La Federación de Cooperadoras apunta al relanzamiento en el 50° aniversario
Stella Lapelle, carmelense de nacimiento y venadense por adopción, es la actual presidenta de la Federación de Cooperadoras Escolares del Departamento General López, una institución que supo brillar en los años ’80 y ’90, y que entró en crisis después del 2000.
Militante socialista y docente jubilada, Lapelle se desempeñó como directora provincial de Educación Primaria en la gestión de Antonio Bonfatti y como directora regional de Educación en la gestión de Miguel Lifschitz. Siempre embanderada con la educación pública, ahora dedica sus esfuerzos -y vuelca su experiencia- a la ardua tarea de revitalizar la institución y, al mismo tiempo, vigorizar el alicaído movimiento de la cooperación escolar.
Si bien aclaró que hay varias asociaciones cooperadoras que funcionan muy bien, “es un mal de nuestros tiempos que, por diversos motivos, las instituciones se van vaciando de participación. Tanto es así que a muchas escuelas les cuesta formar su comisión, aunque sea obligatorio hacerlo. Son épocas donde no se prioriza lo colectivo”, resumió.
Asimismo, admitió que aquellos padres que se suman por obligación, es decir para cumplir con los requisitos legales, es probable que luego no tengan la suficiente convicción para emprender las actividades, aunque elogió el trabajo extra de los directores de incentivar a la participación a los padres de los escolares. También aceptó que la grave crisis institucional que vivió la Federación de Cooperadoras a principio de siglo, incluyendo una intervención, resultó “muy perjudicial para el movimiento cooperador”, en primer lugar porque le ocasionó un “fuerte desprestigio”, y en segundo término porque “los cooperadores de base ya no contaron con ese respaldo constante que bajaba desde la Federación”.
Crisis inédita
Evaluando la situación de la Federación de Cooperadoras, Stella Lapelle puntualizó que la crisis comenzó después del 2000, y si bien por un tiempo más siguió funcionando, el deterioro de las finanzas y de la imagen se hizo sentir. “Volver a poner de pie a la institución después de tanta pérdida de confianza nos está costando muchísimo, aun cuando pudimos sanear un millonario endeudamiento y también conservar los inmuebles”, valorizó la dirigente.
Sin embargo, todo se hace cuesta arriba en este camino de la resurrección. “A la Federación no entra un peso, y todos los gastos fijos y los traslados, en la región y en la provincia, los costeamos de nuestros propios bolsillos”, graficó.
“No es para conformarnos, pero el mismo fenómeno que se vivió en nuestra región con la dirigencia cooperadora, también se repitió en otras regiones, con departamentos que hoy no tienen sus federaciones constituidas, e incluso con la confederación provincial, que estuvo intervenida como consecuencia de irregularidades”, describió.
Más adelante, contó la ex jefa de la Región VII que la delegación Venado Tuerto de la Federación de Cooperadoras no está formada y que cuesta mucho restablecer el vínculo con las cooperadoras de las escuelas del sur sur provincial, salvo en localidades con representantes en la comisión directiva de la Federación. “Estamos haciendo un trabajo de hormiga, escuela por escuela, colaborando con distintos trámites que deben hacerse en Rosario o Santa Fe, buscando recrear esa confianza perdida y demostrar que la cooperación escolar es imprescindible, más allá de las políticas del gobierno de turno para la educación pública”, precisó.
Cocina apagada
La presidenta de la misma Federación que, entre otros históricos, presidieron Alejandro Zapata y Juan Domingo Carpio, mostró su aflicción por el presente de la Cocina Centralizada, un emprendimiento vanguardista que la institución inauguró en octubre de 1986 en calle Sarmiento y San Lorenzo y desde hace varios años permanece ocioso, aún con un equipamiento de primera línea (hornos, cocinas, amasadoras, etc.), que podría volver a funcionar con una razonable inversión. El otro inmueble de la institución, en Sarmiento entre San Lorenzo y Falucho, está ocupado hoy por un jardín de infantes.
Convocada por Sur24 a comparar esta pesada realidad con las épocas de esplendor, cuando la Federación de Cooperadoras lanzaba el Plan de Perfeccionamiento y Capacitación Docente Continuo, en convenio con la Flacso, e inauguraba la Cocina Centralizada, Stella Lapelle lo dimensionó en ajustada síntesis: “Siento una impotencia absoluta por todo lo perdido”. Y amplió: “Federación de Cooperadoras había diseñado una política institucional integral, que iba más allá de juntar fondos para equipamiento o refacciones edilicias, ya que en esos tiempos crearon un gabinete socio-educativo, lanzaron el Plan de Capacitación Docente, y se lograron acuerdos para una mejor distribución del Fondo de Asistencia Educativo (FAE), entre tantos otros logros”.
Media centuria
En 7 de octubre próximo se van a cumplir 50 años del nacimiento de la Federación de Asociaciones Cooperadoras del Departamento General López y el objetivo de los dirigentes contemporáneos, en sintonía con los históricos, es aprovechar el aniversario para un relanzamiento institucional: “Es un año más, pero no cualquier año, y lo queremos usar como plataforma para reconstituir memoria y visibilizar una historia que no todos conocen, además de reivindicar a hombres y mujeres de la región que tanto hicieron por la Federación y que llevan grabada a fuego en su alma la educación pública”. Y agregó: “Entre otras cosas, se está trabajando en la elaboración del libro de los 50 años, y también los dirigentes ‘históricos’ nos están apoyando y poniendo a disposición su experiencia en busca de recuperar la credibilidad de la institución y poner en valor la Cocina Centralizada”, sentenció.