Juegos Olímpicos
La llamativa historia de "Hulk": se percibe de género no binario y elige ocultar su rostro al competir
De los Estados Unidos y con 28 años, Raven Saunders sorprendió con su look en la clasificación por lanzamiento de bala femenino. De cara a la final por la medalla de oro, trascendió el atletismo por su historia de vida.
Raven Saunders siempre quiso estar en el centro de las miradas, no solo por su habilidad para el lanzamiento de bala, sino también por sus decisiones de vida. Y vaya que lo logró este jueves en los Juegos Olímpicos de París al clasificarse a la final que se disputará en el Stade de France desde las 14:37 en horario argentino.
Saunders llamó la atención del mundo este jueves al presentarse a competir por la etapa clasificatoria con una máscara que le cubría la cara de forma completa, gafas de sol que no permitían verle los ojos y el pelo casi rapado mitad de color violeta y la otra parte en tono verde, además de las uñas pintadas con la bandera de su país.
Saunders, de 28 años, es una de las atletas más icónicas de los Estados Unidos en la actualidad, tanto por la destreza en atletismo que despliega en las competiciones de alto rendimiento, como por ser una firme defensora de la autoexpresión.
El apodo de "Hulk" le quedó de los Juegos de Tokio en 2020, cuando por motivo de la pandemia de Covid-19 utilizó una mascarilla con el rostro del reconocido personaje de comic. Así, logró ganar la medalla de plata y, desde entonces, adoptó esta presentación como una forma de intentar exponer su identidad.
La estrella estadounidense se autopercibe como una persona de género no binario, pero compite entre las mujeres por no tener otra alternativa. En aquel torneo de Japón, arriba del podio, celebró haciendo una X cruzando los brazos en el aire. "Es la intersección donde se encuentran todas las personas oprimidas", explicó luego sobre aquel gesto.
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En esa faceta de expresarse sobre temas que no suelen ser los habituales para deportistas, Saunders no oculta sus orígenes, una niña negra criada en un ambiente pobre. Tampoco esconde su lucha contra la depresión que le fue diagnosticada y aborda con la asistencia de un terapeuta en un centro de salud mental en el que estuvo internada.
En 2018 vivió el momento más dramático de su vida. Agobiada por sus sentimientos, confesó que estuvo cerca de quitarse la vida cuando iba manejando en una ruta de Mississippi. Pero optó por detener la decisión para hacer un último intento con el profesional al que estaba empezando a ver. “Pensaba que no iba a encontrar una salida. El atletismo me distraía, pero los problemas persistían. Que mi terapeuta me respondiera aquel mensaje cuando iba en coche fue un punto de inflexión que me cambió la vida”, contó Saunders en una entrevista a CNN acerca de aquel episodio.
Superada esa situación límite, uno de los conflictos que tuvo que enfrentar fue el hecho de no sentirse mujer ni hombre, y a la vez el de encontrar un camino a su profesión como atleta de alto rendimiento en competiciones que sólo tienen dos categorías en las que participar. "Encontrar la separación entre mi persona y el deporte es lo que me devolvió el equilibrio", señaló.
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Respecto a su nueva versión que lució en París 2024, Saunders explicó que su llamativo atuendo tenía un propósito claro: "Tenía que recordarle a la gente que soy quien soy". Es que en marzo de 2023 fue suspendida por 18 meses por saltarse controles antidopaje. "Quiero inspirar a las personas a ser auténticas. Y sobre todo quiero alentar a otras mujeres; atletas más jóvenes que están surgiendo y realmente están impulsando sus propios estilos", sostuvo.
En un deporte que no siempre ha sido reconocido por sus expresiones de individualidad, Saunders resalta por su voz: "El hecho de que seamos lanzadores de peso limita el protagonismo, pero tenemos nuestro propio estilo, podemos hacer cosas tan grandes y brillantes como cualquier velocista, cualquier saltador, quien sea. Así que también merecemos ese protagonismo”, añadió Saunders.
El tercer intento de Saunders de 18,62m de este jueves les permitió clasificarse para la final por la medalla de oro que estarán observando casi 80.000 personas en el Stade de France y con millones personas de todo el mundo que siguen a los atletas que compiten a los Juegos Olímpicos con entusiasmo desde sus televisores.