La producción de indumentaria sigue un 20% por debajo de 2019
Por Ignacio Hintermeister
El Litoral
Un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria revela que las fábricas de “ropa nacional” están “comenzando a normalizar su nivel de actividad, aunque sigue parcialmente restringida por los protocolos sanitarios”.
“Sin embargo, la fuerte contracción de las ventas explica que nuestra industria aún está fabricando 20% menos unidades que en el mismo período de 2019, previo a la pandemia”.
Destaca el informe que la comparación con mayo de 2020 muestra un incremento en las cantidades fabricadas de 149,8%, según las últimas estadísticas del INDEC, aunque aclara que es por el efecto de la paralización durante la pandemia.
“En cambio, comparado con mayo de 2019, la producción muestra una disminución de 20,6%, explicada fundamentalmente por la caída en el tamaño del mercado”, señala, en referencia a la baja relativa en el consumo del sector.
“La superación de los peores momentos de la pandemia habilita la normalización de la producción en nuestro sector, muy afectada por la escasez de materia prima, los cierres y los protocolos sanitarios”.
“En adelante, el aumento del poder de consumo de la población argentina se torna una condición necesaria para la recuperación”, dice la Cámara. Y advierte que “la política pública debe continuar asistiendo a nuestro sector, uno de los más castigados en los últimos años, para garantizar la supervivencia de la mayor cantidad de empresas y puestos de trabajo formales”.
La CIAI reúne a las principales marcas que operan en el mercado nacional. La entidad es presidida por Claudio Drescher y su vicepresidente es José Ignacio De Mendiguren.
El sector industrial se hace eco de una fuerte caída en las ventas de indumentaria: -19,9% en supermercados, -24,6% en comercios minoristas y -51,9% en shoppings centers en la comparación contra 2019.
Salarios y jubilaciones
“Sin lugar a dudas, la reducción del mercado se debe a la caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población: las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares cayeron 7,3% en términos reales este último año de pandemia, muy similar a la caída de -6,6% que sufrieron los salarios reales de los trabajadores”, analiza la Cámara.
“En paralelo -añade- la destrucción de empleo por la crisis económica desatada por el COVID-19 también recortó el poder de compra a nuestra población, lo que afectó negativamente a la demanda de ropa, muy sensible al ciclo económico”.