La ayuda social en Venado volvió a crecer al nivel de la pandemia
En las antípodas del alto perfil de los jefes de Acción Social municipal de otras épocas, Cristian Ruiz, el actual director de Programas Sociales, dependiente de la Secretaría de Salud y Desarrollo Social de Venado Tuerto, que conduce Marcelo Krenz, es uno de los funcionarios menos conocidos del gobierno de Leonel Chiarella, aunque el trabajo en el área siempre fue muy intenso y más aún en los últimos meses.
“Con la supervisión de trabajadoras sociales, hoy ya estamos distribuyendo más de 3 mil bolsones de mercadería semanales, es decir que en ese rubro la demanda se volvió a elevar a los mismos niveles de la pandemia”, puntualizó Ruiz, ratificando que la disparada inflacionaria de los últimos meses también está pegando duro en el cuerpo social de la Esmeralda del Sur.
“Cuando ingresamos al gobierno, a fines de 2019, la demanda existía, pero era mucho menor, y durante la pandemia fue notable el aumento, incluyendo muchos venadenses de sectores medios que por primera vez se acercaban al Estado municipal en busca de una mano ante la imposibilidad de desarrollar sus actividades en el aislamiento”, resumió.
Para dimensionar la gravedad del escenario en las peores épocas del Covid-19, Ruiz precisó que “junto con Venado Ayuda, llegamos a entregar 5 mil viandas semanales, un número muy importante para la ciudad. Y fue en esa misma época que superamos la entrega de los 3.500 bolsones semanales. Hasta que, poco a poco, con la normalización de las actividades, esa demanda comenzó a ceder. Sin embargo -continuó-, con la crisis económica y social, volvió a crecer y hoy estamos prácticamente en los mismos niveles que en la pandemia, e incluso se está reiterando el fenómeno de vecinos que llegan por primera vez a la Municipalidad en busca de contención, y se muestran avergonzados y temerosos del qué dirán, porque no están acostumbrados a esa situación”. Y agregó: “Es la misma gente que apenas recupera sus ingresos, llama a la Municipalidad para avisar que ya no necesitan la colaboración porque pueden sostenerse por ellos mismos”.
Barrio por barrio
Desde su asunción, el gobierno de Leonel Chiarella “impulsó una descentralización de los programas sociales, barrio por barrio, con el despliegue territorial de trabajadores sociales, y a continuación se informatizó el sistema, que hasta entonces se manejaba con cuaderno y lapicera. Con las nuevas tecnologías, la tarea se optimizó, ya que con los cruces de datos evitamos los abusos, por ejemplo, que varios integrantes de un mismo grupo familiar accedieran a distintas ayudas, en tanto que otros quedaban sin nada, porque los recursos municipales son acotados”.
Además de la entrega de los bolsones (contienen aceite, azúcar, tomate, arroz, leche, fideos, harina, polenta y lentejas), la demanda es “muy fuerte” en otras áreas, por ejemplo, Salud: “Semana tras semana, comprobamos cómo la gente que se queda sin obra social acude en mayor medida al Hospital y los centros de salud municipales. También son constantes los pedidos de ayuda para traslados, sobre todo por turnos médicos de Rosario, dado que desde hace meses está inactivo el minibús del Hospital”, contó Cristian Ruiz.
En tanto que, para los materiales de construcción, aclaró: “No entregamos dinero, sino que tenemos un convenio con los corralones locales para que los vecinos retiren los materiales con órdenes de compra, pero eso ocurre luego de una evaluación socio-económica, e incluso de un asesoramiento técnico, porque muchas veces piden una ampliación, en los casos de familias numerosas, y no contemplan la construcción de un baño dentro de la vivienda”, graficó. En este sentido, aseguró el funcionario que “también se incrementa mes a mes la demanda de colaboración del Estado municipal para el pago de alquileres y de algunos servicios básicos, desde la energía eléctrica hasta el desagote de los pozos negros”, concluyó Ruiz.