La Justicia británica reconoció al rey emérito Juan Carlos I de España la inmunidad en Inglaterra hasta su abdicación en el año 2014. La misma era reclamada fin de mitigar una demanda por acoso presentada en Londres por su examante.
La Justicia británica le otorgó inmunidad a Juan Carlos I hasta su abdicación
El equipo jurídico del exmonarca defendía que no podía ser juzgado en Inglaterra en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978.
Sin embargo, un juez de la Alta Corte de Londres se la había denegado en marzo argumentando que ya no era miembro de la casa real.
El juez argumentó también que incluso antes de su abdicación, los “actos de acoso” de los que lo acusa la empresaria germano-danesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 57 años, también conocida por su apellido de soltera Larsen, con quien mantuvo una relación extramatrimonial entre 2004 y 2009, no se beneficiaban de dicha protección.
El Tribunal de Apelación accedió después a reexaminar la cuestión pero únicamente mientras fue jefe de Estado.
Paralizada hasta la resolución de este recurso, la demanda por acoso podrá ahora sin embargo proseguir en una fecha por determinar, dado que el rey emérito no fue autorizado a reclamar inviolabilidad para el periodo posterior a su abdicación.
Finalmente, tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres dictaminaron que la “alegada conducta previa a la abdicación” es “inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país”.
Nombrado jefe de Estado en 1975 a la muerte del dictador Francisco Franco, Juan Carlos de Borbón fue respetado durante décadas dentro y fuera de España por permitir el retorno de la democracia al país.
Pero una serie de escándalos a partir de 2012, incluida su relación con Larsen, derrumbaron su imagen, llevándolo primero a abdicar en favor de su hijo, Felipe VI, y en agosto de 2020, a exiliarse en los Emiratos Árabes Unidos, donde vive desde entonces.