La Comuna de Melincué prepara los festejos del 244º aniversario del pueblo
El pueblo remonta su conmemoración al siglo XVIII, más precisamente al 27 de noviembre de 1777, siendo así el pueblo más antiguo de la región y para este año la gestión de Silvio Garbolino dio a conocer algunas de las actividades que realizarán para festejar sus 244 años durante el último fin de semana de noviembre.
La celebración -apuntan- se realizará la celebración en el Predio del Fortín San Juan Bautista, “con un fin de semana lleno de alegría”.
Para el sábado 27 de noviembre, tienen organizada una “Noche Retro del Recuerdo”, desde las 20 hs con música en vivo y añaden los espectáculos que tendrán: Los Pasteles Verdes, Los Iracundos y El Ángel Negro.
En tanto, el domingo 28 de noviembre, desde las 19 hs, se presentará el show de Los Chicos Piratas, como número central. Además habrá presencia de artesanos, gastronomía y esmerado servicio de buffet.
La entrada será libre y gratuita.
Melincué y su rica historia
En su origen Melincué fue un fortín establecido en el siglo XVIII para avanzar en territorio de los indios araucanos y pampas. Las autoridades virreinales lo inauguraron el 27 de noviembre de 1777 y, así, marcaron el límite sur del territorio santafesino, que se mantuvo allí hasta 1815.
En 1872, en el sitio que había ocupado el fortín, la Compañía de Tierras de Gran Sud de Santa Fe y Córdoba, fundó el pueblo San Urbano, ahora un barrio de la ciudad. La Comuna fue creada, por Ley Provincial, el 3 de septiembre de 1886. La estación del ex Ferrocarril Mitre, inaugurada en 1890, conserva el nombre San Urbano.
La laguna de Melincué marcó profundamente al pueblo. Las inundaciones comenzaron en los años 30 y se agudizaron entre 1978 y 1981. En esos años el agua avanzó sobre el balneario y llegó al casco urbano. Las aguas de la laguna, saladas, carbonatadas y con propiedades terapéuticas fueron aprovechadas por el turismo pero el avance de las aguas sumergió un lujoso hotel en 1974 y el turismo dio lugar a la pesca deportiva.
El mangrullo de Mangoré se reconstruyó en 1868 para contribuir a la defensa de la población ante la llegada de los malones. Hoy la construcción permanece a un costado del trazado urbano y constituye el último vestigio del fortín construido en el siglo XVIII.
Respecto del origen del nombre de la localidad, hay distintas versiones que forman parte de la historia local. La primera de ellas data desde 1661, la laguna de Melincué siempre fue conocida como un paraje estratégico. Antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata, Melincué es mencionada como límite entre la Provincia de Tucumán y la de Buenos Aires, con la denominación de Melinqué.
Una segunda versión está vinculada con la tradición oral de las lenguas indígenas. En la década de 1850, una excursión defensiva del pueblo originario ranquel, liderado por el cacique Melín, fue emboscada a orillas de la laguna, y todos los integrantes fueron masacrados. A la matanza sólo sobrevivió su esposa, quien malherida huyó en su caballo, un tordillo que llevó a la moribunda madre hasta una de las islas de la laguna. Allí, la mujer, aterida de dolor y furiosa por la muerte de su hombre y de Cue, el hijo de ambos, y maldijo a los invasores, antes de morir.
Otra versión afirma que el nombre nace a partir de una mezcla de las lenguas y dialectos de los diferentes pueblos originarios que se asentaron o pasaron por la zona. Entre ellos Araucanos, Borogas, Pampas, Guaraníes, Ranqueles, entre otros.