La Catedral anunció la bendición del nuevo cinerario en su jardín
A fines de 2020 se aprobó en Venado Tuerto la ordenanza que autoriza la instalación de cinerarios para sepultar los restos mortales cremados de los vecinos de la ciudad que así lo hayan decidido en vida, o bien por decisión de sus familiares. Dicha normativa municipal, impulsada por el concejal Pablo Rada, instruyó la colocación de uno de ellos en el Cementerio local y también autorizó su instalación en parroquias, tras lo cual fueron varias las interesadas.
La primera en poner manos a la obra fue la Inmaculada Concepción, con sede en la Iglesia Catedral, a través de su párroco y vicario general de la Diócesis de Venado Tuerto, Diego Cavanagh. Una vez elaborados los planos, a cargo del arquitecto Gustavo Borlasca, la construcción de la estructura -similar a una pila bautismal- comenzó en mayo último en el patio de la Catedral, con ingreso por 25 de Mayo, incluyendo en la obra el rediseño del jardín de los salones parroquiales.
Una campaña de recaudación de fondos entre los fieles hizo posible llevar adelante la iniciativa y en adelante, si bien el servicio será gratuito, la Parroquia solicitará una contribución, por única vez, al momento del depósito de las cenizas.
El sacerdote Diego Cavanagh confirmó a Sur24 que, con excepción de los cinerarios individuales del Cementerio Parque Otoñal, “a nivel parroquial somos la primera en tener un cinerario en la Diócesis y el sur de Santa Fe”.
Más adelante, sostuvo que el objetivo es que todos los feligreses que hubieren sido cremados, dispongan de un lugar para darles cristiana sepultura, detallando que el cinerario es de forma heptagonal, de unos 80 centímetros de alto, con una tapa de hierro y cierre de seguridad para su resguardo, por donde se introducirán las cenizas, aclarando que no se recibirán urnas, sino que los restos mortales se esparcirán en una fosa común (impermeabilizada). Y tampoco se admitirán placas ni ningún tipo de identificación, aunque sí se registrarán los datos personales en la secretaría parroquial.
Luego, argumentó el religioso que el cinerario era una demanda creciente, dado que “ya eran muchos los que descubrían los beneficios de tener los restos de sus difuntos en un espacio protegido y accesible, donde se va a rezar por ellos, con una misa mensual en un día fijo para el depósito de las cenizas”, acotando que el espacio estará habilitado “todos los días” para quienes deseen concurrir a orar por sus familiares y allegados fallecidos.
Asimismo, recordó Cavanagh que la Iglesia Católica desaconseja esparcir las cenizas en espacios públicos o conservarlas en el hogar y, en cambio, sugiere la disposición final en estos cinerarios en la cercanía de los templos religiosos, o bien en cementerios.
Se viene el segundo
La Parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, a través de gestiones del Padre Eduardo Celoria, había sido la primera en obtener el aval legislativo para su construcción, y en las próximas semanas también dará la bendición a un cinerario en sus instalaciones de calle Urquiza al 500.