo que se difunde. Yo digo que no sólo los grupos vocales deben volver a tener su espacio, hay otro tipo de espectáculos que antes se veía en un festival y hoy ya no está, como el solista con su guitarra, cantando varias zambas, tranquilo, bueno eso parece que no puede estar porque existe una desesperación por los tiempos, una aceleración que sienten los organizadores, que si no es algo potente, el festival se les viene abajo. En base a esto se busca espectáculos que tiene que ver con la estridencia, porque como dije antes, siempre lo que manda es el corte de entrada; antes la gente iba al festival no a ver a las figuras.