La campaña gruesa atraviesa uno de los peores veranos agrícolas de la historia
La campaña gruesa cursa uno de los peores años en la historia agrícola del país, con un acumulado de humedad en los suelos durante el trimestre octubre-diciembre que se encuentra entre el 10% de los más secos, según los registros del Servicio Meteorológico Nacional y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
Los datos finales de 2022 los dio a conocer el Instituto de Clima y Agua del INTA en el Informe Agrometeorológico Mensual de diciembre. “En términos porcentuales, en gran parte del territorio (de Argentina) y en particular centro-este y norte, las lluvias estuvieron entre un 40 y 80% por debajo de lo normal y resultaron comparables al 20% y al 10% de los diciembres más secos”.
Diciembre finalizó con lluvias que resultaron deficitarias comparadas con los datos históricos, en áreas de las regiones: Pampeana, Litoral y NOA, donde se registraron acumulados entre 40 y 80mm. En el resto de las provincias las lluvias alcanzaron los valores acordes a lo esperado climatológicamente para el mes.
Al centrarse sobre el trimestre octubre-diciembre, un período asociado a aportes indispensables de humedad para los cultivos de siembra temprana, o la posibilidad de recarga de los suelos para el avance de la siembra, el reporte muestra que las lluvias continuaron siendo inferiores a los valores históricos en gran parte del territorio nacional, en particular sobre la zona agrícola central del país, noreste y NOA. “Los acumulados fueron comparables al 20 y al 10% de los trimestres más secos, especialmente sobre el norte de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y este de Córdoba”.
Al retroceder más en el calendario, cuando se evalúa el período mayo-diciembre, el resultado muestra que las lluvias fueron inferiores a los valores históricos en gran parte del territorio nacional. “En particular, sobre región Pampeana los acumulados estuvieron entre los 100 mm (zona núcleo) y los 300mm (sudeste de Buenos Aires)”, precisa. “De esta manera, las lluvias de este periodo se ubicaron dentro del 10% de los más secos de la historia en centro y norte del país”.
Debido a esta anomalía, el porcentaje de agua útil en el perfil (la lámina de agua aprovechable por los cultivos, y que el suelo contiene, hasta la profundidad efectiva de las raíces) fue menor al 20% en la mayor parte del país durante el último mes de 2022. “El contenido de agua en el suelo estimado por el balance hidrológico de INTA, o de las áreas incluidas en este modelo el contenido hídrico se mantuvo por debajo del 10% en todo el mes”.
En el centro santafesino, productores y asesores registran en imágenes este drama. En la zona de Gálvez, el ingeniero agrónomo Diego Hugo Pérez mostró en redes sociales cómo la soja de segunda se está secando a poco de haber nacido. “Chau Soja 2° y hola Amaranthus. No llovió, se seca la soja y no se incorporaron los herbicidas preemergentes. #sequíahistorica”, escribió, mientras en la filmación va contando las plántulas secas en el surco.
En tanto, en San Carlos Norte, Jorge Lagger registró el estado de un lote de maíz a primera hora de la mañana, antes de que arrecien las altas temperaturas, en el que se puede ver el acentuado stress hídrico y su consecuencia: marlos apenas formados, del tamaño de la palma de la mano, con algunos granos y muy malas condiciones. “Una calamidad… Tengo registros propios de lluvia desde el año 1968. El año 2022 terminó con 517 mm, siendo el registro más bajo de casi 55 años”, comentó a Campolitoral.
En la zona, una estadística acumulada en San Carlos Sud por varias generaciones de productores muestra que 2022 está entre los peores de la historia, aunque los hubo más secos. Allí midieron 590 el año pasado y quedó como el cuarto menos llovedor detrás de 1962 con 510mm; 1929, con 511; y el peor de todos: 1937 con apenas 372mm.