Kiev asegura tener 600 prisioneros rusos
Ucrania mantiene en su territorio a 600 prisioneros rusos, capturados desde que comenzó la invasión del Ejército de Rusia, el 24 de febrero, anunció la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
“Cuando hablamos del número total (de militares presos), hay alrededor de 600 ahora. Tenemos que construir un campamento especial de acuerdo con el derecho internacional” para alojarlos, dijo Vereshchuk durante la emisión del denominado teletón, un programa de televisión que emiten conjuntamente las televisoras locales.
La vice primera ministra dijo que altos funcionarios del Gobierno ucraniano habían celebrado una reunión para abordar el tema de los presos de guerra rusos. Y también “hablaron sobre cómo obligar a Rusia a permitir que la Cruz Roja pueda atender a nuestros presos y sobre cómo obligar a Rusia a liberar a los presos ucranianos”, subrayó Vereshchuk en esta intervención, que cita el medio local Hromadske.
“Algunos de ellos (los presos ucranianos) fueron detenidos ya en 2014 en las regiones de Donetsk y Lugansk”, las autoproclamadas repúblicas independientes sólo reconocidas por Rusia, y entre ellos hay mujeres, aseveró.
Intercambio de prisioneros
Vereshchuk recordó que el primer intercambio completo de prisioneros tuvo lugar el 24 de marzo, cuando diez militares ucranianos fueron intercambiados por diez “ocupantes rusos”.
Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró, en aquel momento, que entre los liberados había militares ucranianos que estaban en la conocida Isla de las Serpientes, en el Mar Negro, que fue tomada por las tropas rusas en los primeros días de la invasión.
Además, como resultado de este intercambio, 19 marineros civiles ucranianos regresaron a casa desde el barco de rescate “Zafiro”; también fueron hechos prisioneros cuando intentaron sacar al ejército ucraniano de la Isla de las Serpientes.
Hromadske recordó además que, según el ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, hasta finales de marzo las tropas rusas habían secuestrado a unos 30 funcionarios de Gobiernos locales, incluyendo alcaldes, activistas y periodistas.